EXTRA 2: La boda de Bella y Edward.

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LANA

—¿Estas seguro que no quieres venir?—Preguntó Lana por tercera vez. Esperanzada de que su interlocutor contestara que si. En cambio. Solo recibió un suspiro. 

—Seth, ¿nos dejas solos?

Este asintió y se retiró. Lana insistió en llevarlo a la fiesta, pero el se negó para ir con el padre de Jacob. Una vez solos ella fue la primera en romper el silencio. 

—Es por Bella, ¿verdad?. —el no respondió y se sentó a los pies de la cama. Lana lo acompaño—No puedes entrometerte en decisiones ajenas. Si ella quiere ser uno de ellos, no hay nada mas por hacer. 

—Es que... no lo entiendo—parecía apesadumbrado y enojado a la vez. Lana le tomó la mano. 

—No se trata de entender, sino de aceptar. 

Jacob negó con la cabeza con el ceño fruncido. 

—No quiero seguir hablando de esto. 

—De acuerdo. ¿De que quieres hablar entonces?

El la observó y sus ojos la recorrieron de arriba a abajo. 

—De lo hermosa que te ves esta noche. 

Lana se echó a reír y se levantó para dar una vuelta y mostrar el vestido rojo completo. Era reluciente. Igual que ella. 

Jacob la atrajo hacia el y le plantó un beso inesperado en los labios.

—Dicen que las bodas son...excitantes. —susurró en su oído con aire seductor. 

Ella pasó los brazos por su cuello. 

—¿No me digas?. Pues lástima. Supongo que nunca lo adivinarás ya que no asistirás a una boda...—se alejó de el para tomar su bolso—¿O si?

Justo después, salió de la habitación. 

Jacob se puso de pie y suspiró con sus manos en las caderas. Maldita sea. 


●●●

 Lana tuvo que admitir que el lugar era tan espectacular como el decorado de una película. Había flores blancas por doquier, los setos estaban recortados a la perfección, las sillas envueltas en raso. 

A pesar de que a esas alturas Lana ya debería haberse acostumbrado, la mansión todavía se le antojaba demasiado ostentosa. Si a eso le añadía los invitados —nunca había visto tantos rostros hermosos y esculpidos por ángeles en su vida—, la conclusión era que no podía evitar sentirse fuera de lugar. No se sentía cómoda. En absoluto.  

Aunque tenia la compañía de Seth, Billy y Sue. Le hubiese gustado que Jacob estuviera ahí con ella también. Pero no iba a obligarlo a hacer algo que no quisiera. 

En el jardín habían zanjado unos nuevos senderos, para que resultara más fácil llegar hasta la docena de mesas donde más tarde se celebraría el banquete. Había cinco o seis esculturas de hielo de un tamaño considerablemente enorme como para que aguantaran sin derretirse durante horas.

Aparte de Bella, los únicos invitados que conocía eran Edward, Carlisle y Alice. Y Solo la ultima era la mas entusiasmada en verla. Hasta se acercó a ella para saludarla muy risueña. 

—¿Crees que me he pasado?—la voz de Alice sonó repentinamente preocupada. "Solo un poco" pensó Lana, pero no quería arruinar su animo. Así que sonrió y dijo:

—Para nada. Todo luce estupendo.—Lana alzó la vista y recorrió el lugar—Azahar...lilas...rosas. Todo luce de maravilla, Alice. 

—Muy bien, Lana. Solo haz olvidado las Fresias. Pero lo dejare pasar—le guiño un ojo y tomó el brazo de Jasper para acercarse a hablar con otro grupo. 


La ceremonia dio inicio y no tardó mas de quince minutos en desembocar hacia la fiesta de recepción. En esos momentos se ponía el sol sobre el río: la boda había durado exactamente el tiempo necesario para permitir que el sol se desvaneciera entre los árboles. Lana tomó un trago a su copa de chapagne y se acercó a los recién casados junto a Seth y los demás. 

—Felicidades, chicos — dijo Seth Clearwater, inclinando la cabeza bajo el borde de una guirnalda de flores. Su madre, Sue, se mostraba algo rígida de pie a su lado, vigilando a los invitados con una cautelosa intensidad. Billy Black, al otro lado de Seth, no estaba tan tenso como Sue. 

—Fue una ceremonia encantadora—comentó Lana con una sonrisa. 

—Gracias, chicos.— Edward se apartó de Seth y miró a Sue y Billy—. Gracias también a ustedes, por dejar que viniera Seth y por apoyar hoy a Bella.

—De nada —respondió Billy con su voz profunda y grave.

 Se estaba formando algo parecido a una fila, así que se despidieron para dejarle la oportunidad a otros de saludar. 

—Lana—llamó Edward, y esta volteó—Hay alguien esperándote delante de la casa. 

Lana frunció el ceño confundida.

—¿A mi?

Pero Edward ya había girado automáticamente hacia otra dirección junto a Bella hacia el centro de la pista. La curiosidad la hizo caminar hasta allí; hasta la entrada de gigantescos cedros y un poco mas oscura que la parte trasera. Con los tacones le costaba caminar correctamente por allí. 

—Eh...¿Hola?

Como nadie había contestado, Lana pensó que solo había sido una broma de parte de Edward, o que solo se había confundido, así que giró para irse. Sin embargo, unas manos la rodearon por atras, haciendo que tambaleara. 

—¿Planeabas irte sin despedirte?

—¡Jacob!—exclamó ella, casi ahogándose del susto. Si el no la hubiese sujetado, se habría caído. —¡Jacob!

El rió con ganas.

—Si, ese es mi nombre. ¿Te sorprendí?

—¡Por supuesto que si!—lo abrazó con fuerza y el le correspondió—¿Que haces aquí? Creí que no vendrías. 

El calor de la piel de Jacob le quemó a través del fino vestido cuando la acercó a su cuerpo. El vestía formal y Lana no podía dejar de observarlo. 

—No iba a hacerlo. Pero luego...conversamos...lo pensé mejor. Y ahora resulta que soy el regalo sorpresa de Bella. 

Lana frunció su ceño. 

—De acuerdo. Eso me hace sentir un poco celosa. ¿Tu eres su regalo?

El volvió a reír y le besó la frente. 

—Descuida. No hay nada que me importe mas en este mundo que tu. 

—Eso también suena terrible—reprochó Lana con una risa—. Pero entendí el punto. 

Jacob de pronto se puso tenso y miró hacia delante.

—Es hora. Debo esconderme. ¿Nos vemos luego?—preguntó esperanzado. Lana sonrió y lo atrajo para besarlo. 

—Por supuesto. No escaparás de mi tan fácilmente, Black. —le dio un beso corto y lo alejó—. Ahora ve a darle un susto de muerte a tu amiga. 

Jacob sonrió y se escondió detrás de un árbol. Lana volvió caminando hacia la recepción y se cruzó con los novios; con quien intercambió una mirada cómplice con Edward. Lana negó con la cabeza. Definitivamente la iba a sorprender. 





ATYPICAL ✦ JACOB BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora