Ariana POV
—Siento que las citas no me hayan ayudado a recuperar mis recuerdos.— Dijo T/N con algo de tristeza en sus ojos.
—Oye no, no te disculpes, ¿vale? No es tu culpa que no haya funcionado, intentaremos otra cosa.— Agarré sus manos con las mías.
—¿Y si no los recupero nunca?
—Entonces crearemos unos nuevos.— Ella asintió lentamente.
—Eso me gustaría.
—A mí también.
Me sentí más que aliviada al oírla decir eso, ya que había una parte de mí que pensaba que no querría hacerlo. Pero la felicidad duró poco al recordar lo que tenía que decirle. Han pasado casi dos semanas desde el ultimátum de Jordan y aún no he reunido el valor suficiente para contarle lo que hice.
Sé que soy una cobarde pero también una egoísta porque veo que a T/N le estoy empezando a gustar románticamente o quizás ya le guste. En otras circunstancias me alegraría mucho por eso pero ahora mismo lo único que me hace es hundirme con más culpa.
Después de la fiesta todas se quedaron a pasar la noche, incluida Athena. A la mañana siguiente las cosas para mí fueron incómodas ya que tenía a Athena tratando de hablarme cada vez que podía así que tuve que contestarle para que no pareciera sospechosa.
Además, Jordan me miraba mal y me hacía sombra hasta que salió de la casa. T/N, Courtney y Alix no se dieron cuenta o prefirieron ignorar el desagrado poco común de Jordan hacia mí.
—Creo que estamos listas para irnos.— Dije cambiando de tema.
—Sí, yo también, vamos.— Dijo T/N dándome una pequeña sonrisa que parecía notar el cambio.
T/N y yo hemos quedado con Courtney y Jordan en un restaurante del centro para comer. Las cuatro hemos estado pasando mucho tiempo juntas, que por mucho que quiera a mi mejor amiga, su novia se está asegurando de que todo ese tiempo sea un infierno para mí.
Salimos de la habitación y nos dirigimos a la planta baja. Esa es otra cosa, desde esa noche T/N ha estado durmiendo conmigo en nuestro dormitorio cada dos noches. Ahora puede subir las escaleras sin problema pero dudo que esa sea la razón por la que duerme aquí. Nunca me dijo por qué y nunca la cuestioné, simplemente sube aquí, se acuesta en la cama y me abraza, eso es todo.
—Sabes que aún nos queda París.— Dijo mientras nos alejábamos de nuestra casa.
—¿París? ¿Estás dispuesta a ir hasta París solo para que podamos recrear nuestra luna de miel?— Pregunté sorprendido por ello.
—Sí. Sé que puede que no funcione del todo, pero pensé que merecía la pena intentarlo y, si no funciona, al menos habremos podido viajar.— La miré de reojo sin desviar la mirada de la carretera y asentí.
—De acuerdo.
—¿De acuerdo?
—Sí, hagámoslo, la última vez nos divertimos mucho y fuiste una buena guía turística.
—Bueno, no me sorprende que sea una guía bastante increíble.— Dijo T/N con suficiencia.
Puse los ojos en blanco, pero no la contradije, sino que encendí la radio y dejé que la música llenara el coche, ahora silencioso. Cuando volví a poner mi mano sobre la palanca de cambios sentí que T/N ponía la suya sobre la mía y las entrelazaba lentamente. Miré brevemente hacia abajo con una sonrisa y vi que T/N estaba mirando por la ventana.
Dios, ¿cómo voy a decírselo?
Cuando por fin llegamos al restaurante la pareja ya nos estaba esperando dentro y en la mesa.
