No digáis que la muerte no huele a nada, porque cuando viene a por alguien cercano duele mucho.
No digáis que la ausencia del amor no huele a nada, porque cuando lo observas de la mano de alguien más duele mucho.
Ni digáis que la ausencia del aire no huele a nada, porque cuando siento que no lo tengo duele mucho.
No digáis que la sombra no huele a nada, porque cuando estoy sola es la única que hace que esto no me duela.
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Pensamientos de una adolescente (a)normal
RandomSolo yo sé sobre quién escribo y solo tú sabes a quién lees. Hay misterios que están mejor cayados y hay secretos que están mejor guardados. Gloria FM.