Dark fantasy

Capitulo 21

Capitulo 21

Logre salir justo cuando todo se rompía detrás de mí. Era difícil mantenerme en pie, pero la adrenalina hacia todo por mí, así que no podía parar de correr y no me dejaba mirar atrás, cuando luchaba por eso.

Veía como el asfalto se rompía y las ramas salían por debajo, me permití mirar hacia atrás y encontré a todos detrás de mí con cortes profundos y lesiones leves en la piel.

Olivia?

Mis estomago se revolvió y mi paso se hizo más lento, sin dudar corrí hacia atrás en la dirección opuesta de todos. Mi corazón empezó a acelerarse y mi ansiedad aumento.

No la veía por ninguna parte.

Ethan jalaba de mi brazo y yo miraba a todas direcciones.

-No puedo dejarla.- dije en voz baja y con lágrimas en mis ojos.

Salí corriendo, pero no pude avanzar más. La tierra fría tocaba mis mejillas y la presión de ethan contra mí me hacía respirar pesadamente.

Todo se puso en calma, ni siquiera los pájaros se escuchaban.

Se había acabado.

La amistad más bonita que había tenido en toda mi vida y ella había...

La culpa carcomía mi cuerpo y todo se había vuelto rojo a mi vista, odio y ira y tristeza eran los que me dominaban en este momento. Me quite a Ethan de encima con violencia tirándolo al suelo, justo cuando él se iba a para para pararme de cualquier cosa que podría hacer, le di un codazo justo en su nariz dejándolo inmóvil, pero con un dolor intenso en su rostro, si no fuera porque es un puro ya le hubiese partido el rostro en dos.

-juro matarlo.

-yo haré lo mismo, dijo Brus.

***

El bosque era espeso y no podía de dejar de pensar en Olivia en todo momento, solo quedábamos pocos, alrededor de 8 sin contarme. No conocía a algunos que todavía se habían quedado, pero era bueno que quedaban más de la cuenta.

-¿Estas bien?.- pregunto Ethan por cuarta vez.

- Estoy muy bien.- dije haciendo énfasis en la palabra "muy".

Ya había caminado más de dos kilómetros en dos horas.

Ya era de noche y era un poco peligroso que estuviéramos caminando a la deriva a estas horas. Así que camine un poco más rápido para ponerme frente a todos y que la mayoría al menos me escuchara.

-¡Vamos a descansar!.- dije en voz alta.

-Somos vampiros dudo que nos pase algo.- dijo alguien a quien no conocía, una chica de cabello largo en trenzas que me recordaba un poco a Olivia.

-Ah entonces puedes caminar tu sola a ver si nada te pasa.- dijo Brus queriendo imitar un tono sarcástico.

Pudo querer apoyarme, le daba gracias mentalmente por eso, pero estaba muy cansada para eso, todo lo que me había pasado en un solo dia era demasiado abrumador hasta para un vampiro.

Me deje caer en el suelo suspirando cansada y pesadamente.

-No creo que debamos dormir en el suelo.- dijo Lee que desde hace un tiempo había estado callado, a el debió haberle afectado más la bomba, porque el había casi desactivado por completo la bomba. El debió haber muerto. Paso por mi mente, pero no me permití pensar eso de nuevo.

-¿porque no?.- pregunte yo desde el suelo.

-corremos más peligro y escuche que aquí no habitaban animales muy amistosos.- lee hizo una mueca como imaginando que lo comían vivo.

-tiene razón.- dijo la chica con trenzas y Brus asintió seguido de todos los demás, me desconcertó un poco las palabras de la chica que hace un momento quería correr todo el peligro del mundo caminando sola.

-Demonios.- dije, no quería pararme de donde estaba.

-Te ayudo,- me tendió la mano.- SI quieres puedo ayudarte a subir un árbol también, es que te ves bastante cansada y perdón por preguntarte si estás bien la mayoría del tiempo es que me estoy preocupando.- dijo Ethan ayudándome a pararme.

-Te dejo ayudarme si juras escucharme.

-Escucharía miles de palabras de tu boca si fuera posible.-sonrió un poco con esa sonrisa que me hacía olvidar todo lo demás.

Subimos al árbol y el hizo que yo quedara de espaldas a el para yo poder recostarme en su pecho, me rodeo con sus brazos y se acomodó para quedar más cómodo junto a mi.

-ahora puedo escuchar lo que me dirás.- su aliento pego contra mi cuello haciendo sentir un montón de cosquillas por todo mi cuerpo.

-eh yo... te iba a decir que....- demonios se me habia olvidado, todo por ese bendito airecito en mi cuello.

Se acercó al hueco de mi cuello y recostó su barbilla allí. Todo estaba en silencio y todos estaban durmiendo.

Sus labios tocaron mi cuello haciéndome saltar como una idiota.

-si no quieres que me acerque a ti puedes decírmelo, solo una cosa. No puedo evitarlo.-dijo dándome otro de sus calientes besos.

-nunca digas eso jamás.-le dije suavemente convocando mi voz tierna que había desaparecido desde hace años. Sentí sus sonrisa en mi cuello.- te quiero.- dije sin pensar. Idiota, ahora harás que se espante.

-tu dijiste.. no... he escuchado mal. ¿Verdad?.

-no.-dije solo eso.

-¿puedes mirarme?.- pregunto sin aliento.

Me voltee sin decir nada haciendo que mi cuerpo quedara justo frente a frente con el.

-¡yo se que tu no sientes eso por por mi aunque yo si, pero o puedo hacer nada solo son cosas que pasas, no soy yo la que hace que eso pase bueno si, creo.- dije las palabras tan rápido que me quede sin aire.- por eso no importa si tu dices que....- sus manos agarraron mi cara y la llevaron de vuelta a sus labios. Me beso como nunca antes, con pasión, amor, todo lo que podía haber guardado todo este tiempo. Bajo a mi cuello y sentí un leve pinchazo que me hizo gemir pero no de dolor. Una sensación llena de poder que se me vino encima haciendo que me retorciera. La cara de Ethan cambio en un instante a preocupación.