No puedo seguir negando que cada vez que te miró, mi corazón se pone a latir de manera desenfrenada y me siento bien, porque tienes el poder de hacer que todo a mi alrededor se ilumine. Fueron tantas las veces en que quise acercarme y que te dieras cuenta de lo que me haces sentir, pero supongo que nunca tuve el valor suficiente como para hacerlo.
A pesar de todo, quiero atreverme a expresar cuanto me gustas y lo feliz que me hace tenerte cerca. Puede que te parezca una locura, algo irracional tal vez. Lo cierto es que no puedo evitarlo. Llegaste y pusiste mi mundo de cabeza, me hiciste cambiar la percepción que tenía de las cosas.
Es difícil describir como una mirada tuya, basta para que sienta vértigo debajo de mis pies y mi ánimo se mantenga durante el resto del día. Tienes un poder que verdaderamente no me puedo explicar y tampoco estoy segura de querer encontrarle algún sentido.
Tengo la seguridad que tú ni siquiera te das cuenta de ello, porque en ocasiones puedes ser bastante despistado como para notar algunas cosas. Esto me parece bien a veces, porque siento un temor infundado de que descubras mis sentimientos; en cambio otras, me dan ganas de ir corriendo hacia ti solo para decírtelo lo más fuerte que pueda. Como en este momento en el que lo hago con palabras.
Tan solo me gustaría decirte, que sea cual sea tu pensamiento después de enterarte de esta confesión, no dejaré de quererte ni de admirarte por la maravillosa persona que eres, ni de las cualidades por las que has conseguido quedarte con mi corazón.
Eres lo más especial para mí y las cartas de amor no pueden ni acercarse a expresar en palabras lo que provocas dentro de mí. Por favor, nunca te apartes de mi lado porque si decidieras hacerlo, estarías terminando con una parte muy importante de mi misma.