Capitulo 11

579 64 7
                                    

La doctora Claudia entro a mi habitación para hacerme el chequeo semanal, reviso la parte de mis piernas diciéndome que ya podría empezar a moverlas y hasta incluso tener la fuerza suficiente para ponerme de pie.

Al no tener muchas cosas que hacer hoy a excepción de la "Visita" acepte ir a terapia para empezar a mover mis hermosas piernas. No tarde más de media hora cuando por fin pude ponerme de pie completamente sin ayuda de alguien. Me alegre mucho que decidí que Katie tenía que enterarse primero.

--¡Sorpresa! --Entre a la sala de niños con emoción.

--¡Puedes caminar! --Grito Katie llena de emoción, corrió hacia mi para abrazarme con fuerza-- Me da mucha alegría, así será más fácil que vayas con Aster. --Volvió a decir con emoción, mi expresión se pudo un tanto sería ya que estaba empezando a querer negarme a ir.

--Si...será divertido. --Dije tocando me la nuca, rasque un poco en ella y aclare mi garganta-- Bueno cuéntame, ¿Qué tal va el tratamiento?

--Aún no hay una respuesta acertada, pero el médico dice que está dando resultados hasta el momento. --Dijo sonriendo. La abrace con felicidad, de verdad estas noticias siempre me alegran.

--Jamás te había visto así de feliz. --Dijo extrañada-- ¿Es porque vas a estar con Aster? --Levantó una ceja.

--¡Claro que no!... Es solo que me da mucho gusto el que estés mejorando. --Sonreí-- Además no me emociona el hecho de pasar tiempo con ese engreído. --Me cruce de brazos.

--Que mal, él es alguien agradable, deberías de aprovechar esta oportunidad para conocerlo mejor.

--Lo único que voy a conocer de él, es que solo se la pasará con una cara de pocos amigos, además si hablamos será solo para pelear. --La mire-- Estoy segura de que ser un completo desastre, más si es con ese engreído presumido.

--Yo solo digo... --Sonrió-- Bien, debes arreglarte, no tardará en llegar.

--Creo que tiene razón, hasta luego linda. --Me despedí de ella con otro abrazo-- Nos vemos luego.

Salí de la sala de niños para dirigirme a mi habitación, solamente me cambiaría de ropa así que no me molestaría mucho en arreglarme tanto, opte por ponerme algo cómodo y ligero.

Me senté en la cama cuando estuve lista. No pasaron más de cinco minutos cuando en el suelo se abrió un gran círculo dejando salir la forma de aquel conejo.

--Bien es hora de irnos. --Su expresión era bastante seria. Asentí sin decir una palabra, me levanté y camine hasta quedaste enfrente de él-- Bien, salta. --Mire el hoyo con inseguridad, tome aire y salta hacia aquel abismo.

Sentía como la adrenalina se apoderaba de mi debido a la gran velocidad con la que iba, gire mi cabeza hacia arriba para no ver a aquella criatura, me asusté un poco ya que creí que me había desviado, cuando un silbido hizo que bajara nuevamente la cabeza, me veía  con una expresión de burla. Rodé un poco mis ojos, sin duda era un presumido.

El viaje no duró mucho ya que note como el salía por un agujero, estaba a punto de salir yo también, cuando él me sujeto de la chaqueta para no salir disparada.

--Pff...principiante. --Me soltó, solo bufé para pararme del todo.

--Presumido. --Me aleje un poco de él para ver el lugar, me sorprendió mucho el ver qué era bastante hermoso, lleno de color verde por el musgo.

Estaba boquiabierta observando todo cuando noto que se acerca a mi y me susurra al oído-- Principiante. --Soltó una risa para después alejarse de mi, cerré mi boca para verlo con el seño un poco fruncido.

--Si que te gusta molestar. --Me cruce de brazos-- ¿Y ahora qué? --Él señaló un camino que llevaba a un hermoso campo de flores.

Empezó a caminar como si no estuviera ahí, así que solo lo seguí en silencio. A pesar de que nadie decía nada, el ambiente era cómodo, una que otra vez lo miraba de reojo, sin duda su expresión lo decía todo.

Llegamos a un área donde había unas rocas gigantes en forma de huevo, cuando estuvimos frente a ellos podía sentir que tenían la mirada en mi.

--Tranquilos chicos, es de los nuestros. --Dijo mientras me miraba de arriba a abajo, parecía que sospechaba de mi.

Enseguida los huevos gigantes se apartaron dejándonos pasar a aquel valle de flores. Me acerque a una flor al ver que se movía, me sorprendí cuando un huevo con piernas salió de ella.

Aster se acercó a mi con su cara sería para después hablar.

--Yo haré el trabajo, tu solo encárgate de no estorbar. --Se dió la vuelta para empezar a saltar hacia la multitud de huevos que había. Sin duda me había enojado por lo que había dicho, solo me cruce de brazos y me senté en el césped que había allí.

Estaba viendo cómo los huevos pasaban por debajo de unas flores de los pintaban, como entraban a un río púrpura y por último salían para obtener los detalles finales. En todo momento no había visto a aquel conejo engreído, por una parte lo agradecía, pero por otra parte empezaba a sospechar de que se había ido de ahí dejándome sola.

Me levanté del sitio con dificultad ya que estaba un poco entumecida de estar sentada en la misma posición. Me acerque a uno de los huevos gigantes y pregunté por el conejo, giro su cabeza para "señalar" una pequeña cabaña. La mire extrañada, di la gracias y camine hasta aquella cabaña.

Abrí la puerta dejándome ver una especie de taller, en las paredes había varios dibujos de diseños, pinturas por todos lados e incluso había un estante donde había varios libros. Asome un poco más mi cabeza dejándome ver al conejo sentado en una silla, parecía estar concentrado dibujando algo. Por educación decidí salir de ahí para que pudiera trabajar en paz.

Camine nuevamente al sitio de antes para volver a sentarme en el césped. Unos minutos después logre visualizar unos cuantos huevos decorados caminar hacia mi. Sin previo aviso saltaron a mis brazos para sentarse en ellos, a pesar de no tener ojos podría jurar de ellos me están viendo, como si jamás habían visto a un humano aquí.

--Les agradas. --Hablo un Aster serio acercándose a nosotros.

Solo quiero que creas en mi, nada más... (E. Aster Bunnymund x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora