20.

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T/N POV

Ariana y yo probamos la terapia de pareja y ha ido bien, hemos tenido ya cuatro sesiones y fueron bien, no hubo peleas entre nosotras durante estas últimas cuatro semanas. Incluso las navidades y el año nuevo fueron sin problemas. 

Hasta hoy. 

Verás, yo no quería pelear, para nada y sinceramente fue algo estúpido, pero ninguna de nosotras pudo dejarlo pasar ni siquiera cuando llegamos a casa. 

—¡No tenías que gritarle!

—¡Sí tenía que hacerlo, él estaba mirándote y coqueteando y tú no dijiste nada!— Di un portazo al entrar. 

—¡No estaba coqueteando conmigo!

—¡Si lo hacía, era obvio!— Moví los brazos con frustración. 

—¡Y qué si lo estaba haciendo! No puedo evitar que la gente lo haga ¡eso pasa, así es la vida!— Ariana se acercó a mí. 

—Porque eres mía.— Nos miramos a los ojos por un momento demasiado largo y luego me agarró por la parte posterior de mi cabeza y nos unió en un beso áspero y caliente y hundió su lengua dentro de mi boca tomando todo el control del beso. 

Es tan sexy cuando intenta tomar el control en la cama. 

La palabra clave es "intenta". 

Pronto acabamos en nuestro dormitorio ya medio desnudas una encima de la otra. 

—Me encanta cuando te pones celosa y posesiva, es tan sexy.— Ariana me mordió el lóbulo de la oreja. —Me pone tan cachonda. 

—Si esta es la reacción que obtengo entonces lo seré más a menudo.— Sonreí y mordí su labio inferior tirándolo un poco y ella gimió ante eso. 

—Joder T/N me tienes muy mojada.— Susurró con voz ronca. 

—¿Si?— Ella gimió y asintió, agarró mi mano y la puso sobre su ropa interior que ya estaba empapada. —Joder, diva.— Murmuré mientras dejaba un rastro de chupones a lo largo de su cuello y su pecho. Luego chupé uno de sus pezones y me gané un gemido de ella. 

No podía esperar más, así que le arranqué las bragas a Ariana destrizándolas en el proceso. 

—¿De verdad? Estas son las quintas que cortas.— Dijo Ariana molesta. 

—Te compraré toda la tienda si quieres.— Ella entrecerró los ojos.

—Más te vale.— Me reí y estaba a punto de ponerme a trabajar antes de que Ariana me apartara la cabeza haciéndome volver a mirarla con confusión y un poco de frustración sexual. 

—¿Qué pasa?— Se mordió el labio y pensó un segundo.

—Nada, solo quería que probáramos algo nuevo.— La miré aún confundida pero volví a acercarme y besé sus labios húmedos.

—Claro, ¿qué es?

—En la mesita de noche, el primer cajón.— Señaló con la cabeza hacia él. 

Me moví un poco y extendí mi brazo para buscar lo que fuera que Ariana estaba diciendo y una vez que lo toqué supe lo que era. Lo cogí y lo saqué del cajón.

Le sonreí tortuosamente ya que ahora parecía un poco tímida.

—¿Un consolador con correa?— Me reí. Ariana frunció el ceño y me pegó el brazo.

—¿Por qué te ríes, qué es tan gracioso?

—Nada.— Volví a reír. 

—Ríete una vez más y me iré de aquí y tendrás que masturbarte.— Ahora no pude evitar reírme. 

Rejecting Eternity (Ariana/tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora