Reseña:
Su nombre Kathy Monroe , una chica poco común, puesto a que no es una humana.
Kathy es una chica Vampiro mestiza al igual que sus padres.
Cuando repentinamente a los dieciséis años esta chica cumple su cambio, y se convierte completamente...
Una escuela llena de sangre y peleas mortales, claro sin dejar de lado un inesperado romance.
Capitulo 1
Soy Kathy, mi familia es en verdad muy rara, no voy a negar que es tan rara como yo de hecho.
Soy una vampira, si un vampiro, aunque no soy ese típico vampiro al que se vuelve loca solo por una gota de sangre, no, los mestizos como yo se controlan bien con eso de la sed de sangre, en cambio los vampiros puros duran mucho tiempo controlándose, es decir, que los puros son en cierta forma como los típicos vampiros chupa sangre que se vuelven locos cuando ven a una humana desangrarse.
Todos en mi familia son mestizos puesto que no podría ser de otra forma dado que se considera sumamente prohibido casarse con un vampiro que no es de tu raza, ¿Por qué?, no tengo ni la más mínima idea.
Tengan en claro una cosa, no somos en absoluto como ese tipo de vampiros de crepúsculo, si no mi vida fuese un poco más divertida, no brillamos, no tenemos un don especial, bueno eso solo es en el caso de los vampiros de ultimo nivel, si hay niveles, desde el nivel uno al diez.
Al cumplir mis dieciséis hace al menos unas horas, sufrí un cambio bastante doloroso, que por cierto fue mi cambio a convertirme en una verdadera vampira mestiza, mis padres, Emma y Vicent gritaban como locos tratando de que me calmara, pero algo no salió bien, creo, sentía que mis huesos crujían y me tire al suelo, gritando de dolor, grite con todo el aire que quedaba en mis pulmones y mis ojos se cerraron de golpe, ese fue el comienzo de mi despertar.
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Mis parpados se sentían pesados y el ambiente se sentía raro, esta no era mi casa, lo sabía porque simplemente tenía muy buen olfato, claro por ser vampiro, ¿dónde diablos estaba?
-Vamos linda despierta, se que puedes con esto. -La voz de de mi madre era un poco distante, pero abrí mis ojos con todo el esfuerzo posible.
Allí estaba mi madre, de ojos cálidos marrones al igual que los míos y ese cabello rojizo, yo me parecía mucho a ella, pero saque de mi padre el carácter, el cual no le favorecía nada a mis rasgos de chica delicada.
-Estas bien, linda, lo siento mucho, yo sabía que esto iba a pasar y no hice nada.- Le corte en medio del discurso de lamento que estaba a punto de darme.
-Mama tranquilízate quieres, no fue tu culpa y... .- hice una pausa revisando el entorno, las paredes estaban totalmente blancas, solo había unas cuantas camillas y mesitas con un montón de botiquines, divise una ventana, era de día, y se podía creer que estábamos en un segundo piso, había nieve y... esperen, ¿Por qué mierda habría nieve?, en donde vivía estaba muy seguro de que no había un in gramo de nieve.- Mama ¿dónde diablos estamos?
Ella me miro con angustia en su cara.- linda, hija escucha, te hemos traído a... Marlow en Inglaterra.
-¡¿Inglaterra?! - Casi grito.- y ¿donde está papa? quiero verlo.
