17.

906 99 18
                                    

Ariana POV

—T/N.

—¿Puedo?— Miró dentro y luego a mí. 

—Por supuesto, esta es tu casa.

—Sí, no se siente así.— Murmuró mientras pasaba junto a mí y entraba en la casa. —No tardaré mucho, solo he venido a por unas cosas.— Sentí que entraba en pánico.

—No no no, T/N por favor hablemos, por favor.— Prácticamente le supliqué mientras la seguía. 

—No tenemos nada que hablar, tu me mentiste y me engañaste, hemos terminado, quiero el divorcio. Espero que tengáis una buena vida.— Sentía que mis lágrimas empezaban a rodar por mis mejillas. Me puse delante de ella impidiendo que subiera a por sus cosas. No voy a dejarla ir antes de que al menos me escuche. 

—Por favor solo... déjame explicártelo y luego puedes decidir si me quieres fuera de tu vida, por favor.— Ella parecía conflictiva decidiendo si me escuchaba o no y después de un tiempo sin respuesta finalmente asintió con la cabeza y se sentó en la cocina.

—Tienes diez minutos, nada más.— Tomé aire, vale, lo que diga a continuación puede arruinar o posiblemente salvar mi matrimonio. 

—¿Dónde has estado?

—Me pediste que te dejara explicarte y lo estoy haciendo, no estoy aquí para que me interrogues. No es asunto tuyo dónde haya estado.

Sus palabras duelen pero sé que me lo merezco, así que solo puedo aceptarlas.

—Lo sé, lo siento.

—Di lo que quieras decir y acabemos con esto.— Dijo sin cuidado. 

—Lo que escuchaste la otra noche sobre Athena y yo...

—¿Que te acostaste con ella? Sí, lo recuerdo.— Suspiré. 

—Sí eso, quiero explicarte cómo sucedió.— T/N negó con la cabeza y se levantó.

—No quiero escuchar eso.

—Has dicho que me escucharías y aún no se han acabado los diez minutos.— Me quejé y ella se sentó de nuevo. 

—Continúa.— Murmuró sin mirarme. 

Así que comencé y le conté todo sin perder un detalle. Desde que Athena había estado allí desde su accidente, pasando por la semana anterior hasta lo que hice y finalmente el día que ocurrió, por qué, cómo y cuándo sucedió. Pude ver muchas emociones cruzando su rostro mientras le contaba todo, no pude reconocerlas todas pero las que más vi fueron la ira, la tristeza y la traición. 

Nos sentamos en silencio mientras T/N asimilaba y procesaba todo lo que le contaba. Estaba tan nerviosa que incluso pensé que me desmayaría en cualquier momento, solo quería saber lo que estaba pensando antes de que la espera me matara. 

—Te enteraste de que los médicos querían prácticamente matarme y luego una semana después estabas siendo follada por mi amiga, que también se acostó conmigo en el pasado.— Cuando lo dice así hace que me odie aún más. Me preparé para hablar, pero T/N continuó su discurso. —No solo eso, sino que vosotras dos también follasteis en la casa que compré para nosotras, ten en cuenta que mientras yo me estaba muriendo. Se suponía que era la casa donde criaríamos a nuestros hijos, donde formaríamos una familia y tendríamos una vida juntas, Ariana y tú... lo arruinaste. No me malinterpretes, le daré una paliza a Athena cuando la vea por haberse aprovechado de ti, pero eso no cambia el hecho de que me engañaste. Estar borracha no es una excusa.

—Todavía podemos tener eso, T/N por favor dame la oportunidad de demostrártelo.— Le rogué mientras tomaba sus manos. Y/N solo negó con la cabeza esta vez con algunas lágrimas cayendo de sus ojos.

—No puedo, no puedo.— Retiró sus manos de nuevo. 

—¿Por qué no?— Pregunté oyendo mi voz quebrarse. 

—¡Porque no puedo mirarte sin sentir asco por lo que hiciste Ariana!— Escuchar eso me dolió aún más que antes pero sabía que tenía que aceptarlo todo. 

—Podemos superar esto, por favor, perdóname.

—No puedo.— Resopló ella. Asentí sintiéndome derrotada.

—Sólo dime una cosa.

—¿Qué?

—Dime que ya no estás enamorada de mí y te dejaré. Firmaré los papeles del divorcio si eso es lo que quieres. Pero solo dímelo.— Esos ojos verdes que ahora parecían tan rotos me miraron fijamente después de lo que parecía una eternidad. Su boca se abrió y se cerró varias veces antes de decir algo.

—Yo... tú... no puedes hacer esto.— Se puso de pie y miró a todas partes menos a mí.

—Dímelo, por favor.

—Sabes la respuesta a eso y no es justo.

—Entonces yo lo diré. Te quiero T/N. Estoy tan enamorada de ti que saber que te perderé me está matando.

Ahora T/N estaba llorando a mares delante de mí. Es raro verla llorar porque desde que conozco a T/N creo que solo la he visto hacerlo dos veces, siendo esta la segunda.

—Sabes que yo también te quiero Ariana, pero no puedo seguir haciendo esto.— Acaricié su mejilla y me sorprendí cuando no se echó para atrás ni me empujó.

—Perdóname, por favor, solo dame una oportunidad.

—Todo lo que haces es herirme, Ariana.— Sus palabras se sintieron como una apuñalada en la tripa porque sé que eran ciertas. T/N nunca ha hecho nada para herirme, nunca me ha hecho mal ni siquiera antes de que tuviéramos una relación y sin embargo he perdido la cuenta de todas las cosas que he hecho. Desde apartarla de mi vida durante dos años hasta engañarla.

—Lo sé, cariño, y lo siento... Dios, lo siento muchísimo.— La abracé mientras ahora lloraba con ella.

—Quiero perdonarte pero no puedo...— T/N se apartó para mirarme. —Ariana te confiaría mi vida, has estado a mi lado en el momento más duro de mi vida. Ahora no sé si fue por pena o por culpa pero estuviste ahí... pero no estoy segura de poder volver a confiarte mi corazón.

—No fue por nada de eso fue porque te quiero tanto, T/N, que nunca podría ser por eso.

—Voy a recoger mis cosas.— Se giró para dirigirse a las escaleras.

—No, T/N.— Lloré y agarré su mano haciendo que me mirara de nuevo.

—Solo voy a coger algunas cosas, necesito un tiempo a solas para pensar pero... Volveré y hablaremos de nuevo. Solo necesito tiempo sola.

—¿Puedes al menos hacerme saber que estás bien?— T/N asintió.

—De acuerdo.— Dejé que fuera a por sus cosas mientras yo me quedaba aquí abajo. Lo último que quería era agobiarla.

Una vez que T/N bajó tenía una bolsa en su mano mientras en la otra tenía su muleta.

—Esto es todo, ahora me voy.— La seguí hasta la puerta sabiendo que nada de lo que dijera haría que se quedara.

—¿Volverás?— Ella suspiró.

—Solo dame tiempo, Ariana, como dije, necesito pensar en todo. No te preocupes, no voy a desaparecer.

—Vale. Adiós T/N... Te quiero.

—Adiós.

Eso fue lo único que dijo antes de salir de la casa. Vi su coche aparcado fuera pero parecía que lo conducía otra persona, dejando una sensación inquietante en la boca del estómago.

Rejecting Eternity (Ariana/tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora