Citas peligrosas

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Por primera vez desde que recuerda llegó temprano a una salida con amigos, aunque el amigo en cuestión (pensarlo de esa manera le oprimía el corazón, sin saber porque) era Lan Zhan, así que probablemente no esperaría mucho para verlo, incluso si llegó una hora antes de lo acordado. Por algún extraño motivo se sentía nervioso, y estaba seguro que no tenía que ver con el motivo por el que invitó a su amigo a una salida, más tenía que ver por el día en que organizó el encuentro. Cuando Jiang Cheng y sus amigos se lo hicieron notar ya era tarde para cancelar la cita, estaba más preocupado por aclararle todo a Lan Zhan que en pensar que invitar a alguien a pasar contigo un 24 de diciembre era básicamente una cita, como pareja, como enamorados.

Talvez a eso se debía que también, por primera vez en su vida, se había afanado tanto en buscar ropa decente y comprado maquillaje para verse bien. Jiang Yanli, su amada jie jie, que había regresado para pasar las vacaciones en casa, se dedicó en cuerpo y alma para lograr que alcanzase la apariencia que ahora tenía, todo mientras le pedía detalles del inicio de su relación con el segundo joven Lan. Intentó no sonrojarse del todo explicando que era un malentendido, pero la sonrisa cómplice de su jie jie y la risa estridente de burla de A-cheng no lo ayudaron.

Ahí estaba pues, con el abrigo verde oscuro que su jie jie le regaló para verse elegante en 'un día tan especial como ese', su playera con cuello de tortuga rojo como la sangre, unos jeans negros sin roturas, a diferencia de los que solía usar, y sus botas negras, lo único que pudo llevar de la ropa que usaba en sus salidas con amigos. No llevó sus piercings, después de pensar que probablemente a Lan Zhan no le haría gracia verlo como un pandillero, además no se vería bien con su outfit actual.

Quería llevar a Suibian, su amada moto, que había comprado no hace mucho, pero pasó lo mismo que con sus piercings. Así que tuvo que conformarse con ir en el auto de la familia. Como la familia Jiang se había marchado antes que él para la residencia más cercana de los Jin en Yumping City viajó solo con el señor Fang, quien solía conducir para sus tíos, el cual se ofreció a recogerlo en cuanto su cita finalizace, pero Wei Ying se negó, sabiendo que el hombre tenía una familia que lo esperaría para la cena navideña. El señor Fang agradeció infinitamente por la amabilidad del joven Wei, como solía decirle, sin importar cuántas veces le haya insistido llamarlo solo Wei Ying, a lo que Wei Ying restó importancia, era simplemente lo correcto.

Había mucha gente. No estaba incómodo con eso, pero la mayoría de ellos estaban en pareja, acaramelados y tomados de la mano. Pensó vagamente en si también podría sostener la mano de Lan Zhan, solo para descartar esa idea rápidamente. Claro, por fin se habían vuelto amigos, pero eso no significaba que pudiera tomarse esas libertades. No creía que el chico fuera un amargado como Jiang Cheng solía describirlo, pero tampoco parecía muy amante del contacto con los demás. En las pocas ocasiones en las que se habían tocado accidentalmente, o en las que Wei Ying, acostumbrado a su trato con sus otros amigos, había colocado su antebrazo sobre el hombro de Lan Zhan, este había reaccionado como si lo hubiesen tocado con hierro caliente, o en otras ocasiones se ponía demasiado rígido. Era en esos momentos donde tomaba distancia de su amigo, no queriendo ofenderlo más de lo que ya lo había hecho.

En sus cavilaciones no notó que lo observaban hasta que una joven que trabajaba en la cafetería en donde se encontraría con Lan Zhan se le acercó para preguntarle, extrañamente sonrojada y tartamudeando, si entraría, ya que estaba impidiendo el paso a los clientes.

Descubrió que efectivamente, había algunas chicas a su alrededor, observándolo. Algunas iban con sus parejas, que parecían molestos ante la simple presencia de Wei Ying. Se lo podría atribuir a todo el asunto del patriarca (últimamente culpaba a ese tonto título de todo lo que le pasaba en su día a día, incluído si se tropezaba con alguna piedra), pero había elegido ver a su amigo en Caiyi Town, una zona no tan concurrida por estudiantes de cualquier escuela, menos en vacaciones, así que se lo atribuyó a la ropa que llevaba, quien sabe, talvez ahora parecía un mafioso en vez de pandillero. 

The Legend Of Yiling LaozuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora