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RIVALRY ❝ capítulo catorce ! ❞ PROMESAS ROTAS
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AL DÍA SIGUIENTE ME SENTÉ A ALMORZAR, ANSIOSA POR ALIMENTAR MI RUGIENTE BARRIGA. Cuando empecé a abrir mi bolsa de manzanas, una frenética Lola se dejó caer a mi lado.
—Anastasia Mantle, ¿te has enterado?—Preguntó, mientras yo seguía abriendo mi bolsa de manzanas. Le di un mordisco a la suculenta fruta, mientras la miraba perpleja.
Sólo me había llamado por mi nombre en una ocasión en el pasado, y cuando lo hizo fue para informarme de que Reggie estaba molesto conmigo por entablar una conversación amistosa con Moose.
Supuso que estábamos saliendo. No lo éramos, por supuesto, pero de todos modos se puso en mi contra. Y por supuesto, luego se disculpó como siempre.
—Verónica le dijo a Archie, quien se lo dijo a Reggie, que te estás metiendo con un Serpiente, y no está contento—.Dijo, acercándose a mi cara.
—¿Es cierto?—Preguntó.
No sabía qué decir. No sabía más bien si estar molesta o aliviada. En realidad me gustaba mucho Sweets, independientemente de su afiliación al llamado 'lado oscuro'. No me importaba eso.
Pensé que los Bulldogs habían superado esta aversión contra las Serpientes. Pensé que tal vez, sólo tal vez, si me involucraba románticamente con Sweets, no sería un problema tan grande.
Pero vaya que me equivoqué.
Las puertas dobles se abrieron de golpe segundos después. Eran Reggie y Archie, detrás de ellos estaba una Verónica llena de culpa.
No tuve tiempo ni de hablar. Reggie me agarró del brazo, no demasiado fuerte, pero sí lo suficiente como para que mis pies apenas tocaran el suelo.
El rostro de Archie estaba rojo escarlata. Sus ojos cambiaban entre un marrón oscuro y un negro sólido, debido a la inmensa cantidad de ira acumulada en su interior.
El sol me daba directamente en los ojos de color avellana. Los entrecerré y levanté la mano para proteger mis ojos del sol.
Entonces me vi obligada a darme la vuelta, ahora de cara a mi hermano y a los demás, incluida Lola, que nos seguía por detrás.
—Quería pasar página, Anastasia. Quería dejar todo esto atrás, detrás del lado norte, ¡pero eso no significaba que quisiera que mi hermana se escapara y se metiera con una serpiente de sangre fría!—Sus cejas estaban muy juntas mientras escupía.
Me callé la boca. Supuse que tenía mucho más que decir, y le iba a dejar hacerlo.
—El hecho de que hayamos hecho las paces con ellos no cambia el hecho de que son amenazantes, malvivientes y drogadictos, tan enganchados a la toxicidad que no pueden ver más allá de sus estúpidas payasadas—.Continuó.
