Capítulo 18| Las memorias de un ayer

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Algunas semanas atrás

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Algunas semanas atrás...

Verona...

La abracé con fuerza, todavía recuperándome de lo que acababa de pasar.

Vesta había tocado cada cicatriz, cada huella que marcaba mi piel. Aunque no era la primera vez que lo hacía, se sintió de esa forma, como si gritara con su suave tacto cuanto quería todo de mí.

Fue demasiado íntimo, tanto que sin darme cuenta esta noche le entregué algo que ni siquiera sabía que guardaba en mi interior.

Quería hablar, decirle de una vez todo lo que tenía atascado en mi pecho, pero, ¿Cómo se suponía que iba a ponerlo en palabras?

¿Cómo le dices a alguien que sin saberlo juntó todas tus piezas rotas y las devolvió a su lugar?

¿Cómo le explicas que, por primera vez en mucho tiempo, sientes que estás vivo y puedes respirar?

Realmente respirar.

No podía, no podía decir todo eso. Porque eso significaba que tenía que reconocer y colocar un nombre a las emociones que me llenaban cada vez que ella estaba de esta manera en mis brazos.

Cada vez que me sonreía.

O que la miraba.

Y no estaba listo.

Se removió un poco acomodando su rostro en el hueco de mi cuello, su respiración se ralentizó y supe que estaba dormida. Hundí mi nariz en su cabello embriagándome en su aroma que poco demoró en dejar mi mente en blanco lo que me permitió seguirla a un sueño tranquilo.

✦✦✦

—Ya está. —Me sonrió luego de cortar el último punto de la herida de mis costillas, la que ya estaba casi completamente sana. Buscó un bote de crema de la repisa del baño en el que nos encontrábamos, y la aplicó con suavidad.

Era poco más de medio día, a pesar de que nos habíamos levantado temprano nos las arreglamos para mantenernos en la cama hasta ahora que ella insistió en darnos una ducha.

Algo sobre ir en bicicleta por la ciudad conmigo.

—Creí que la cicatriz sería peor, pero a penas se notará —agregó dejando un corto beso en la piel desigual—. ¿Estás bien?

Vesta, mirándome con ojos brillantes y preocupándose por mí no falló en recordarme la noche anterior y joderme la cabeza.

—Estoy contigo —murmuré—. Estoy perfecto.

Ella juntó nuestros labios con suavidad, envolví su cintura intentando profundizar el beso, pero se alejó de mí.

—No, no, vamos a salir... —La besé de nuevo y no pude evitar sonreír al sentir como se derretía en mi contra dejándose llevar—. Dante, ya...

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2022 ⏰

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Zagan (The Hellish Royalty #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora