ᴅᴇʟᴛᴀ | ᴅᴏᴅᴀᴍ

🍋┊Capítulo 26

Regresar a clases era lo peor para Yedam.

No le gustaba el levantarse temprano para ir a ver a un montón de personas que lo mirarían mal por su aroma.

Pero con solo recordar que volvería a ver a su Dobby, una sonrisa se formaba en sus labios.

Vaya que lo adoraba...

Cuando Yedam llegaba al colegio, solía ir directo a su salón para que nadie lo viera ni lo oliera, pero se sentía tan emocionado por ver a Doyoung que no podía esperar más.

El delta se encontraba en la entrada del colegio esperando la llegada de Doyoung, como un perro que espera por su dueño.

De hecho, su lobo movía su cola alegremente.

Por el lazo que tenían, Yedam podía también sentir la alegría del omega. Eso lo ponía aún más feliz.

No pasó mucho tiempo cuando a lo lejos, pudo observar al pequeño coreano caminar a su dirección.

Yedam, que de tanto esperar se había sentado en una de las escaleras de la entrada, se puso de pie y por su altura, fue fácil para Doyoung reconocerlo.

Comenzó a caminar más rápido, hasta correr, cuando por fin llegó hasta él, Doyoung abrazó muy fuerte a Yedam.

Algunos de los estudiantes los observaron con asombro.

- ¿Dobby está saliendo con ese delta? - preguntó una chica a sus amigas y amigos que estaban con ella.

- Había escuchado algo parecido, pero no lo creía. - respondió una de las chicas.

- No entiendo como esa cosa ganó a Dobby, yo intenté varias veces coquetearle y siempre me rechazaba. Eso no es justo. - quien hablaba ahora era un alfa molesto, y como no, si Doyoung era uno de los omegas más codiciados, pero nadie podía salir con él.

Y así, más murmullos.

Doyoung tomó de la mano a su novio y caminaron en dirección a su salón de clase. No quería escuchar como hablaban mal de Yedam y tampoco quería que su omega lo controlara y comenzara a gritarles a todos.

- Damie, no hagas caso a lo que digan. - Doyoung tomó las mejillas de Yedam entre sus manitas y las apretó suavemente.

- Dobby... ¿es cierto que rechazabas a los alfas que se te acercaban?

Doyoung se sonrojó un poco y soltó una tímida risita. - Pues... si. No me agradaban mucho sus aromas, además de que, probablemente solo me querían usar como un trofeo. - quitó sus manos del rostro ajeno mientras bajaba su mirada.

Cuando Doyoung tenía 16 años, fue donde se comenzó a hacer un poco famoso en el instituto por su amabilidad y ternura.

Un día había ido al baño y cuando estaba a punto de salir del cubículo, un grupo de alfas había entrado también.

- Así que, ¿te gusta Doyoung? - preguntó en un tono juguetón uno de ellos.

Las mejillas de Doyoung comenzaron a sonrojarse.

- La verdadera pregunta es, ¿a quién no? De seguro ha de ser un omega para nada experimentado y virgen.

- ¿Aún existen omegas así? - el grupo de amigos comenzó a reírse.

- He escuchado que dicen que se hace el difícil.

- ¿Acaso eso es un reto?

- Pues tómalo como quieras. - se comenzó a escuchar bulla entre ellos.

- Ya sé, quien logre salir primero con Doyoung y acostarse con él, seremos sus esclavos por todo un mes.

Los chicos comenzaron a asentir mientras sus voces se alejaban del lugar.