ATYPICAL ✦ JACOB BLACK

12: Aguas turbias.

LANA

La escuela la tenia, últimamente, mas atareada que de costumbre. Ser la mejor alumna no solo implicaba tener un promedio escolar excelente; sino también, resaltar en todo lo que haga. Incluso en educación física. Pero como era casi la única oportunidad que tenia para ver a sus amigas, no se quejaba demasiado. 

De lo que si tenia para quejarse era de un trabajo de Historia que, para su mala fortuna, debía ser por parejas. Morgan y Quinn habían decidido hacerlo juntas; y el resto del salón dudaba de que quisieran agruparse con ella. Sin importar lo buenas que eran sus calificaciones . Todo el asunto la ponía de un humor de perros.

Ademas, le preocupaban otros temas: como las desapariciones que continuaban alertando al pueblo; los lobos siendo cazados por el bosque; las historias de miedo que Morgan le había relatado la semana pasada. Su cabeza era un caos.

—¿Que te hizo ese arbusto para que lo mires de esa manera?

Lana parpadeó y vio a Jacob a un lado de ella. Estaba sentada en las escaleras de la escuela; tan absorta en sus pensamientos que no lo había visto llegar.

—Vete, Black. No estoy de humor.

Respondió en tono suave y tranquilo. Extraño viniendo de ella.

El se sentó a una distancia prudente como para no enfadarla. Lana frunció el ceño.

—De hecho, no puedo. Vengo a cobrarte ese favor.

—¿Que no escuchaste?. Dije que no estoy de humor—bramó. Jacob bufó.

—¿Podrías dejar de comportarte como un perrito rabioso por solo dos minutos?. Ademas, este favor nos beneficiará a ambos.

Jacob no sabia como iba a tomar Lana su abrupta respuesta, pero al verla cruzarse de brazos con una mirada inquisidora, pareció entender que no se desharía de el fácilmente.

—¿De que se trata?

—El trabajo de Historia. Se que no tienes compañero—al verla abrir la boca para protestar, el se adelantó—. Y antes de que me maldigas, déjame decir que yo tampoco. Quil y Embry lo harán juntos. Por lo que ambos estamos solos.

Lana parpadeó, con el entrecejo fruncido.

—¿Me estas pidiendo que sea tu compañera?

—A menos que ya tengas a alguien mas en mente. —el la observó. Lana parecía evaluar la situación con mucho cuidado. A el le gustaba la forma en que ella fruncía el ceño cada vez que pensaba. Eso le hizo sonreír.

—Estarías firmando una sentencia de muerte—aclaró ella.

El alzó sus hombros.

—Creo que lo hice el día que te ayudé con la rueda de repuesto.

Lana no quería; aunque hacerlo por su cuenta tampoco era una opción. Rendida y maldiciendo por lo bajo, se puso de pie frente a el y dijo:

—A las cinco en La Push. No llegues tarde; odio la inpuntualidad.

El ceño de Jacob se acentuó, bajo la ligera sonrisa.

—¿Eso es un si?

Con su cara de pocos amigos, Lana lo miró y se colocó la mochila al hombro.

—Nos vemos, Black.

Se retiró con su porte iracundo y pisando fuerte. Sintiendo como su mirada la seguia hasta su coche hasta desaparecer. No podía creer lo que había hecho.