𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐍𝐃 𝐇𝐄𝐋𝐋 | El cielo y el infierno
no están tan lejos como yo pensaba.
˖˚˳⊹ pedidos cerrados.
˖˚˳⊹ editando, en proceso nuevamente.
˖˚˳⊹ gotōge, creador de los personajes
pertenecientes al anime y manga.
˖˚˳⊹ créditos a los...
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La noticia de que un cazador llevaba consigo a un demonio se esparció por toda la organización, sin embargo, para ti no era algo de que preocuparse, te preocupaba más el hecho de poner decirle a tu hermano que ese cazador era tu pareja.
Si ya lo odiaba por como había actuado enfrente de Oyakata y los pilares, estaría más enojado al saber que probablemente sería de su familia.
── ¿Te acuerdas que te dije que... te quería presentar a alguien? ── preguntabas nerviosamente mientras jugabas con tus dedos, sentías la mirada filosa de tu hermano junto con la de su mascota.
── ¿Qué con eso? ── cuestionó con el ceño fruncido.
──... Mejor lo dejamos para otro día, hoy no es el día correcto ── reíste nerviosa mientras salías de su finca.
Una vez fuera suspiraste, caminando hasta la finca mariposa en donde estaba tu pareja, habías acordado pasar un tiempo con él antes de que fueras a tu próxima misión con Obanai.
Al llegar te encontraste con la Pilar de la finca, quien te recibió con una sonrisa e indicaba en donde estaba el pelirrojizo. Estaba sentado en la cama "platicando" con sus amigos/compañeros, pero al verte parada enfrente de la puerta su rostro preocupado cambió una una ligera sonrisa.
── ¿Se te está pasando el dolor? ── preguntaste en un tono bajo, audible perfectamente para él y para el rubio que estaba casi a su lado en la otra cama.
── Un poco, me alegra que hayas venido ── murmuró con un ligero sonrojo en sus mejillas.
── ¿Es tu novia? ── preguntó Zenitsu de la nada viéndolos con el ceño fruncido.
Él asintió con un sonrojo más fuerte, que no pasó desapercibido por ti que acariciaste su mejilla con gentileza.
Podrían jurar que el rubio se exaltó más de lo normal queriendo gritar pero lograste impedirlo poniéndole una galleta en su boca, una de las que Aoi te había dado anteriormente.
── No grites, no te alteres ── decías mientras acariciabas su cabello ── Por cierto ── pausaste dirigiéndote al pelirojizo ── No se lo pude decir, creo que se lo tomará a mal.
── No es necesario decírselo ahora, díselo cuando estés segura y lista ── decía mientras acariciaba tu mano. Asentiste abrazándolo sin lastimarlo más de lo que ya estaba.
[...]
Había pasado una semana desde aquello, después de la misión de Obanai junto a ti, él se había enterado por parte de Kaburamaru, quien los había visto juntos.
