Todos vivimos en un cocodrilo verde.
En algún parque de la capital.
La noche estaba fresca, el cielo oscuro y despejado y las estrellas brillaban. Es increíble como desde la Tierra todo se veía tan tranquilo, sin importar lo que pasase, el derrumbe de un muro, la caída de un campo, el fin de una guerra, el comienzo de otra, el descubrimiento de una vacuna, dos personas que se encuentran, una explosión nuclear, miles de muertos, una revolución o simplemente un día de paz, nada de esto parecía afectarlas a ellas; las estrellas. El universo seguía allí, parado o en constante expansión según la física moderna; pero todavía no se estaba muy seguro de aquello, algún día llegarían a aclarar el asunto.
Me habían llamado el día anterior para avisarme, ya habían cuadrado con los demás y solo quedaba yo, pronto sería 9 de octubre.
Había que recoger algunas botellas y cajas de cigarros (las que hubieran) para ir a festejar el nacimiento de John Lennon, esperaríamos en el parque al lado de la estatua hasta la media noche bebiendo y fumando en su honor y después cantaríamos alguna canción y quizás hasta Happy Birthday con acento británico. Es gracioso como con el paso de los años los roqueros han pasado por distintas etapas, se han vestido de distintos colores y han tocado todo tipo de música pero el gusto por las drogas y el alcohol es algo que no han logrado sacarse de las venas.
Eran ya casi las once de la noche y allí estábamos, entre nubes de humo y bajo las nubes del cielo, conversando de todas las cosas que pensamos cuando estamos High!!
-De esta si vamos a conocer a Lucy.- habían dicho. Lucy In The Sky With Diamonds no tenía nada que ver las drogas, simplemente fue un dibujo que le enseñó el hijo al padre y después este lo convirtió en un gran hit psicodélico (casi un himno).
-Una vez leí algo sobre un guitarrista que se fumó las cenizas de su padre, así siempre estaría con él... deberíamos robarnos la estatua, derretirla y después aspirarla entre todos, al fin y al cabo es lo único que tenemos de John en este país.
-Quien le ve la cara a los políticos al leer la noticia de la estatua desaparecida, hasta Fidel había estado presente el día de la inauguración.
-Probablemente la prensa diga que fue un plan elaborado por la CIA para crear el desorden y expandir la inestabilidad social. Dirán que ya habían intentado robarla en otras oportunidades pero solo habían logrado escaparse con las gafas.
-Simplemente una resaca de la Guerra Fría, los gringos no quieren que se confunda a Lennon con Lenin.
-A mí me gusta la idea, siempre y cuando me dejen las gafas, así aspiro el lado intelectual y me da por escribir canciones.
-Dicen que era fan de Brigitte Bardot y que de joven tenía fotos de ella colgadas en el cuarto.
-Las francesas tienen cierto encanto.
-Una voz femenina que te susurre al oído todas las mañanas "mon cherie", no tiene precio.
-Yo prefiero Marilyn Monroe.
-A ustedes los varones le gustan todas las mujeres que salen en pantalla.
-Falso, las que no salen también.
-¡¡Jajá!!
(...)
Los minutos fueron pasando, la conversación siguió entre lo sublime y lo ridículo, Alicia me siguió mirando callada con el rabillo del ojo hasta que la media noche llegó.
El año pasado habíamos cantado Imagine y el anterior Give Peace A Chance y por cierto pasamos trabajo con la letra que es más bien un Rap, pero a quien le importa, por lo menos el custodio nos aplaudió. Estábamos discutiendo si cantar All You Need Is Love o Power to the People, pero en realidad solo estábamos escogiendo los temas conocidos y era injusto menospreciar los no convencionales y mas el día de su nacimiento. Por eso nos decidimos por la canción que cerraba el álbum Help! y así terminamos nuestro tributo hacia John Lennon, con Dizzy Miss Lizzy.
Allí estuvimos parados durante un rato, frente a la estatua de un tipo cuya fama le había dado por creerse más popular que Jesús Cristo, un tipo que había sido perseguido por la CIA, censurado en los países comunistas, y asesinado por un fanático esquizofrénico. Las estrellas brillaban en el cielo y no como diamantes, solo como estrellas. Algunas habían dejado de existir hacia miles de años, sin embargo para nosotros seguían en algún lugar del espacio, dando ese brillo pequeñín que apacigua nuestra mente por la noche cuando las miramos. A lo mejor pasaba lo mismo con John Lennon; hacía varios años que había fallecido pero su música seguía presente como una pequeña vela que no se apaga, iluminando la vida de un puñado de jóvenes en el medio de la noche.