Capitulo 3

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[...]  


Mientras la noche caía sobre las ciudad, había un ser de arenas negras que atormentaba los sueños de los infantes, parecía que con cada pesadilla que creaba más aburrido se sentía.

Sin poder combatir contra su aburrimiento decidió regresar a tu gran palacio, el cual se encontraba bajo tierra. Una vez llegando a su lugar preferido: "La sala del globo", se dedicó a solo pensar una alternativa de poder hacer que las pequeñas de color dorado que se situaban en la mayoría del globo terráqueo se extingan. A punto de encontrar el plan perfecto fue interrumpido por uno de sus corceles de arena negra, se giro molesto hacia aquel caballo provocando que este se desintegre y se convierta en arena negra. 

Aquel hombre al controlar la arena se dio cuento de que esta tomaba una forma por si sola, la forma de una joven, una joven con quemaduras, injertos de piel y cicatrices por todo el cuerpo y como si de telepatía se tratase descubrió que aquella joven había sufrido la perdida de sus seres queridos, se dio cuenta de que ella por una parte culpaba a los guardianes por no haberla protegido de aquel incidente. 

--Ahh... Con que ella culpa a esos engreídos por lo que le paso. --Dijo empezando a entender lo que aquella arena quería decirle-- Puedo utilizar eso a mi voluntad, es perfecto. --Dijo esbozando una sonrisa de "felicidad" por obtener su "plan perfecto"-- Creo que será mejor que vaya y empiece con mi plan, veremos que cara ponen esos ineptos al darse cuenta de que un humano les tiene la contraria, al ver que la raza que tanto protegen los traiciona. --Empezó a reírse a carcajadas mientras se convertía en sombras y oscuridad, al mismo tiempo reflejando la imagen de los guardianes. 

Aquel ser de sombra salió de su gran palacio para dirigirse a la ubicación de la joven, pensaba  manipularla y utilizarla para su gran plan, al fin y al cabo ambos tenían una cosa en común, se sentían traicionados por los guardianes. 

Llegó a una habitación de hospital, observó el lugar con una cara de desagrado, continuó recorriendo la habitación con la vista hasta que su mirada se posó en la cama donde dormía una joven plácidamente. Sonrió al ver que no la rodeaba la arena dorada de Sandman, así no podían saber sus planes antes de tiempo. 

Se acercó a la cama donde aquella joven descansaba, la miro detalladamente y soltó una risa para después convertirse nuevamente en una gran sombra. Su gran oscuridad se podía ver en la pared y con ello como avanzaba hasta posarse encima de la chica para después desaparecer en su interior.

[...]

Me encontraba en un camino muy oscuro, parecía ser un callejón, iba a empezar a dar el primer paso cuando escucho una escalofriante risa, me detuve y empecé a girar mi visión a todos lado con la intención de encontrar a su dueño, pero fue en vano. 

Aquella macabra risa empezaba a hacer eco en mis oídos, coloqué mis manos en estos con la intención de dejar escuchar aquella voz, sin éxito alguno me atreví a preguntar.

--¿¡Qué es lo que quieres?!-- Pregunte gritando ya que no soportaba aquella risa.

De repente en una pared de aquel callejón se formo la sombra de un hombre, me asusté y retrocedí varios pasos hasta chocar con la otra pared. Aquella sombra desapareció y apareció detrás de mi, me sobresalte e intente correr pero unas manos se posaron en mis hombros impidiéndome poder seguir, levante mi vista para encontrarme con aquel personaje del cuento de Katie.

--Me alegra que me reconozcas. --Dijo esbozando una sonrisa, había leído mi mente, solo me quede callada ya que no tenía la valentía de hablar.-- Mira, iré directo al grano de esto, te he estado observando por un largo tiempo y me he dado cuenta de tu lamentable situación.

Salió totalmente de la pared para pasar un brazo por mis hombros.-- Y te diré una cosa, nosotros tenemos algo en común, nos sentimos traicionados por los guardianes.-- Cerró su puño, me sorprendí y me aleje de de él.

--Oiga, ¿Quién le dijo que...

--Eso es lo que menos importa en este momento, ahora, déjame decirte que también tengo ese sentimiento hacía ellos. --Me quede callada dándole el paso a seguir hablando-- Verás, hace muchos siglos era amigo de todos ellos, excepto de es tonto inútil de Jack Frost.

--¿Quién?.

--Jack Frost niña. --Llevo su mano a si sien sobándola, parecía frustrado. --El niño que controla la nieve. El punto es que cuando ellos fueron elegidos para ser guardianes me olvidaron, los niños empezaron a verlos y creer en ellos, pero se olvidaron de mi, no hicieron nada para ayudarme. --Dijo con cierto dramatismo en su voz.-- Y aquí es donde tu entras, me ayudarás a hacer que los niños crean en mi y olviden a esos payasos.--Me apuntó con sus dos dedos índice.

--Escuche, amento lo que le paso, pero no quiero hacer algo como eso, además no estoy segura sobre que ellos me traicionaron, ni siquiera me conocen. --Dije con firmeza y temor en mi voz.

--Pero ellos conocen a todos los niños, además ellos se enteraron de el incendio que ocurrió en aquel edificio, ellos estuvieron ahí.-- Dijo colocándose detrás de mi poniendo sus manos sobre mis hombros.

--¿Quiere decir que?, ¿Ellos vieron todo lo que paso? --Dije estando en shock mirando a la nada.

--Si, lo se, es muy malo saber que ellos no hicieron nada para ayudarte, gracias a ellos estás así y gracias a ellos...murieron tus padres y mejor amiga o ¿Me equivocó? --Empezó a reírse por lo bajo.

--Ellos presenciaron todo y aún así dejaron que todo esto pasara. --Dije comenzando a sentir como mis ojos se llenaban de lagrimas, los cerré fuertemente para evitar llorar.

--Así es, ellos te han hecho esto, le han hecho esto a Verónica y a... Katie.

--¿Qué?

--¿Por qué crees que Katie no se ha recuperado del cáncer? Porque ellos son uno egoístas, prefieren no ayudar a una inocente niña, entonces ¡¿Qué dices?

--Y-yo...

--No tienes que darme una respuesta ahora, tómate tu tiempo para pensar, dentro de tres días vendré y decidirás.

--¿Y si decido no ayudarte? --Pregunté al notar que se dio la vuelta para irse.

--Tendré que acabar contigo y los que amas. --Dijo solo volteando la cabeza seguido de eso se marcho hacia la oscuridad.

[...] 5:15 am

Desperté exaltada por el sueño que tuve, mi respiración estaba agitada y por mi frente corría sudor frio, mire a mi alrededor notando que había una sombra en la pared de enfrente, me asusté más cuando se marcho a gran velocidad, seguido de eso retumbaba en mi cabeza lo de los tres días, lo de aquella propuesta y sobre todo la cara de ese hombre.

Acerque la silla de ruedas hasta mi cama y me subí a ella, salí de mi habitación abrigada ya que tenía planeado salir, tome el elevador para ir hasta la azotea del hospital.

Una vez en la azotea decidí salir para tomar aire fresco, el viento resoplaba por mi rostro y mi cuero cabelludo desnudo, suspire un poco y empecé a girar las ruedas de la silla hasta llegar cerca de la orilla, puse los frenos para evitar un accidente y me dediqué a observar la vista del comienzo del amanecer, el sol aún no salía pero el cielo estaba empezando a teñirse en tonos purpuras y rosados

Una vez en la azotea decidí salir para tomar aire fresco, el viento resoplaba por mi rostro y mi cuero cabelludo desnudo, suspire un poco y empecé a girar las ruedas de la silla hasta llegar cerca de la orilla, puse los frenos para evitar un accid...

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Sin duda este sería un día bastante extraño.

Solo quiero que creas en mi, nada más... (E. Aster Bunnymund x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora