El Tiempo que te he amado

Parte 5 similitud

En poco tiempo, He Xuan conoció lo que era el arrepentimiento.

Shi Hen Yu siguió explorando las habitaciones hasta que se aburrió y quiso provocar a la aparición que los había encerrado, entonces sacó su dispositivo espiritual y creó grandes dragones de agua y comenzó atacar la mansión. Destruyendo puertas, ventanas y todo a su paso

El pequeño maestro del agua estaba muy feliz con la destrucción que causaba y estaba muy activo en la tarea.

He Xuan lo observó durante un tiempo sin entender porque este dios en miniatura tenía que ser llamativo en cada cosa que así, además lo que le llamaba la atención era ese abanico con la palabra agua grabado. Una extraña sensación sacudió su alma y entrecerró los ojos.

—¡Sal de una vez! —Shi Hen Yu pisó el suelo molesto. Ese fantasma no había aparecido por más destrucción que causara, y si algo no le gustaba era ser ignorado. Alzó su abanico dispuesto a hacer algo más llamativo, pero su mano fue detenida. Miró hacia arriba y vio a He Xuan.

—¿Qué?

El supremo ignoró su pregunta, lo cargó sobre su hombro y le dio diez nalgadas.

Para Shi Hen Yu no fue doloroso, solo parpadeo confundido varias veces mientras recibía nalgadas y solo al llegar a la décima nalgada sintió un leve ardor. No sabía cómo interpretar esa acción, era la primera vez que alguien lo reprendió.

"¿Por qué?"

"Lo estaba ayudando "

Cayó en un estado de confusión y shock.

He Xuan lo cargó como un saco de papas y agradeció que se quedara callado. El escándalo que montó solo hizo que el espectro de rango ira se escondiera aún más en la formación. Se habrá dado cuenta que era un supremo e imprudentemente quiere mantenerlo encerrado, pero seguro no contó que se encontraría con un pequeño destructor.

La formación de FuShen estaba perdiendo su estructura y se estaba reorganizando. El espacio se distorsiono y el piso se sacudió comenzando a derrumbarse.

He Xuan salió hacia el jardín antes que la casa se les cayera encima y se encontró con un fantasma en forma de lobo enorme. Su tamaño era el doble de uno normal, tenía dientes afilados y garras enormes.

Los ojos de Shi Hen Yu brillaron al ver a la criatura — ¡Vamos a jugar con el perrito! Vamos.

Feliz, quiso salir de los brazos de He Xuan. Se movió como un camarón en el agua de un lado a otro sin tener éxito. Me molestó frunció las cejas— ¡Déjame! Quiero ir a jugar con el perrito.

Ignorando su pedido, He Xuan lo dejó en una gruesa rama de un árbol y lo inmovilizó con un sello mágico —Quédate quieto—Indicó.

Shi Hen Yu hizo un puchero.

He Xuan no le hizo caso y puso su atención en los fantasmas. La bestia rugió y corrió hacia su posición, abrió su boca buscando a tragarlo de un solo bocado. Con una mano, He Xuan bloqueo. En su otra palma,  un círculo mágico apareció y de él, llamas azules emergieron engullendo al lobo desde las paltas hasta la cabeza.

La bestia se resistió y retrocedió, dispersó el fuego con la energía interna de su cuerpo. Uso su garra y descargo la tierra abriéndose en dos mitades. He Xuan no perdió el equilibrio por ese temblor, en cambio invoco unos pilares de aguas para terminar con este asunto rápido, pero cuando le dio forma de repente se dispersaron y el lobo lo invistió lanzándolo al aire.

Escuchó la risa de Shi Hen Yu y frunció las cejas. De nuevo llamó a sus dos dragones, pero el agua no parecía querer obedecer su voluntad. Giró en el aire y aterrizó en el techo de la mansión en ruinas.