XVI. Don't Be Afraid

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— Todo luce muy bonito, Ruby. —dijo Anya mientras llegaba junto con Louis. El resto del grupo ya estaban ahí. El cuarto olía un poco dulce, al parecer Ruby estaba haciendo un poco de té— ¿Que necesitas de nosotros?

— Aún tenemos que decidir que musica queremos, el color de la luz y algo que poner en ese cartel. —dijo dejando una tasa de té en las manos de la rubia— Le pedí ayuda a Clementine pero ella tampoco está muy segura.

— Bueno, si vamos a morir... —dijo después de tomar un poco del té— Deberíamos divertirnos primero.

— Yo dije exactamente lo mismo. —río Clementine, quien estaba viendo las opciones que tenían para las luces. En la mesa habían unos jarros, pintados de colores. Verde, violeta y rojo. Dentro de cada uno había una vela, la cual al encenderla iluminaria el color designado— El cuarto ya tiene una luz natural más o menos roja, tendría que ser algo que le complemente.

— ¿Que tal si escogemos violeta? —sugirió Anya con una sonrisa en su rostro— Leí por algún lado que el color violeta venía de la realeza.

— No se si nosotros estemos remotamente cerca de ser de la realeza. —dijo Louis riendo un poco— Pero me gusta la idea, mi reina.

— Entonces... —dijo Ruby tomando el jarro— ¡Violeta será!

— Mira esto, pequeño. —dijo Louis señalando el antiguo tocadiscos de la escuela— Cuando lo enciendes dándole a esta manivela, toca música. La que tú quieras.

— ¿Pero como? —pregunto AJ no entiendo del todo el funcionamiento del tocadiscos

— Bueno, eso... en realidad yo no lo sé. —admitió riendo un poco— Pero si te enseño entenderás mejor.

— ¿Que opciones tenemos esta noche? —pregunto Anya mientras se acercaba al tocadiscos— Díganme que tenemos algo bueno.

— No había mucho en la selección que tenía el director. —explicó Ruby riendo un poco— Tenemos música clásica, música country y música jazz.

— Me siento romántica esta noche. —río Any dirigiendo su mirada a Louis, el chico rio también— Pongamos música clásica.

— La mejor música sin duda alguna, tienes muy bien gusto. —dijo Louis haciendo reír un poco más a la chica.

Ruby un disco de vinilo con música clásica y lo reprodujo. Al momento de encenderse salieron canciones que Anya y Louis conocían perfectamente. Los dos eran amantes a la música clásica, el sonido del piano o del violín, lo elegante que se sentía la melodía. Algo de ese tipo de música los hacía feliz. El chico se acercó a la rubia, y la tomó de la cintura. Con la otra de sus manos sujeto con delicadeza una de las manos de Anya y comenzó a moverse acorde a la música clásica. El baile era muy romántico, justo como lo eran ellos dos. El mundo allá afuera se estaba muriendo, pero no por eso el romanticismo se tenía que morir también. Con cada paso del baile visitaron algunos espacios del cuarto de música, haciendo reír a los demás niños. Aunque para Anya y Louis fuese romántico el baile, para los niños era algo divertido y ridículo. No entendían porque ambos bailaban pero si sabían que les daba risa.

Fueron interrumpidos por Willy, quien llegó junto a Clementine. En sus manos tenía lo que parecía una bomba casera. La rubia se acercó a ambos y pregunto de que se trataba. Fue entonces cuando Willy explicó todo el pensamiento detrás de la bomba y como era necesaria si querían salir del barco con vida. Luego de salvar a sus amigos y sacarlos de ahí, explotarían la bomba para que así todos los asaltantes muriesen y no los volviesen a atacar. Pondrían la bomba en la caldera del barco, así ninguno tendría que arriesgarse con la explosión. Anya aprobó el plan, no es como que tuviese otra opción tampoco. Era eso o que los asaltantes volviesen y la rubia no quería arriesgarse. Luego de eso la chica se distrajo con la música, bailo un poco más sola, rio al ver a Louis y a AJ bailando juntos. Como el trigueño intentaba enseñarle al pequeño como bailar música clásica. Fue entonces cuando Ruby saco una caja, y llamo la atención de todos.

ALWAYS YOU | THE WALKING DEAD GAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora