El calendario me mira con sus días huecos, listos para llenarse de eventos. Soy una incógnita ante el tiempo, soy un futuro esperanzado y vivo. Soy una voz con timbre nuevo. Me trato de librar de los recuerdos y lustro las horas, en un afán de pulcritud absurda. Afuera el sol es el mismo, lo apreso en la pupila para el invierno. Un año más es como una x en la ecuación de los secretos. Así le pido a Dios que me deje florecer el porvenir avieso, con incienso y jazmines del jardín de los sueños. ¡Horas que se harán sucesos! Un camino largo de trescientos y tantos días. Y mi alma ignorando a dónde la llevarán los vientos.
Nunca pierdan la fe en que todo podrá ser mejor, ya llega el Año Nuevo y una nueva oportunidad de cambiar nuestras vidas toca a nuestra puerta.
Ójala seamos dignos de la desesperada esperanza.
Ójala tengamos el coraje de estar solos y la valentia de arriesgarnos a estar juntos.
Ójala podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas, las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa más allá de nosotros, y, cuando ella dice "adiós", esta diciendo "hasta luego".
Que sus sueños y sus fines se conviertan en lindas realidades.
Que tus esperanza te sirvan de aliciente para mejorarte a cada paso.
Que este año nuevo te regale las mejores oportunidades de logro.
Que el nacimiento de todos sus nuevos días les traiga el sol de la alegría.
No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estas sólo, porque yo te quiero. Así como dijo el maestro Benedetti, yo les digo con el corazón lo mucho que los quiero, a cada uno de ustedes.
Gracias a Dios porque los tengo a ustedes, y gracias a ustedes por haber formado parte de lo hermoso de este año que termina y de lo grande que está por venir.
Quiero darle gracias a todos los presentes porque hoy en día son una parte muy importante en mi vida. Recuerdos hay muchos a su lado y en cada uno hay partes con las que mi memoria se ha quedado y cada que las recuerdo sonrío.
Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido.
Quiero ser su fortaleza en su debilidad, quiero ser su apoyo y con ustedes poder contar. Quiero que nunca me olviden porque yo no los voy a olvidar, quiero estar siempre con ustedes aunque cerca no pueda estar. Quiero pensar que ya nada podrá romper este lazo que a nuestras almas une más allá de la hermandad. Quiero agradecer a Dios que nos dio su amistad y pensar que merezco conservarla, no pido más.
Son, una de las mayores razones por las que soy feliz, tener su amistad es un privilegio para mi, porque en las buenas y en las malas, siempre estas aquí. Me has enseñado que en la vida, siempre es importante sonreír para ser feliz. Gracias por compartir con nosotros su amistad y nunca olviden que en mente y corazón, siempre los vamos a llevar.
