capitulo 4 El libro

2K 142 4
                                    

Capitulo 4:

Los susurros y quejas se escuchaban en toda la sala. Olivia y yo no podíamos estar más nerviosas.

Los puros, malditos puros, ellos sabían que todos los mestizos no tendrían la capacidad para ganar a un puro y siempre seguirán gobernando.

-Kathy, que hay de las reglas del campeonato.- Dijo Olivia.

Diablos, cierto, las reglas. Si el juego no tiene reglas, de seguro terminaran matando a todos los mestizos incluyéndome.

Mierda.

Mire a Olivia preocupada y ella también me miro de la misma forma.

-tenemos, que llamar a nuestros padres. Ellos... de seguro sabrán que hacer.

Olivia temblaba, pero trataba de ocultarlo metiendo sus manos debajo de sus piernas.

-¡Silencio, disciplina!.- todos se quedaron callados, de seguro ni el sonido de una mosca se escuchaba.

Irónico, una mosca pasó frente a mí.

-ja.-dije.-varias cabezas se voltearon a verme.

La peor vergüenza del mundo, mis mejillas se calentaron, maldita mosca.

La profesora que había salido de la nada siguió hablando con rudeza en la voz.- ustedes hoy formaran grupo y yo estaré aquí para formarlos.-Miro hacia todos lados con una sonrisa diabólica en el rostro.- ¡Tráiganme la lista!.-grito.

Unos niños vampiro, fueron asustados a entregarle lo que sea que tenía que entregarle a esa amargada mujer.

Abrió el pergamino, era tan largo que lo hizo caer al suelo y siguió rodando hasta tocar sus pies en esos delicados tacones negros.

-Angela swardz, formara equipo con los hermanos Gregoria y Tomson, junto con los black y Olivia Mondrian. -Olivia me miro asustada.

Ella sin decir nada me apretó la mano y fue hacia su grupo.

***

Algo estaba mal, ya había pasado una hora y la señora amargada no había dicho mi nombre en ningún momento.

-Y este es el último grupo...- antes de que siguiera hablando uno de los vampiros le dijo algo en el oído.- Señorita Kathy Monroe.-me llamo con su voz todavía extrañamente sin el aspecto amargo que tenia, fui hacia ella.-Usted no tiene grupo, por lo tanto he de escoger yo a un grupo, me entendió. -asentí. -tendrá que ir al grupo de ethan, Lee song, Brus y Ebert Johnson.

No, no, no, no, esto no puede estar pasando, de ninguna manera.

-Gracias mayores.

Me dirigí al grupo con las piernas como gelatina.

La mayoría de las chicas puras estaban viéndome directamente a los ojos.

Me concentre en solo mirar al frente, bueno a alguna parte en donde no hubiese un cuerpo mirándome amenazadora o acosadoramente.

Los chicos me miraban conteniendo la risa, malditos, sabían que yo no los veía porque eran unos puros y no solo por eso, las chicas me entienden.

La profesora hablo de nuevo.-Les daremos unos meses para entrenar e ir a competir para ser parte de esta importante sociedad. No sabemos exactamente cuantos meses les daremos a ustedes, pero cuando lo sepamos les informaremos inmediatamente.-La profesora asintió mirando a los demás profesores que estaban parados en una esquina viéndonos a todos como si fuéramos la próxima bolsita de sangre que beberían.-Pueden retirarse a sus habitaciones.

Todos empezaron a salir como cucarachas del salón.

Yo no dije absolutamente nada, ni me moleste en mirar a Ethan y a los demás chicos y salí sin más.

Olivia inmediatamente me alcanzo al cruzar la puerta, me miro entrecerrando los ojos.-Sabes te envidio, los chicos... los puros, ellos ¿sabes quienes son ellos?

La mire sin saberlo.

-ehh.. no, la verdad es que ni me he molestado en saber sus nombres.- Excepto el de Ethan.

Olivia se veía sorprendida.

-Guao, es como si vivieras en una cueva.

-hey, sabes que me lo contaras mañana, adiós.

Mi cuarto se encontraba frente a nosotras. Salí disparada sin decirle más nada, a veces hablar con Olivia era exasperante.

Abrí la puerta, mientras la abría y entraba mi pies tropezó con algo y caí al suelo como un saco.

-ahhh, pero que estup.... .- mire con lo que me había tropezado.

Un libro enorme con signos extraños yacía a mis pies.

-Pero que...- me estire para agarrar el libro, era muy pesado, tanto que me consto moverlo a mi regazo.

Al parecer era un bestiario.

En cada página había una bestia increíblemente fea y horrible. Pare en una de las bestias, la esfinge.

Las esfinges son consideradas muy peligrosas, su boca está llena de veneno y su cara pálida, se dice que estas hermosas criaturas son conocidas como los demonios de la destrucción y de la mala suerte. Son muy difíciles de derribar; sus puntos débiles son su cola y sus alas. Hay que tener una gran habilidad para derrotarlas, hay que saber que les gusta desgarrar a los vampiros.

Unos extraños escalofríos me recorrieron el cuerpo

Dark fantasyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora