Capitulo tres:
Eran las cinco de la tarde y ya estaba lista para ir a la escuela, no me quejo el uniforme es chulo. La falda me llega cinco dedos arriba de la rodilla, es de color rojo y esta doblada en plises, amo los plises y la blusa era dorada, pero solo se veía un poco debido al chaleco de color negro con acabados hermoso, un acabado en especial llamo mi atención, tenía una cruz con las puntas abiertas y rosas y espinas a su alrededor donde enredaderas cubrían la cruz dorada.
Me mire en el espejo del baño y sonreí.
Salí de mi habitación con todo el silencio posible.
-¿Qué mierd...? .- Dije.
Una chica había pasado prácticamente volando por mi lado.
Olivia se encontraba a mi lado.
-Hola pequeña novicia, ¿Cómo te fue con el chico?. - Me pregunto con una sonrisa picara en su rostro.
-Eh, déjame decirte que el imbécil me las pagara, no me importa que sea un puro, estoy pensado en ver si los vampiros pueden morir con cianuro, me acompañas en el experimento.- Casi se me va el aire de los pulmones cuando termine de hablar.
- Oye cálmate o las chicas de la mitad de la escuela te mataran, no es por nada pero el chico es famoso aquí... y sexi.
Reí.- Si tienes razón, pero es un sexi imbécil.
Caminamos hablando de chorradas de chicas hasta llegar a un salón que no tenía ni la más mínima idea de que existía, el salón era gigantesco, no era para nada como un salón mortal.
Tenía una tarima bastante grande y el piso estaba ligeramente manchado de rojo, no podía imaginar lo que hacían allí.
Mis ganas de vomitar llegaron.
Olivia y yo nos sentamos juntas en los últimos asientos, el salón en medio segundo ya estaba lleno, sorprendente.
El profesor llego.
Mas ganas de vomitar, ugh.
Me sorprendería que no guardara su cabello en un frasco, el tipo es calvo, los dientes mas afilados de lo normal y su piel parecía que pudiese ser transparente de un momento a otro, en resumen lo más feo que allá visto en la tierra aparte del director.
El profesor hablo. -Alumnos hoy en este glorioso día llevaremos a cabo otro nuevo lapso, las novicias que han llegado nuevos tanto puros como mestizos después de una semana se hará el glorioso campeonato que se ha visto desde nuestra existencia, pero acuérdense de este momento porque hoy tendré el placer de contarles que se harán nuevas reglas.
Todos empezaron a hablar en murmullos.
-Kathy.- Olivia tenía miedo, se veía en sus ojos.
-¡SILENCIO!.- Grito el profesor.- Las reglas se llevaran a cabo hoy al finalizar las clases, todos irán directo a la sala de entrenamiento.
-¿Qué mierda harán?, de seguro mataran a todos o nos obligaran a quedar calvos.
Olivia rio con nerviosismo.-La verdad no creo que sea eso.
Todos se veían asustados. Bueno todos los mestizos solamente, y tenían razón en tener miedo, los puros al mando tienen el poder de hacer lo que se les da la gana con los mestizos y por todos estos años las normas no han sido muy buenas, como la norma que impide a un mestizo llegar al nivel ocho. Eso está muy mal, ¿por qué?, bueno así ellos serian los más poderosos y analizando podrían patear nuestro trasero de manera épica.
Mis padres odiaban a los puros, pero no podían hacer nada contra ello porque hacerlo eso seria dos opciones, el exilio o nuestras cabezas colgando en una de sus peludas manos.
El profesor dio la clase sobre los principios vampíricos, lo único que escuche era que las mujeres podían obtener cualquier cosa si seducían a un mortal ya que las mujeres vampiros podían llegar a ser muy hermosas.
La hora de salida había llegado y Olivia se había pegado como un cicle a mi hasta que llegamos a la sala de entrenamiento.
El calor subió a mis mejillas pálidas, está bien no solo a mis mejillas, podría haberme sacado la ropa si no hubiese nadie allí, pero no era la ocasión; Olivia se encontraba de la misma forma que yo, bueno diablos todas las chicas estaban así.
Malditos puros sexis que se encontraban sudando y sin camisa, aunque todo esto se encontrara bajo cero, ja no o tenían calefacción aquí o de verdad todas las chicas estaban excitadas.
Los chicos parecían unos dioses, lo peor Ethan se encontraba con ellos.
La voz de un profesor gritando me saco de mi trance.
-¡El que no esté de acuerdo en escucharme vaya directo a la oficina del director!.
El profesor me valía una mierda, seguí mirando a Ethan. Su cabello despeinado y mojado hacia que mis ojos se deleitaran con la bonita vista.
Sus ojos se encontraron con los míos, diablos.
Me sonrió, sentí que me derretí, pero aun así seguía clavada al suelo tieso y con la boca entreabierta.
La voz chillona de Olivia me acordó que tenía que escuchar.
-Todos escúchenme. Hemos encontrado un documento de miles de años atrás y como vampiros, herederos y poderosos que somos llevaremos a cabo esto con ustedes desde hoy y con todos los vampiros del mundo, formaremos clanes de sangre.
-¡Qué diablos son clanes de sangre!.- grito alguien en la multitud.
-Los clanes de sangre, son los que nos llevaran a un mejor futuro, se formaran grupos, estos grupos tendrán alianzas y así sucesivamente hasta que el grupo más poderoso obtenga el mando, hoy en día el clan más poderoso no existe, así que al finalizar sus estudios el que obtenga más poder será el jefe y para aclarar duda, se harán campeonatos, así la nueva generación de vampiros gobernara. Otra cosa no menos importante, los mestizos de esta nueva generación si tendrán derecho a llegar hasta el último nivel.
Oh dioses.
-Madre mierda del tamaño de una ballena.- dije. Olivia y yo estábamos más que impresionadas, tantos años y podremos llegar al último nivel, todos los mestizos tenían la mandíbula por el suelo.
-Nosotros elegiremos los clanes.- Una de las profesoras hablo entrando de la nada.
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Dark fantasy
مصاص دماءReseña: Su nombre Kathy Monroe , una chica poco común, puesto a que no es una humana. Kathy es una chica Vampiro mestiza al igual que sus padres. Cuando repentinamente a los dieciséis años esta chica cumple su cambio, y se convierte completamente...