Capítulo 11

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Harry

-Sé lucio está noche, señora Emma -dije con una sonrisa sincera- me gustó su colección.

En verdad estuvo bonita.

-Gracias, Harry - Su sonrisa se parecía mucho a la de Madison.

Cada vez que hacía un gesto me recordaba a ella, se parecían mucho.

Espera, ¿Por qué rayos pensaba en Madison? Ni siquiera quería nada con ella.

Porque te atrae su hermosura, imbécil.

Maldita conciencia.

-Hijo, porque no vas a disfrutar de la fiesta mejor. William está aquí.

Fingí que me interesaba y acepté ir a buscarlo, claramente todos sabíamos que no iba a hacerlo. Me arriesgaba más, mejor me quedaba tranquilito. No. Creo que mejor buscaré a una personita de baja estatura y cuyo apellido es Anderson.

Choqué con muchas personas mientras la buscaba. Bingo. Al parecer un minion estaba jugando con... ¿Otro minion? Okey tengo que dejar de llamarla minion.

Pero es que realmente lo era al lado mío. Yo mido un metro noventa y ella creo que mide ¿un metro cincuenta y cinco? No sé la verdad, pero era muy pequeña a mi lado.

Igual que al lado de su amiguito de toda la vida.

Al idiota de William, me vale.

Volviendo a la realidad, prácticamente estaba a unos cuantos metros de cierta señorita. Mi plan era tropezar apropósito con ella y entablar una pequeña conversación, luego, irme. ¿Por qué? Fácil respuesta, Madison no dejaría que me vaya.

- ¿Tú? ¿De nuevo?

-Auch-me llevé una mano al pecho- eso dolió, creí que me extrañabas.

-Creíste mal entonces.

Ella dijo algo más, pero no a mí, sinceramente no me percaté que decía ni a quién. Se giró a mí y me hablo de nuevo.

- ¿Qué quieres, Harry? -me dijo mientras se cruzaba de brazos.

-Oh, si me lo preguntas así de seria, entonces diré la verdad -di un paso para acercarme a ella más- espero que recuerdes lo que pasó en el ascensor por...

-Sin rodeos y no recuerdo nada. Hoy me subí muchas veces a varios ascensores.

-Voy a dejar pasar el hecho de que me interrumpiste porque...

- ¿Vas a dejar pasarlo? ¿Por qué? ¿Qué harás, Harry?

-Dos veces, eso es irritante y...

- ¿Entonces te molesta que haga eso?

Okey, ella volteó el tablero de mis planes. Buena jugada.

-Correcto.

-Ya van tres veces que te interrumpo-dio un paso más- ¿Acaso colmo tu paciencia?

-Primero-di un paso más- lo haces siempre. Segundo, a veces pones de los nervios a la gente y...

- ¿A los demás o solo a ti?

Solo a mí.

-Todos, pero no a mí.

- ¿Seguro? -dio un paso más y me miró fijamente a los ojos.

¿Soy yo o hace calor aquí? Ni siquiera me he dado cuenta de que nuestros rostros están a centímetros.

Y sí, ella era la única persona que me podía poner nervioso en cuestión de segundo. Eso no quita que yo también pueda hacerlo.

El Último AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora