Ariana POV
—Está despierta
Eso fue lo único que necesité para levantarme y correr hacia mi coche para llegar al hospital tan rápido como pueda. Courtney, por supuesto, me siguió y no me dejó conducir por temor a que pudiéramos tener un accidente ya que mi cabeza no estaba concentrada en la conducción en ese momento.
En el camino tuvo que enviarle un mensaje a Jordan con la noticia para que pudiera encontrarnos en el hospital.
Kenneth no me dio más información y eso me estaba volviendo loca. No podíamos llegar lo suficientemente rápido y me costó todo lo que pude para no salir del coche y correr hasta el hospital.
Una vez que entramos en el aparcamiento, ni siquiera esperé a que Courtney aparcara el coche y me apresuré a entrar en el hospital.
—¡Ariana, espera!— Escuché a Courtney gritar desde el coche pero no me detuve.
Me dirigí al interior y fui tan rápido como pude pero no corrí ya que no quería que nadie me detuviera. Fui al ascensor pero no estaba en la planta así que utilicé las escaleras. Puede que a los demás les parezca que estoy loca, pero en este momento no podría importarme menos. Paso a paso esto parecía no tener fin hasta que finalmente llegué y corrí por el pasillo hasta que me encontré con la puerta de su habitación y sin dudarlo la abrí.
Allí estaba ella, sentada en la cama despierta con sus padres y los médicos al lado de la cama y ahora me miraban. Al instante me apresuré a acercarme a ella y la envolví en un abrazo. Me sentí surrealista al tenerla de nuevo en mis brazos, no pude detener las lágrimas que corrían por mi cara ni los sollozos.
Con ella en mis brazos me sentí en casa. Por fin, después de dos largos años, me sentía completa.
—Has vuelto.— Murmuré contra su hombro.
Luego me aparté y la besé. Era casi extraño que mis labios tocaran los suyos después de tanto tiempo, pero se sentían igual. El beso fue rápido y terminó antes de que me diera cuenta. Me aparté para ver esos ojos verdes que rondaban mi mente, pero en lugar de encontrar la luz y el amor habituales en ellos, encontré confusión.
—No es que no me guste que me bese una chica guapa pero... ¿te conozco?— Fruncí el ceño.
—T/N, deja de bromear no es gracioso.— Dije nerviosa.
—Lo siento pero no estoy bromeando. De verdad no sé quién eres.— Dijo con sus ojos verdes mirando a los míos con total confusión.
Un sentimiento de pavor y angustia se filtró una vez que confirmé mirando la cara de sus padres y del médico.
Me aparté lentamente de ella y miré al médico.
—¿Qué... por qué no sabe quién soy?— Podía sentir que empezaba a entrar en pánico.
—Señorita Grande, por favor, cálmese y respire para que pueda explicarle que le ha pasado a su esposa. Respire con mi ritmo, ¿puede hacerlo?
Ni siquiera me di cuenta de que estaba hiperventilando. Pero hice lo que el doctor me dijo y me ayudó a igualar su respiración, me tomó un par de minutos hasta que estuve bien de nuevo. Hacía tiempo que no tenía un ataque de pánico.
—Espera. ¡¿Su esposa?!— Intervino T/N sobresaltada.
—T/N por favor, deja que el doctor te explique primero y luego hablaremos.— Dijo Kenneth con Amanda a su lado. No estaban juntos ni nada por el estilo pero su relación se fortaleció después del accidente.
