Extra 8

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—Padre no estas escuchándome — Soren, mi hijo mayor me mira molesto. Me frunce el ceño mientras me observa fijamente. Su cabello rojo se curva en las puntas recordándome a su madre, haciendo que su apariencia enojada me de ternura contrario a lo que él quiere darme a entender. Aunque la forma en que sus ojos verde azulados arden con furia es muy opuesta a la mirada dulce de Tieze.

—lo siento hijo, mi cabeza esta en otro lado.—

—es por la chica que despertó ¿no?esa que es peligrosa. —

Asiento. —si, me tiene intranquilo, pero dime. — sonrio. —¿que estabas diciéndome?, tienes toda mi atención. —

Suspira. —es Mielle, estamos trabajando en su magia pero con todo lo que ocurrió con esa chica y lo que he escuchado de ella, pensé que sería mejor si ella se quedara aquí con nosotros. —

Mielle es la única descendiente con vida de Asuna y Kirito. La chica nació con magia, no mucha, pero si la suficiente como para necesitar ayuda para controlarla.

Soren tiene razón, estará mas protegida aquí. Shinon no puede conocer su existencia, podría hacerle daño. Pero no estoy seguro que mi hijo la quiera aqui solo por esa razón.

—¿es sólo por eso que preguntas o hay algo mas?— elevo una ceja.

—es solo por eso, estoy preocupado por su seguridad, su magia es inestable puede lastimarse a si misma o a alguien más. — contesta obstinadamente, pero ambos sabemos que hay mas. Mielle es hermosa, se parece mucho a Asuna y mi hijo esta interesado en ella, es bastante obvio.

Sonrío. —ella puede quedarse aquí si quiere, no tengo problemas con eso. —

Sus ojos brillan. —gracias Papá. —sonríe. — hablaré con ella mañana mismo. —

Soren sacude la muñeca, rodando ausentemente una bola de fuego azul alrededor de la palma de la mano de muy buen humor ahora que ha conseguido lo que quería. De mis hijos, Soren es el único que al parecer nació con magia propia, al igual que Mielle, es uno de esos pocos humanos especiales.

—¡Papi! —

Me giro a tiempo para atrapar a Kestrel cuando se lanza a mis brazos. Es mi pequeña. Le encanta merodear y causar problemas. Su cabello rubio y ojos del color de los rubíes la convierten en una visión arrebatadora. Es fácil perdonar sus travesuras cuando me sonríe.

—Pequeña Kestrel —la regaño—No deberías estar corriendo sola. ¿Dónde esta tu hermano? —

—Es lento, papá. —Hace un puchero.

Río mientras la acomodo en la silla a mi lado, Rowan el gemelo de Kestrel se apresura a entrar a la habitación. —buenas noches papá — me saluda sentándose al lado se su gemela.

—hola hijo, su madre hizo tu plato favorito esta noche. —

Sonríe feliz ante mis palabras mientras espera su cena.

Mi esposa entra con con una bandeja en sus manos, me pongo de pie y le ayudo a acomodar todo. La observo embelesado mientras les sirve a cada uno de nuestros hijos su cena. Ella es tan hermosa, tal vez debería poner a los chicos a dormir con un encantamiento e intentar poner otro bebé en su barriga. Cuando su mirada se cruza con la mía se da cuenta de lo que estoy pensando porqué me mira con el ceño fruncido.

—insaciable mago. — murmura.

Río. —come—murmuro mientras le robo un beso— Necesitarás la fuerza para más tarde.—

Soren hace sonidos de asco al escuchar lo que digo haciéndome reír.

La cena esta servida y todos comenzamos a comer, los gemelos hablan sin parar sobre un ciervo blanco que vieron en la carpa de animales exóticos esta tarde, estoy escuchando su relato cuando siento algo. Magia, fuerte y aterradora.

Rápidamente me pongo de pie.

—¿cariño que sucede?—

Estoy apunto de decir que algo anda mal cuando un grito se escucha.

—¡fuego! Master Eugeo, el circo se quema. — Alice entra a la carpa donde solo mi familia y yo pueden entrar, esta hechizada para que su interior de vea y se sienta como una casa normal aunque por fuera se vea como una carpa.

—lo siento por entrar así pero algo pasó, el circo.. ¡Hay fuego por todos lados! — dice en pánico.

—Soren— llamo a mi hijo mayor, el acude a mi llamado sin dudar. — cuida a tus hermanos y a tu madre, pon un hechizo de protección en la carpa y quédense dentro hasta que regrese.—

Asiente y hace lo que le pido.

—Eugeo ten cuidado. — me dice Tieze con una mirada preocupada tomando de la mano a nuestros dos hijos menores.

Asiento. —volveré pronto. —

Me transporto fuera de la carpa observando con horror como las llamas arrasan con todo.
Por suerte, hoy el circo estaba cerrado al publico por lo que no hay humanos aquí y mis actores no morirán mientras yo siga con vida, pero eso no significa que esto no es peligroso, no morirán si son alcanzados por las llamas pero si sentirán dolor.

Me transporto al lugar donde esta el caldero. Pongo mis manos sobre el y le doy magia, enredaderas de hielo comienzan a esparcirse por todas partes, de ellas brotan capullos que luego se convierten en rosas generando hielo que pronto apaga las llamas y congela todo. Cuando el fuego se extingue, alejo mis manos del caldero haciendo que el hielo retroceda.
Pronto, todo acaba.

Chasqueo mis dedos restaurando todo lo que fue quemado. Así el circo regresa a la normalidad.

—Alice, verifica que no hayan heridos, si los hay, llévalos con Cardinal para que los trate. —

—entendido— la rubia obedece mis ordenes.

Esto no fue un accidente, sentí una magia extraña antes que esto pasara. Fue magia negra.
Esto sin duda es obra de Shinon ¿Quién mas que ella podría hacerlo? Pero por qué? Esto es ridículo, sabe que cualquier daño material que infrinja lo puedo arreglar con magia y mientras yo esté bien nadie puede resultar gravemente herido, además hoy no es noche de función así que no hay humanos a los que pueda lastimar, esto fue sólo como una… Dis…tracción.

¡Maldición!

Me transporto a mi escondite secreto, el lugar es un desastre es como si un tornado hubiera pasado por aquí y lo peor. El mapa de los mundos que cree no esta.

Ese era su objetivo desde el principio, me engañó, me distrajo. Ella se lo llevó.

No, esto no puede estar pasando. ¡Yo la dejé ir y asi es como me paga!. Si viaja a esos mundos... Si altera algo... Si el equilibrio se rompe, será mi culpa.

¿que voy hacer ahora?

A Twist Of FateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora