Capitulo 23:
Durante el vuelo no pude dejar de pensar en cómo me salvaría si el avión se cayera, las turbulencias son una mierda, jamás volveré a montarme en un avión. Al finalizar el vuelo y bajarnos del bendito avión creo que fue ligeramente peor. Mis nervios me invadieron. Ahora otra cosa mucho peor pasaba por mi mente, "los padres de Ethan", sé que no es tan malo como el final de nuestra raza debido a Morris, pero los nervios seguían subiendo a mi como si un rayo me atravesara cada vez que pienso en eso, bueno tal vez no tan dramático, pero entiendo mi punto.
En el taxi que nos montábamos no pude mirar a nadie a la cara y mi pierna se movía como si tuviera un ataque epiléptico con movimientos seguidos de puro nerviosismo.
Ethan le dijo algo en alemán al conductor y el carro se detuvo junto con el que estaba detrás de nosotros en donde iba la mitad de nuestro grupo.
-Aquí nos bajaremos, en medio de otro bosque, ¿es que no estamos ya cansados de muchos mosquitos y lobos, aparte de estar oliéndonos el trasero un endemoniado y psicótico vampiro?.-dijo Lee con sarcasmo para nada disimulado.- el conductor nos vio con una cara de que mierda hablan, todos salimos del auto sin decir nada.
Al bajarnos nos quedamos frente a una puerta casi igual de gigante como la de la academia que atrás yacía otro espeso bosque congelado con un camino de piedra que lo adornaba. Okey esto no pintaba bien, parecía un poco tenebroso.
Los carros se fueron y me quede pensando en cómo demonios regresaríamos.
-¿porque nos bajamos aquí?.- pregunte, dirigiendo la mirada a Ethan que trataba de abrir la puerta.
-Por precaución.- respondió sin más. Abrió la puerta y se encamino al bosque.-síganme o quieren que los lobos los termínenla tarea que empezó Morris.
Caminamos durante quince minutos al menos y empecé a divisar una mansión a lo lejos que cada vez se hacía más y más grande. Tenía varios pisos, todo estaba adornado con piedras, tenía estatuas a cada lado de la entrada, estatuas de leones de mármol con un jardín lleno de rosas rojas, una casa esplendida que llenaba los estándares de cualquiera.
-Bienvenidos a mi humilde hogar.-dijo tocando la puerta con duros golpes.
-No sé si esto se considera humilde.- dijo Eugenia, siento el sarcasmo.
Las puertas se abren lentamente al igual que una película de terror, todos se tensas al sonido de la puerta al abrirse listos para atacar.
Se abre completamente revelando a una señora con la cabeza en alto mientras un señor que está a su lado sostiene una ballesta apuntando directo hacia nosotros. Yo levanto mis manos lentamente en señal de rendición y la señora me clava su mirada. Me siento estúpida.
-Madre.-dice Ethan en vos baja.
-¿Ethan?.- su voz se llena de duda.- baja el arma Wen, ¿Por qué demonios estas aquí?, esto es muy peligroso, entren rápido, todos..-hace un ademan con sus manos para que entremos.
La casa por dentro era espléndida, mejor de lo que se veía por fuera.
-todos ustedes, si me permiten decirles, huelen... a que han pasado una buena cantidad de días sin bañarse, hay habitaciones suficientes para los huéspedes, pueden ir, mientras yo tengo una charla con mi hijo.- la señora se dirigió a todos con una voz en tono formal viéndose de la alta sociedad solo con su postura y palabras. Su cara me recordaba mucho a Ethan, es casi la viva imagen de ella.
Cuando vi el cuarto y entre al baño era como haber visto el cielo, todo era de porcelana en la habitación, lo primero que vieron mis ojos fue una bañera gigante en el medio del baño que era del tamaño del cuarto de la academia. El agua era lo único que se escuchaba haciéndome relajarme, me quite la ropa cuidadosamente y note las marcas rosadas de los rasguños que todavía tenía de los arañazos de los lobos, hice una mueca de disgusto, aunque no eran tan profundas como antes, las marcas deberían haberse cerrado ya hace tiempo. Cerré el grifo y me metí en la bañera.
Al salir me sentí mucho más fresca y relajada, camine hacia la cama, pero me di un golpe en el costado con una mesa de noche, la mesa tembló moviendo todo lo que había en ella haciendo un tintineo con las jarras de vidrio. Olí la jarra de vidrio y olía claramente a alcohol.
-Estoy realmente loca.-agarre la jarra y tome de ella, el sabor hizo arder un mi garganta, le hice caso omiso y tome otro trago, seguido de otro y otro. Deje la botella de lado y sentí un fuerte mareo que me obligo a tambalearme.
-¿Qué demonios?.- dije y camine hacia la puerta, no pude llegar dado que me tropecé con mis propias piernas, me reí de mi propia estupidez.
Alguien se acercaba, lo pude sentir desde adentro de la habitación, abrieron la puerta cuidadosamente quien quiera que sea.
-¿Estas bien?, ¡Oh demonios!, que haces desnuda y tirada en el suelo.- lo mire mientras mis mejillas ardían y el recorría mi cuerpo con su ojos, en cuanto miro a mis ojos puso una mano en sus ojos rápidamente, aunque eso no iba ayudar en cuanto a mi vergüenza.-Lo siento, tu no ayudas mucho que digamos.
Me reí de nuevo.- La vida es un fiasco.
-Si ya lo creo.-corrió a mi cama y agarro la sabana para ponérmela encima, agarro mi cuerpo envuelto y me deposito suavemente en la cama.
-Lo odio.-empecé a lloriquear y sentí otro mareo combinado con una sed extraña.
Brus se sentó junto a mí, me senté para quedar frente a él. Me quito la lágrima que salía de mi desastrosa cara.-Eres una gran persona.-dije intentando alabarlo.-Un mestizo como tu es un gran amigo yo...
Me corto y cerro sus ojos con una mueca de dolor.-Yo... soy un Puro Katy.
Me quede callada y levante mi mano para alcanzarlo, le di un abrazo fuerte y firme lleno de cariño pero se desvaneció todo cuando la sangre de su cuello me hizo suspirar en agonía, diablos parecía una drogadicta, la tentación era muy fuerte quería separarme aunque ya sabía que no había remedio.
-¿Has bebido?, tu boca huele a....- su voz hizo un gemido de dolor mientras pronunciaba mi nombre.
Mis colmillos habían sido clavados en su cuello, su sangre de puro lleno mi boca haciendo probar su dulce sabor que no era comparado con la sangre animal.
El mareo aumentaba y las voces iban siendo cada vez más lejanas.
Un estruendo proveniente de la puerta y un grito de rabia hacia Brus.
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Dark fantasy
VampireReseña: Su nombre Kathy Monroe , una chica poco común, puesto a que no es una humana. Kathy es una chica Vampiro mestiza al igual que sus padres. Cuando repentinamente a los dieciséis años esta chica cumple su cambio, y se convierte completamente...