capitulo 13 La oficina y... un casi beso

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Capitulo 13

Mis ojos se encontraban hinchados. No me importo gritar mientras lloraba porque sabía que nadie podía escucharme, todos estarían en el entrenamiento.

-No, esto no termina aquí.- me pare, agarre la lámpara y la pegue contra el suelo, el vidrio impacto con un estruendo y los fragmentos quedaron por todo el suelo.

La puerta del dormitorio se abrió.

-¿Kathy estas bien?, ¿Qué es todo esto?.-miro el desastre que había hecho.

Rompí a llorar.

-Ethan, tienen a mis padres, mis padres.- dije llorando, algo dentro de mí se había roto.

De inmediato sentí sus brazos envolverme, abrazándome y reconfortándome.

-¿Quién los tiene?.-pregunto con voz suave.

-No...no lo.. se .- dije Llorando en su hombro.

Me toco el cabello y hizo masajes tranquilizantes para que me calmara y dejara de llorar, pero ni sus caricias podrían hacer que me calmara.

-Está bien, no llores más.-dijo intentando tranquilizarme.

-¿Por qué viniste a buscarme?

Lo pensó un momento y me sonrió.

-No tengo ni la menor idea de porque vine a buscarte, pero pudo haber sido alguien allá arriba que quería que viniera.

No sé a qué se refería, pero sus bonitas palabras me hicieron llorar aún más.

-Oh vamos no llores, lo dije para hacerte sentir mejor.-dijo.

-Bueno, intento fallido.- dije sollozando y el rio suavemente.

No sabía que hacer realmente.

Me separe de sus brazos.

-Tengo que hablar con Morris.-dije con rabia apretando los dientes.

Él se paró también, no me había dado cuenta, pero Ethan era realmente alto.

-NO Kathy, no estás pensando bien las cosas, él puede hacerte daño, si realmente es él y no lo sabemos.

-¡pero son mis padres!- le grite y me sentí culpable por hacerlo.

-si lo sé, pero primero hay que averiguar que trama, porque si es el Kathy te juro que tendrá algo planeado que sea mucho peor, piénsalo para que querría el secuestrar y matar a tus padres.

Odio decir esto, pero tiene razón. Maldita sea tiene razón.

-Tengo que hacer algo rápido entiendes, rápido, son mis padres.-dije viendo al techo para que no se derramaran las lágrimas de mis ojos.

Nos quedamos en silencio un momento.

Agarro mis manos.

-Creo que tengo una idea.-sonrió.-todos están en el entrenamiento así que vamos a buscar información en la oficina.

-pero es arriesgado, si alguien nos descubre... no puedo pensar que pasaría.-suspire y agarre mi cabello como si fuera a arrancarlo mechón por mechón.

-Quieres rescatar a tus padres, si o no.-me dijo entre serio y molesto.

-si, si quiero.

-Bien, no te estaba preguntando.

Salimos del cuarto directo a la oficina, mirábamos con cautela a todos lados mientras caminábamos y por fin llegamos.

-Entro yo primero.-dijo y asentí.

Entro y la puerta rechino. De verdad que odio ese sonido que hacen las puertas, es escalofriante. Mire a los lados en el pasillo y no había ni un alma allí.

Volví a mirar, una sombra. Diablos, mis manos empezaron a sudar. La sombra se acercaba cada vez más. No aguante, entre directo a la oficina.

Busque con la mirada a Ethan. Estaba revisando unos papeles.

-que demonios... porque no me dijiste.- grite susurrando.

-lo siento, pero tienes que ver esto.-dijo sin voltear.

Me acerque a los papeles que estaban puestos en la mesa.

-No puede ser. Malditos.-dije intentando detener las ganas de gritar de rabia.

-¿sabes lo que significa esto?.

-Significa que mataran a todos los mestizos a excepción de nosotros.

-si, pero no solo a excepción de ustedes, también a todos los que estudian en academia iguales a estas.

-¿pero porque?.-pregunte alterada.

-DEMONIOS, no lo sé.

La cerradura se movió lentamente. Mierda me había olvidado por completo de la sombra que había visto en el pasillo.

Ethan agarro mi brazo y me tumbo, quede debajo de la mesa y el encima de mí.

La persona que estaba fuera, entro y se dirigió a la mesa de los papeles. Luego sus pies se movieron a la mesa donde nos encontrábamos Ethan y yo, apreté el brazo de Ethan con fuerza.

El chico agarro algo de la mesa y este empezó a sonar como un radio. Me asome un poco para ver que tenía y era un walkie talkie, no pude ver su cara porque Ethan me jalo hacia dentro de la mesa.

-¿Cuantos tienen hasta ahora?.-pregunto el chico.

-hasta ahora tenemos 5 familias de mestizos... me copia.-dijo la persona del otro lado del walkie talkie.

Mire a Ethan con los ojos como platos.

-Lo copio... tengan a todos hasta que les dé la orden.-dijo el chico.

-hay un problema en el laboratorio, no tenemos suficiente sangre en Sp8-1.

-les enviare con el equipo.

Después de eso el chico se fue y pude soltar el aire que no sabía que estaba conteniendo. Más sorprendente que eso no me había percatado de lo cerca que estaba Ethan de mí. Su cabeza se encontraba en mi cuello y su respiración me hacía cosquillas en mi cuello. Mi sonrojo era horrible, mis mejillas estaban calientes y también mi cuello estaba de ese color.

-hueles muy bien.-dijo de repente susurrando contra mi cuello.-no lo había notado.

Estaba a punto de soltar mi risita nerviosa, pero me mordí la lengua.

Se separó un poco de mi cuello con dificultad y lentitud. Sus labios rosaron mi barbilla.

Ay dioses.

-Creo.. q..que ten..nemos q..que irnos.-dije intentando respirar.

-tienes razón.-se separó y se fue tan rápido que me dejo aturdida.

-¿Qué mierda fue eso?.

Segundos después acomode mi compostura y salí cautelosa de la oficina.

Cuando llegue a mi cuarto no pude dejar de pensar en las cosas que habían pasado.

Mis padres, Ethan.

Diablos que día más agitado.

-desde que llegue a esta academia no ha habido más que problemas.-suspire.-juro que los salvare.

Dark fantasyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora