4: Noticias alarmantes.

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LANA

—¿Que significa esto?—gritó su madre en cuanto la vio bajar la escalera, mostrando la multa en alto. 

Lana suspiró y le pasó por al lado para servirse un vaso de agua. Ya había pronosticado esa discusión antes de que sucediera.

—Significa que terminé varada en medio de la nada porque mi rueda se pinchó.

Eso solo pareció enojarla aun mas.

—¿Como puedes ser tan inconsciente?.¿Sabes cuanto dinero debo pagar ahora?. ¿Por que no puedes ser un poco mas responsable como tus...

—¿Y que podía hacer?—Lana la cortó de inmediato con fastidio. No quería escuchar ese reproche que tantos años le había generado baja autoestima y arruinado su infancia. —¿Quedarme toda la noche junto al automóvil esperando a ser asesinada, mama?. ¡Oh!, pero claro, tu nunca te preocupas por mi. Solo por tu estúpido coche. 

Su madre se cruzó de brazos. 

—No me faltes el respeto, señorita. ¡Soy tu madre!. 

—Y yo tu hija. Pero eso no parece ser suficiente, ¿Verdad?. 

Antes de que Susan pudiera responder, una bocina la interrumpió. 

—Ahora, si me disculpas, debo ir a la escuela—avisó Lana antes de salir dando un portazo. 

Afuera la esperaban Quinn y Morgan en la camioneta. Con rapidez se subió en la parte de atrás y bufó. 

—¿Que te pasa?—Preguntó Quinn mientras intercambiaba miradas con Morgan. 

—Nada. Solo vayámonos de aquí, ¿si?.

De nuevo se miraron entre ellas, pero no dijeron nada. Justo después, Quinn puso el coche en marcha.


             ●●●

 Para cuando Lana empezó tercer año, ya se notaba que la cantidad de estudiantes de la reserva había incrementado y que en poco tiempo, no habría lugar para albergar a muchos mas. Por eso, el comedor se atestaba de gente. 


 Había que sujetar la bandeja con fuerza y rezar para no perder el equilibrio. Sin embargo, cuando los demás veían que el trío se acercaba, ellos abrían el paso. Como si vieran al mismísimo demonio pasar frente a sus narices. Aun así, las chicas escogían su camino con cuidado porque, si había algo que no necesitaba Lana ese día, era que se le cayera la hamburguesa en los zapatos. 

Apoyó la bandeja y se sentó en la mesa junto a la pared. 

—Si existe la justicia, en su próxima vida será un cepillo de dientes—se quejó Quinn, refiriéndose al encargado de la limpieza. Ella tenia una extraña obsesión con la suciedad. Pero esta vez, tenia que darle la razón. Las mesas estaban pegajosas.

—O calzado de gimnasio. O tal vez lechuga en mal estado—Morgan le pasó un trapo desinfectante y Quinn le agradeció.

—Eres una exagerada—dijo Morgan rodando los ojos—Ya te dije que te trajeras un mantel.

—¿Y dejar que una tela tan valiosa toque estas mugrosas mesas?. Antes muerta—dirigió su vista a Lana. Estaba centrada con la vista perdida en algún punto—¿Se puede saber que te pasa?. Nunca estas tan callada.

Lana parpadeó.

—¿Que acaso necesito decir algo para estar bien?—replicó ella.

—No...pero desde la mañana que estas rara. Y nunca te quedas callada.—comentó Morgan preocupada—¿Es por lo de Black?.

ATYPICAL ✦ JACOB BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora