- Dime que me recordarás, incluso si solo es una mentira.
Evangeline y SeokJin siempre mantuvieron su relación como un secreto. Aún después de terminar se lo guardaron para si mismos.
Evangeline termina por contarle a su mejor amiga la historia de...
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— Es tan alto, y atractivo como el infierno
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— ¡Oye! Evie, escucha lo que acaba de decir HeeJin — le dijo Jennie burlona mientras se acercaban a ella, que estaba sacando un libro de su mochila.
— ¡Jennie basta! Deja de burlarte — se quejó la pelinegra, pero aun así se sentó a un lado de Evie.
— Es que ¡No vas a creer lo que acaba de decir! — Evie las escuchó atenta, curiosa como era, a pesar de que en ese momento estuviera con la cabeza en otro lado, más específicamente en la cita que tendría con SeokJin más tarde.
— Shh, Jennie, cállate, está cerca — Evie levanto la mirada y giró su vista hacía donde la menor de las tres había señalado. Justamente el chico en el que estaba pensando había pasado cerca de ellas. Cuando el azabache estuvo lejos Jennie volvió a tomar la palabra.
— HeeJin dijo que le gustaba Kim — Evie frunció el ceño, mirando a sus amigas de nuevo.
— ¿Kim... — no quería terminar la pregunta.
— ¿SeokJin? — asintió levemente — Exacto, ese mismo. Esta desquiciada.
— ¡No es cierto! ¡Evie, dile que no es cierto! — pero Evangeline no dijo ni una palabra, haciendo a HeeJin bufar.
— Pues... ¿Estás segura? Digo, no le hablas... — habló Jennie.
— Claro que estoy segura, imagina como sería ser su novia, que te defienda de quienes intentan hacerte daño porque siempre está metido en peleas, debe tener una motocicleta y vivir la vida al límite — Evangeline podía negar eso con certeza —, podría apostar a que maldice todo el tiempo y ni hablar de sus chamarras negras, deben ser el amor de su vida — bueno, en eso si había acertado.
— Claro, pero estar con un ser tan serio y sin sentimientos como él debería ser un poco... desesperante ¿No crees? — cuestionó Jennie, a lo que HeeJin negó.
— Absolutamente no, las personas así siempre tienen secretos oscuros, eso los hace más interesantes — ¿Y qué tal si eso solo los lastima a ambos? Pensó Evangeline.
— Si tu lo dices...
— Además, ¿No lo has visto? Es guapísimo. — dijo coqueta. Evangeline suspiro.
— Y es alto, eso le da puntos extras — continuó Jennie mirándolo, pues se había apoyado en una pared cercana mientras miraba su teléfono con el ceño fruncido. Evie sabía que solo usaba su celular para hablar con Jungkook o con su madre, además de ella, claro, quería evitar pensar algo malo al verlo tan preocupado.
Evangeline miró a sus amigas escudriñarlo. Sacudió su cabeza y paso sus manos frente a los rostros de las chicas.
— Es alto, y atractivo como el infierno, si, pero sería mejor que dejaran de verlo así, parecen acosadoras — las regaño levemente.
