Luffy - El Demonio de los Mares

¡La derrota de Kuroneko! ¡Miembros inesperados!

Unos minutos después llegaron todos a la mansión. Como no es sorpresa, Nami miraba con ojos maravillados a la mansión, Buggy hacia lo mismo pero de forma más sutil.

Usopp se dirigió hacía un punto en específico y allí saco un cuadro de arbusto que les daba la entrada al patio del lugar.
Justo allí había un árbol que Usopp utilizó como medio de comunicación con la chica antes nombrada.

Todos subieron al árbol y se sentaron en la rama que se encontraba frente a una ventana de la mansión. Usopp tiro una piedra a la ventana para que pocos segundos después se asomara una chica de cabello rubio y tez pálida.

Se asombro de ver a tantas personas frente a ella pero rápidamente se fijó en Usopp.

- Hola Usopp-Kun, no esperaba que vinieras con tantas visitas...
- Discúlpame Kaya-Chan, pero tampoco pensaba venir con ellos. Mira, te los presento.
Él es el chico de que ya yo te hablé - dijo señalando a Luffy. ¿Te acuerdas que te dije que un amigo mío vendría por mi y me llevaría con su tripulación? Bueno... Es él...
Se llama Monkey D. Luffy, es mi mejor amigo y ahora mi capitán. Los que se encuentran a su lado son nuestros Nakamas. El peli verde es Roronoa Zoro, la chica peli naranja es Nami, El payaso es Buggy, la peli verde es Makino y la pequeña peli roja es Mika - Usopp presento a todos mientras los iba señalando y explicandole a Kaya cuales eran sus especialidades.

Todos estaban interactuando con la muchacha alegremente, pero no duró mucho debido a que el mayordomo que se hacía llamar Kurahadol apareció.

Era un hombre que llevaba un traje negro con dos dibujos dorados y debajo de éste lleva una camisa blanca de manga larga con un cuello de una forma muy curiosa y una corbata negra. Lleva pantalones negros y tenía unos zapatos a rayas.
Es un hombre alto de mediana edad con pelo negro corto y peinado hacia atrás. Lleva puesto un par de gafas redondas que se le suelen caer. Cuando le pasa eso se las suele colocar de una manera muy extraña.

- ¿Que hacen ustedes aquí? ¡Ustedes no deben estar en este lugar! Además... ¿Cómo lograron entrar a este sitio?
- Discúlpalos Kurahadol, ellos son...
- Señorita Kaya, usted no debe darme explicaciones, pero tampoco puede estar hablando con estás personas...
- Tu no tienes derecho a decidir con quién puede o no hablar Kaya-Chan - exclamó furiosamente Usopp.
- Tu eres Usopp ¿Verdad?... He escuchado cosas sobre ti. Normalmente dicen que eres un chico muy amable y que entrena fuertemente. Sin embargo no eres más que un simple chico que quiere impresionar a la señorita Kaya con sus fuertes músculos...
- De qué hablas ¡Idio!...
- No te exaltes Usopp-San - dijo Luffy tranquilamente. No dejes que este tipo tome tu control. Tu y yo sabemos la razón por la que entrenas tan fuerte y él no merece saberla.
- Hahahaha, no me hagan reír, todo son excusas para ocultar la verdad. Además, ¿Tú quién eres...?
- No es algo de tu incumbencia - respondió Luffy con un tono severo y frío.

Kuro se estremeció pero recuperó su compostura rápidamente.

- Al parecer eres alguien fuerte, pero por tú apariencia y falta de respeto me hace saber de qué eres un pirata o un cazarrecompensas...
- Si, puede ser. Al igual que tú ¿Verdad?
- ¿D..de que hablas?
- Sabes muy bien a lo que me refiero. Capitán Kuro.

Kuro se volvió a estremecer y rápidamente se puso en posición de batalla. Kaya estaba confundida por el repentino cambio de papeles que se dió frente a ella. No entendía de que estaba hablando Luffy y miró a Usopp para ver si el sabía algo. Cuando lo miro él se percato y le hizo una seña que le prometía una explicación para después.

- ¡Que acusaciones son esas! ¡Solo eres un desgraciado pirata! - dijo Kuro exaltado.
- Ya deja la farsa, no es necesario que sigas con esta mentira.
- ¡¿Pero C..c.. CÓMO?! ¡¿Cómo supiste que era yo?! ¡Trabaje bastante tiempo para esconderme de los marines! ¡¿ y vienes tú a arruinar mis planes?!
- Sencillo. Este amigo mío... - dijo señalando a Buggy - y yo te reconocemos muy bien, aparentemente yo permanezco actualizandome de cada recompensa que sale en el mundo, y tú no eres la excepción. Hace tres años simulaste tu muerte, pero reconozco muy bien tu rostro y mucho más mi Nakama.