Algratown, año 1519. El rey a enfermado gravemente, es realmente urgente que nombre algún sucesor, pero para hacerlo alguno de sus hijos debe contraer matrimonio.
Pasan los meses y ninguno logra conseguir prometida, ninguno excepto el príncipe Marl...
- Majestad, nunca me cansaré de repetirlo, hacer "negocios" con usted es un verdadero placer- dijo el rey Franco con una sonrisa en el rostro.
- Siempre cumplo lo que prometo, majestad- contesto la reina mientras observaba a la princesa de pies a cabeza.
- Bueno, que estamos esperando, dejemos que los muchachos se conozcan mejor.
- ¡Claro que sí!, Vamos Carlos, ve a bailar con la princesa Maddison.
- Pero madre...
- ¡No hay pero que valga, ve y baila con ella !, Es tan linda y talentosa, de seguro esta ansiosa de bailar contigo hijo mío- dicto su madre mientras lo impulsaba a invitar a dicha joven.
- De acuerdo madre- respondió mientras se dirigía hacía donde se encontraba ella.
Hunter comprendió perfectamente que "negocio" estaban cerrando sus padres, claro que entendía el porque lo hacían, su reino necesita protección y alianza, pero también sabía lo que esa clase de matrimonios significaban para los contrayentes, y aunque eso también le pasaría en algún momento , no quería que su hermano se casara con alguien a quien consideraba su hermana, sería algo muy difícil de sobrellevar para todos:
- Princesa Maddison, el día de hoy se ve más radiante que nunca, debo admitir que su mirada sigue siendo igual de cautivadora- dijo el muchacho mientras se acercaba a aquella hermosa princesa.
- Príncipe Carlos, tan coqueto como siempre, veo que sigue siendo igual de apuesto- anunció la doncella con una mirada atenta.
- Oh hijo mío, se ven tan lindos juntos, vayan al jardín real- dijo la reina con una gran emoción.
- Pero irán acompañados de Hunter, sabemos que están comprometidos, pero debemos mantener una buena imagen- aclaró el rey Christopher, gobernante de Algratown.
- No te preocupes padre, será para mi un honor- contesto su hijo mientras perseguía a su hermano y, quien sabe, quizás a su futura cuñada.
Al momento de llegar a la entrada de dicho jardín, todo volvió a la normalidad:
- "Esta muy hermosa princesa Maddison" jajaja, no puedo olvidar la cara que pusiste jajaja.
- "Ay príncipe Carlos, tan atractivo como siempre" jajaja, en serio te lo creíste? jajaja.
Todos comenzaron a reír haciendo del ambiente algo un poco más ligero:
- No puedo creer que en serio crean algo como eso jajajajaja- dijo Maddison mientras reía.
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- Jajaja, lo se, no deja de ser gracioso- agregó Carlos junto con una gran carcajada.
Nuestro protagonista estaba más que acostumbrado a dicha broma tan infantil, de hecho, el la usaba con su madre y algunas hijas de sirvienta, aún grababa con nostalgia aquellos años en los que solo se divertía y corría sin preocupaciones por todo el palacio:
- Cómo han estado par de tontos, no e sabido nada de ustedes desde lo que paso- dijo la princesa mientras calmaba su risa.
- Jajaja tienes razón, sigues siendo igual de lenta- respondió Carlos mientras recordaba cómo se llevaban de niños.
Aquellos años eran bastante tranquilos, no solo para la familia real, sino también para todo el reino; tanto el reino de los duendes como el de los humanos se encontraron en paz, y aunque aún no lograron firmar tratados de paz con los demás reinos, sus ataques, habían cesado; el primer año de unión, fue cuando los herederos de dichas familias se conocieron, los que más llegaron a convivir, fueron los primogénitos de ambas dinastías, aunque se llevaban bien con los demás príncipes, su espíritu rebelde e interesante los hacía más cercanos, y a pesar de que sabían que estaban comprometidos, ambos solo podían verse como hermanos......verdad?
