Harry
-Apoye mi mano derecha en el casillero de Madi- Hola, ¿salimos hoy? -dije mientras ponía ahora sí, mis dos brazos, de forma en que la acorrale en el casillero.
-Que directo. -aparto mis dos brazos con sus manos y comenzó a caminar.
- ¿Eso es un sí?
-Tal vez.
Le seguí el paso mientras nos dirigíamos a la cafetería- Me sorprendes, Anderson.
- ¿Por qué? - se cruzó de brazos y soltó una pequeña risa- Ah, cierto, estás acostumbrado a que todas las chicas acepten a lo que tú quieras.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-Que no mujer.
-Qué poca paciencia.
-Mira quien habla. -solté una carcajada.
Ella me miro como si me fuera a matar con tan solo mirarme. Tenía unos ojos muy bonitos, eran marrones. Su mirada era muy fuerte y creo que sí la llegabas a conocer bien, podías saber lo que estaba pensando con tan solo mirarle los ojos.
Lamentablemente, tú no la conoces tan bien.
Y tampoco hay que encariñarnos, solo serán unos meses con ella. No toda la vida.
Ya idiota, para esto.
Ella se comenzó a reír- ¿YO? Soy la persona que más paciencia tiene en el mundo.
-Mentira.
-Cállate.
Juro que iba a responderle "cállame", pero Jane no colaboro mucho. Justo se le antojo llamarnos. Que pesada.
-!Chicos¡
Pase mi mano por la cintura de Madi y fuimos a la mesa donde se encontraban, Jane y Williamsito. Como amo a ese chico. Él también me ama porque siempre que me ve me quiere pegar de amor. El amor que nos tenemos es precioso.
Adoro tu sarcasmo.
Gracias.
-Quería invitarlos a la fiesta de hoy, en la casa de Alice -dijo la rubia entusiasmada- es a las nueve, ¿Qué dicen?
-Si Madison quiere ir, entonces vamos.
Que relajadito que estas.
Madi respondió con tristeza- No creo que me dejen, tengo una cena ya que vendrá mi hermano.
Hace unos días estaba planeando salir con Madi a dar un paseo. Y está es la ocasión perfecta para hacerlo. -Sobre eso, quería salir contigo en la noche. -di un sorbo a la bebida que Madi me dio antes de venir a la mesa- le pedí permiso a tus padres y dijeron que sí. -le sonreí dulcemente- Así que podemos ir a la fiesta.
La bonita chica me miro entusiasmada y a la vez le habló a Jane- ¿A qué hora vamos?
-Nueve - afirmó a los segundos la rubia- nos vemos ahí.
Madison se levantó y la seguí, para después entrelazar nuestras manos.
- Ahora sí, ¿en qué nos quedamos?
-En nada.
-Ah, ya me acorde. Me dijiste cállate.
-Y lo hiciste.
Ella soltó mi mano y yo me quede parado viéndola como se iba.
-Mierda, Anderson. -ella se paró y se volteó hace a mí.
- ¿Qué? -se cruzó de brazos.
-Esto es irritante-dije señalándonos a los dos- no eres como las demás.
Y tenía razón en lo que decía. Madison no era cualquier chica, a diferencia de las demás, ella prefería tocar su bendito piano a que salir conmigo. Y joder, eso me daban ganas de besarle y rogarle que salga conmigo por favor. Pero obviamente no lo haría.
-Harry Lennox. No soy como las demás chicas. -comenzó a dar pasos hace a mí- No me muero por ti, no me muero por nadie, prefiero estar sola en la vida. Porque así evitó que me lastimen, evito que idiotas como tú, entren a la vida de cualquier chica y crean que somos un juguete y no tenemos sentimientos. -puso un dedo en mi pecho y me empujó- Así que más te vale que no me decepciones, porque si no quieres nada conmigo, ya sea una relación amorosa o amistosa, entonces lárgate de mi vida.
Recapacita, te está dando un escape. No la hagas sufrir.
A pesar de que Madi tenía razón. No le hice caso. Mentí.
Pero eres estúpido.
-Tome su muñeca y jale su cuerpo al mío- Quiero estar contigo, solo contigo, no con nadie más. Así que cállate y bésame.
-Cállame. -me miro retándome.
-Estaba esperando a que dijeras esa palabra.
Tome su cintura entre mis manos y la bese. Mentiría si les dijera que le di un beso tierno. Sus malditos labios seguían sabiendo a frutos rojos y eso me encantaba. Pero eso no dejaba que una parte de mí se siguiera sintiendo culpable.
***
Que gran conversación la de mis compañeros, de verdad, porque ya quiero estampar mi cabeza contra un casillero. Me aburren.
¿Quién te mando a juntarte con ellos?
Nadie, tú cállate.
Di un resoplido y me fui caminando para buscar mi casillero, bueno no, eso no.
Estaba buscando a...
-Así que ahora estás con Madison.
Natalie llego.
La estoy viendo no soy ciego.
- ¿Te vas a quedar callado?
-Nat no me tienes que venir a reclamar nada, ya no somos nada.
-Harry es que estás loco. Ella no es para ti y nunca...
- ¿Y quién es para mí? ¿Tú?
-Tal vez sí, pero apártate de Madison.
-Natalie, no somos nada, estás saliendo con Lawrence.
-Sí, que es mucho mejor que tú.
- Me importa un carajo.
-A mí me importas un carajo.
-Si te importara un carajo no vendrías a decirme que no esté con Madison.
La castaña se acercó a mí y quedamos a centímetros.
-Harry, los dos sabemos que solo estás con ella para poder olvidarme.
Ella se volteó y se fue. La verdad es que no sabía a qué venía todo este mini teatro que hizo, eso me llevaba a una sola conclusión, la chica está loca y a mí me importa un carajo lo que me diga así que iré por un burrito.
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El Último Adiós
Teen FictionMadison está enamorada de William, pero no hará nada al respecto y tendría que ver como es feliz. Su anterior amigo; Harry, vuelve a entrar en la vida de los dos. ¿Que pasaría si ella comienza a sentir algo por Harry? Y si ¿William se da cuenta que...