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RIVALRY ❝ capítulo veinticuatro ! ❞ EXODUS
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DISCLAIMER !! este capítulo trata la violencia y ansiedad/ataques de pánico. si los temas te causan algún problema POR FAVOR leerlo a su discreción. son temas serios y no quiero que nadie se sienta incómodo, o allá algún problema. gracias.
—LO SACÓ DE LA MALDITA CARRETERA—.DECLARÉ, mirando a Cheryl, Lola, Toni y Betty. Todas se quedaron sorprendidas por mi declaración.
—Espera, espera, espera...—empezó Toni, dando un paso hacia mí antes de completar su pensamiento,—Verónica Lodge, ¿como la Verónica Lodge?—.
Lola la miró, poniendo los ojos en blanco antes de afirmar:—Sí, la Veronica Lodge—.
Cheryl apoyó su pálido mentón en la palma de la mano. Vi cómo sus labios se abrían y luego se cerraban en señal de duda.—¿Cheryl?—pregunté, dirigiendo toda mi atención a ella.
—¿Hm?—Preguntó, pareciendo un poco fuera de sí, o tal vez sólo profundamente en el pensamiento.
—¿Tienes algo en mente?—Pregunté, tomando asiento en la mesa junto a ella.
—¿Y si todo esto forma parte de un panorama más amplio, Anastasia?—Se aclaró la garganta, enfocando sus ojos en el resto de las chicas antes de elaborar:—¿Y si Verónica te está tendiendo una trampa? Se crió rodeada de quienes engañan y ha admitido ser un individuo desagradable en el pasado, así que tal vez esté tratando de inculparte y hacer que parezca que lo sacaste de la carretera.—
Todos la miramos, completamente alucinados por su teoría, pero ella siguió explicando su razonamiento.
—Tienes un coche negro, el único vehículo negro de Riverdale. Te ha hecho daño y todo el mundo lo sabe, eso es un motivo. Los Lodges y los St. Clair estaban a punto de entrar en algún tipo de sociedad juntos, por lo tanto los conocen. Prosperan con la moneda y si te condenan por sacarlo de la carretera, tu familia tendrá que pagarles, siendo ellos los St. Clair, por daños y perjuicios y pagarán a los Lodges por ayudarlos a echar la culpa en tu dirección—.Concluyó, inhalando profundamente después.
—Santo cielo, Blossom—.Afirmó Toni, dejando escapar una breve risa.
Sentí que las palmas de mis manos empezaban a exudar sudor. Las apreté con fuerza, sintiendo que mi mente se aceleraba. La teoría era plausible, bien pensada, y me aterrorizaba.
¿Estaba Verónica planeando esto todo el tiempo? Me imaginaba que al menos era algo genuina, lo suficiente como para no tenderme una trampa, pero la hipótesis de Cheryl me hacía dudar.
—Stas—,me llamó Lola, pero yo estaba demasiado distraída para responder.—¡Stas!— Mi cabeza se levantó de golpe. Todos me miraron con expresiones de preocupación.
