𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐍𝐃 𝐇𝐄𝐋𝐋 | El cielo y el infierno
no están tan lejos como yo pensaba.
˖˚˳⊹ pedidos cerrados.
˖˚˳⊹ editando, en proceso nuevamente.
˖˚˳⊹ gotōge, creador de los personajes
pertenecientes al anime y manga.
˖˚˳⊹ créditos a los...
- ̗̀ Regalo parasenjurorule34 ̖́‧ ¡Feliz Navidad, espero te guste!.
Advertencia: Personaje mayor de edad (lo lamento, no me gusta sexualizar a menores).
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La habitación era oscura pero la luz de la luna iluminaba un poco la habitación, la luz permitía que el joven de cabellos bicolores pudiera ver a su pareja con las pocas prendas que tenía con el cabello suelto y las manos aprisionadas contra las suyas.
Su respiración era agitada, sus pómulos estaban ligeramente rosadas, su cabello estaba suelto al igual que el de su pareja, sus manos se encontraban agarrando las muñecas de su amada, tenía poca ropa igual.
Lo bueno de todo eso es que él estaba en la casa de ella, no había ninguna persona en esa casa aparte de ellos.
── Senjurō ── murmuró (N) al sentir los dedos del mayor tocar su punto dulce.
El nombrado se sonrojó aún más al escuchar los suspiros y jadeos de (N) cada vez que él hacía algún movimiento en su interior o acariciaba su cuerpo, no estaba listo para ese tipo de cosas pero quería satisfacer y agradecer a su novia por todo el amor que le dió y que le sigue dando a pesar de no ser un experto en esos temas amorosos.
Pasó sus manos hasta los pechos de la femenina, masajeándolos lentamente pero satisfacía a su chica, lo sabía porque apretaba las sábanas debajo de ella y sus mejillas se enrojecían más cuando sus miradas cruzaban.
Segundos después el mayor sacó sus dedos del interior de la chica, ella agarró la mano de él y lo puso debajo de ella sentándolo, haciendo que sus miradas se toparan y sus labios se unieran, la ___ se acomodó entre el miembro del mayor, metiéndolo lentamente. Era la primera vez de ambos, los nervios aumentaban cuando sus intimidades rozaban pero disminuían cuando pasaban los minutos.
(N) tomaba el control mientras que Senjurō posaba sus manos en la cadera de ella ayudándola a moverse o arañando levemente por la sensación de placer.
Tan sumisos en su placer y pensamientos que la chica ya había llegado a su orgasmo, el chico también dejando su semilla en los pechos de la chica salpicando algunas gotas en su rostro cerca de su boca.
Con la respiración agitada limpiaron el desastre que habían dejado, después de su encuentro carnal, se recostaron en el futón, durmiendo abrazados.
Sin duda, su primera vez le había dejado asombrado, el placer que podía obtener en unos minutos o incluso horas, eso dependía ya que no había tomado el tiempo y tampoco le importaba mucho, el tiempo que pasaba con su amada pasaba tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos ponía ya estar oscureciendo.
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