18.

988 111 23
                                    

T/N POV

—Gracias de nuevo por el loft, papá.— Dije por teléfono.

—No hay problema, pero tengo una petición para ti, T/N.— Suspiré, sabía que iba a querer algo a cambio. Como siempre.

—¿Y es...?

—Ven a la mansión, hace tiempo que no te veo.

—Papá...— Me interrumpió.

—Por favor, T/N.— Por primera vez en mi vida me lo pidió en lugar de darme otra orden.

Creo que el que yo casi me muera le hizo replantearse sus decisiones vitales. Debería haber intentado casi morirme antes si supiera que eso era todo lo que necesitaba para hacer entrar algo de sentido común y compasión en esa cabeza.

—¿No puedes venir tú? Todavía no puedo conducir y no quiero molestar a nadie.— Respondí.

—¿Por qué no me lo dijiste? Podría haberte asignado uno de mis chóferes hasta que pudieras conducir.

Ah, sí.

—No lo había pensado. En fin, ¿vienes?

—Por supuesto, estaré allí en media hora.

—Genial, nos vemos entonces viejo.

—Adiós, T/N.— Colgué el teléfono y lo puse en la encimera de la cocina.

Mi padre me permitió quedarme en uno de sus muchos lofts en la ciudad, no me preguntó la razón por la que necesitaba un lugar para quedarme pero supongo que esa es la razón por la que vendrá más tarde.

Me quedé en casa de Alix sólo por dos días ya que primero, me sentía como una intrusa, segundo, su compañera de piso me miraba mal cada vez que me veía por el apartamento y tercero, dormir en el sofá estaba haciendo que me doliera mucho la espalda y Alix dijo que eso no era bueno para mí porque además de mi pierna mi espalda era lo segundo que más estaba dañado. Alix me ha llevado en mi coche pero no salgo mucho más que ese día que fui a ver a Ariana.

No quiero pedirle nada más a Alix ya que ha hecho mucho por mí, incluso le ofrecí regalarle mi coche, un Mercedes Benz AMG GT, el que ha estado conduciendo pero se negó y dijo y cito 'No puedes regalar coches como si fueran caramelos'.

Ahora que mi padre me presta uno de sus chóferes me aseguraré de que acepte ese coche. A ver qué hará cuando el coche esté en su aparcamiento y las llaves dentro de su apartamento.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de mi teléfono sonando, lo cogí y contesté sin ver quién llamaba.

—¿Sí?— Dije en el teléfono.

—Hola T/N.— Escuché a Ariana desde el otro lado de la línea. Me acomodé en mi asiento antes de responder.

—Ariana, hola.

—¿Cómo estás?— Preguntó incómoda.

—¿De verdad quieres que responda a esa pregunta?

—Yo... tienes razón, lo siento.— Murmuró.

Odiaba estar así con ella pero una gran parte de mí está muy enfadada con ella. He tratado de entenderla y lo que me dijo ese día, pero cada vez termino enfadando y sintiéndome traicionada, quiero perdonarla y olvidar lo que pasó, pero tengo el corazón roto, estoy tan disgustada y quiero cortar con ella, terminar con nosotras.

Pero luego viene la otra parte, la parte que está total y ciegamente enamorada de ella que no me deja acabar con esto aunque deba hacerlo.

Luego está Athena, no me importa mucho, está muerta para mí pero si la vuelvo a ver estará muerta de verdad. Pensé que era mi amiga y me traicionó todo el tiempo probablemente esperando el momento para hacer su jugada con mi esposa y yo estando medio muerta era exactamente lo que necesitaba. Esa es también la razón por la que no culpo completamente a Ariana.

Rejecting Eternity (Ariana/tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora