Parte 12 Encuentro inesperado

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El que vestía de blanco se dio la vuelta para marcharse cuando densas nubes negras aparecieron en el cielo y formaron un remolino, la lluvia cayó poco después, al principió levemente, luego gotas más gruesas golpearon la tierra.

El río comenzó a desbordarse y los vientos agitaron las copas de los árboles rompiendo las ramas. De repente, en el cielo un relámpago cayó muy cerca de donde estaba Shi Qing Xuan junto a Shi Hen Yu. 

Una ráfaga  viento  le siguió e invistió a ambos dioses separándolo en direcciones opuestas, a Shi Qing Xuan lo empujo hasta chocar contra el tronco de un árbol y lo amarró con lianas, mientras que a Shi Hen Yu los sacudió y lo mandó a volar hasta alcanzar una altura máxima en el cielo y luego lo dejó cae a gran velocidad.

Iba a estrellarse contra el suelo, pero la figura de blanco apareció y lo atrapó en el aire. Su rostro cubierto por una máscara medio riendo medio llorando ocultó su expresión y se movió ágilmente esquivando los rayos que caían el cielo y los vientos cortantes.

— Está siendo muy rudo contra dos mocosos ¿Es divertido?— Cuestionó al cielo.

Sus palabras  parecieron ser escuchadas, y la retribución celestial dejó de apuntar a Shi Hen Yu y fue directamente por Shi Qing Xuan, tiró de las enredaderas y las envolvió alrededor del cuello del Señor del Viento.

Shi Qing Xuan gimió de dolor, aún así no se despertó. Las enredaderas se apretaron también en su cintura y tobillos. Por las comisuras de sus labios un hilo de sangre se derramó y aumentaba a  medida que la presión aumentaba.

El que vestía de blanco observó de nuevo, está vez tenía curiosidad de porque el cielo estaba tan empeñado en eliminarlo. Tomó del suelo una larga rama y la agitó, el movimiento fue suave, pero la energía que salió de ella fue una expansión de poder que hizo ceniza todas las enredaderas.

Shi Qing Xuan cayó al suelo. Abrió levemente los ojos y vio a una figura en medio de la lluvia que  hacia venía él. No pudo reconocerlo, como no tenía fuerzas para levantarse, aunque estaba alerta se desmayó.

La siguiente vez que abrió los ojos, pudo distinguir el relieve de las rocas en el techo porque la luz de una fogata iluminaba parcialmente el lugar

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La siguiente vez que abrió los ojos, pudo distinguir el relieve de las rocas en el techo porque la luz de una fogata iluminaba parcialmente el lugar. Giró su cabeza a un costado y vio la espalda de un hombre, pero no eso es lo que le importó, siguió buscando a Shi Hen Yu con la mirada y al no verlo sus expresión cambió drásticamente a un llena de preocupación.

— El niño que buscas está aquí mismo— El hombre de blanco se giró y le enseñó a Shi Hen Yu. Todavía, el pequeño maestro del agua estaba incontinente y respiraba con dificultad, sus mejillas estaban rojas y gotas de sudor bajaban por su rostro.

Al verlo, Shi Qing Xuan suspiró de alivio, casi inmediatamente su pecho se apretó al pensar en su condición — A-Yu.

—Si sabes lo que tiene, dilo. De lo contrarió perecerá.

El Tiempo que te he amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora