Capitulo 12

566 60 8
                                    

--¿Perdona? --Lo mire--

--Ellos jamás se habían acercado tanto a un humano. --Se inco enfrente de mi viendo a los pequeños huevos que empezaban a acurrucarse en mis brazos.

--¿Ha habido más humanos aquí?

--Solo dos, una pequeña niña y tú, aunque a la niña le tenían más miedo que otra cosa. --Soltó uns pequeña risa mientras parecía recordar esos momentos.

--¿Y cómo llegó la niña aquí? --Pregunte extrañada.

--Por un descuido de Norte, dejo una de sus esferas al descubierto dejando que la pequeña logrará llegar aquí.

--¿Esfera?

--Si, esas esferas te pueden teletransportar a dónde tú quieras, solo debes decir a dónde quieres ir, después debes arrojarla al suelo para que se abra un portal a ese lugar. --Asentí entendiendo mejor su explicación.

--¿Y la niña? ¿Qué pasó con ella?

--Bueno, pues le mostré como decoraba los huevos, jugamos un poco y después me encariñé con ella.

--¿Aún la sigues viendo?

--Si, no tanto como me gustaría, pero con tal de poder pasar un poco de tiempo con ella me basta. --Sonrió mirándome con sinceridad, después reaccionó y la borro inmediatamente-- ¿Por qué no me hablaste cuando entraste al taller?

--Ah...bueno...creí que necesitabas concentración así que no quería distraerte. --Dije mientras veía los pequeños huevos que parecían  estar dormidos.

--Ya veo...te lo agradezco. --Lo mire sorprendida al oír esas palabras salir de su boca, en cambio él me miraba con una sonrisa poco visible, pero totalmente sincera. Sonreí al igual que él e incline mi cabeza en modo de respuesta.

Nos quedamos mirando a los ojos aún manteniendo aquella sonrisa sincera, ahora el ambiente era uno cálido y acogedor, hubiéramos seguido viéndonos así cuando desvíe mi mirada de la suya.

--Bueno...creí que tú pintaban todos los huevos. --Pregunte cambiando de tema.

--Solo algunos, a veces me gusta jugar con mi imaginación y crear mis propios diseños. --Dijo borrando un poco esa sonrisa-- Bien, creo que es momento de que te hable de mi especialidad. --Se levanto y tomo los pequeños huevos en sus patas, los acomodo para que no se cayeran y me ayudó a levantarme.

--Esta bien.

Caminamos hasta llegar a la cabaña, dejo los pequeños huevos en el césped junto a los demás y entramos a aquella choza, encendió la luz y se dirigió al estante para tomar un libro. Soplo en su tapa dejando ver una nube de polvo, volteo la cara a un lado con una muñeca para no inhalar ese polvo.

Cuando la nube se disipó me entrego el libro con su típica expresión.

--En este libro se escribió el significado de la pascua y la función del conejo de pascua. --Dijo dándome la espalda para sentarse en su silla y tomar un huevito para empezar a pintarlo-- Mi trabajo no solo es dar esperanza, sino también enseñar a los niños a buscarla. Con cada huevo que escondo, escondo un poco de esperanza a lo cual ellos deben de encontrarla. Cuando ellos la encuentran gozan y festejan, porque saben que hicieron una gran búsqueda para hallarla. La esperanza puede ser como las llaves, fáciles de perder, pero si las buscas ahí estarán.

En todo momento veía aquel libro, observando la portada de tapa dura, dónde venía la pintura de un conejo con traje y una canasta de huevos y regalos.

--¿Y si no la encuentran? --Hable por primera vez desde que llegamos a la cabaña.

--¿A qué te refieres? --Dejo a un lado el huevo y volteo a verme extrañado.

--Bueno, si los niños ya buscaron la esperanza y no la encuentran, ¿Qué pasa? --Lo mire esperando una respuesta, la cual no llego.

--Ahhh...pues...no...no estoy muy seguro. --Bajo la mirada empezando a pensar en alguna respuesta-- Tal vez sea porque no buscaron bien.

--Pero, ¿Y si buscaron hasta en el fondo del mar y nada? --Insistí--

--Entonces no están buscando en el sitio correcto. --Dijo sonriendo nuevamente al entender a lo que me refería en fondo.

--¿A qué te refieres? --Ahora era yo quien no entendía.

Aster suspiro y se levanté de su silla, camino unos pasos hasta quedar frente a mi, se agachó ya que él era más alto que yo-- Significa que no estás buscando donde debes. --Lo mire un poco sorprendida-- A lo que me refiero es que la esperanza no está con Pitch. --Abordo el tema sin querer sonar ofensivo.

--No te entiendo. --Seguía sin entender, aunque empezaba a ponerme a la defensiva.

--Mira _____, tu no buscas la esperanza, lo único que buscas es algún otro sentimiento parecido para sanar ese vacío que dejó la esperanza, si de verdad buscas la esperanza, ya la habrías encontrado.

Me quedé viéndolo sorprendida, trataba de contener mis ganas de responderle, pero él tenía razón, suspiré y baje la cabeza algo avergonzada al saber que el reconoce que estaba a punto de ir al bando contrario.

--Lo siento.

--No debes de lamentar nada, es algo que las personas tienen en común, pueden llegar a cometer errores sin saberlo. --Dijo tomándome de los hombros para que lo viera.

Lo mire con una pequeña sonrisa, creo que es la primera vez que no peleamos al hablar de este tema. Su mirada reflejaba que todo estaba bien, me demostraba confianza y de alguna u otra manera, me sentía cómoda al estar con Aster.

--Creo que es hora de volver, debe de ser tarde. --Dije rompiendo aquel cálido momento, el solo reaccionó y asintió mientras sonreía un poco .

Me di la vuelta para salir cuando vimos a casi todos los huevos estando en la puerta de la cabaña, mire a Aster para saber que hacer cuando el tomo la palabra.

--Bien pequeños, no hay nada que ver, solo estábamos hablando de mi trabajo. --Empezo a agitar sus patas corriendo a los pequeños huevos de la entrada dejándonos salir.

Una vez afuera de la cabaña golpeó el suelo un par de veces, provocando que se abriera un hoyo.

--Damas primero. --Dijo con burla, yo solo rodé mis ojos mientras sonreía y salte a aquel hoyo.

El viaje lo disfrute un poco más ya que estaba más confiada. Aparecimos en el suelo de mi habitación, la cual ya estaba algo oscura por la noche.

--Bien...ya llegamos. --Dijo sin saber cómo empezar la despedida.

--Si, eso parece. --El ambiente ahora era algo incómodo-- Bien, entonces nos vemos luego.

--Si, seguro...este...descansa. --Dijo empezando a ponerse nervioso.

--Claro, tu también. --Asintió y salto adentro del hoyo nuevamente, respire hondo tocando me la frente por el momento incómodo.

Me cambié de ropa y me acosté en la cama, recordé como la había pasado con Aster y sin duda era algo agradable estar con él. El sueño poco a poco me fue ganando quedándome dormida con una pequeña sonrisa.

Solo quiero que creas en mi, nada más... (E. Aster Bunnymund x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora