𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 𝐀𝐍𝐃 𝐇𝐄𝐋𝐋 | El cielo y el infierno
no están tan lejos como yo pensaba.
˖˚˳⊹ pedidos cerrados.
˖˚˳⊹ editando, en proceso nuevamente.
˖˚˳⊹ gotōge, creador de los personajes
pertenecientes al anime y manga.
˖˚˳⊹ créditos a los...
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Aquella mañana que daba por tranquilo se había transformado en uno alborotoso y lleno de energía, aunque no proveniente de ella, sino más bien de las personas que la habían despertado.
── Es demasiado temprano ── dijo entre bostezos la peliviolácea tratando de aclarar su vista mientras caminaba detrás de su amiga pelirrosa.
La pelirrosa estaba demasiado emocionada que incluso, había despertado a la cumpleañera a las seis de la mañana, en donde estaban aún era casi visible el degradado azul oscuro que se formaba junto con el anaranjado y azul claro. Pasaban el fin de semana en la playa, la cumpleañera estaba tranquilamente durmiendo en la habitación del hotel en el que se hospedaron, habían tenido un largo viaje para llegar a su destino, el jueves emprendieron viaje y a penas el viernes en la noche llegaron al hotel.
La oji-morada se sentó en una silla de las mesas apartadas de las demás personas que se encontraban desayunando, suspiró una vez echó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos ante la brisa fresca de la playa, desde su lugar se podía ver la parte del mar azul cristalina.
Sintió unas manos en sus hombros masajeándolos levemente, entreabrió los ojos encontrándose con su pareja sonriente como siempre.
Sonrió ante la presencia de este.
── ¿Dormiste bien? ── preguntó después de darle un pequeño beso.
── Lo mejor que pude ── volteó a ver a su compañera pelirrosa viendo el menú del lugar quien rápidamente se tapó el rostro con la tarjeta del menú.
── Buenos días ── contestó un adormilado Sanemi detrás de él venían las hermanas Kochō.
── Cariño, tan siquiera arréglate esos cabellos alocados que tienes ── dijo el albino acomodando un poco de su cabello violáceo.
── Déjalo, luego lo haré ── respondió quitando la mano del mayor.
── Hoy te debes de ver mucho más hermosa que otros días ── comentó su maestro.
── ¿Pero qué dices?, Ella siempre se ve hermosa ── exclamó su pareja mirando al albino.
── Ve ahora como se ve, ¿La ves hermosa? ── preguntó señalándola con la tarjeta del menú.
── Sí, aunque está medio-dormida, pero se ve hermosa ── respondió acariciando su mejilla levemente, esta abrió los ojos acomodándose en el hombro del mayor, estaba sonrojada.
