Quizás debí de besarte más, llamarte más, mirarte más, quizá debí de decirte con más intensidad que mis tardes eran un infierno sin ti, que adoro el color de tu piel y tu risa infantil es la melodía de mi alma, que tus manos son la mitad que llena mi vacío, quizás te faltó mirarme más a los ojos para comprender que era tuyo, que los amaneceres no serán igual sin ti, que mi café no sabe igual sin tu éxtasis de ternura, que mi alma no duerme tranquila al imaginar que no fue lo suficientemente buena para ti, que siento dolor, aquí, justo aquí en el pecho por no haber sido suficiente para ti, que odio porque te rendiste tan fácilmente y me abandonaste, me dejas de la misma o quizás peor, que no te odio, yo no te odiaría, al ser que me robó tantas risas no la odiaría, pero que me dueles y decepcionas al dejarme así, sin importarte nada de mí, no quiero que regreses, no quiero que te quedes, yo viviré, seguiré como hasta ahora, pero sólo quiero con el estés feliz, veo que lo estás, que lo estarás…Mi dulce amor.