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El día de la fiesta había llegado al fin y dicho y hecho, Haruto se encontraba junto con Jeongwoo camino a la fiesta, luego de aquel pase no se había separado de Jeongwoo por nada en este mundo y sigilosamente intentaba conquistarlo poco a poco, cosa que al parecer daba frutos, pues Jeongwoo se expresaba muchísimo más con él, eso lo mantenía siempre de un humor increíblemente feliz.

Una vez entraron a la fiesta vieron a todo el mundo tomando cómo locos, muchos no eran ni mayores de edad pero en ese punto no importaba, solamente querían disfrutar de un año menos en el colegio.

Jeongwoo y Haruto fueron directo al sofá del lugar a platicar un rato, pero al cabo de unos minutos alguien se les acercó con bebidas que al principio dudaron el tomar pero que al final aceptaron y tomaron rápidamente, ambos podían sentir el ardor de sus gargantas luego de ingerir el liquido, pero no era del todo desagradable.

Para eso de las diez de la noche todo el mundo se encontraba bailando con sus parejas o desconocidos, todo el lugar era una mezcla de olores que al principio era repugnante, pero a medida que ibas ingiriendo alcohol se iba haciendo menos relevante y solamente disfrutabas del momento.

Jeongwoo y Haruto no fueron la excepción, ambos estaban lúcidos, uno más que otro pero lo suficiente para ser conscientes al día siguiente y vaya que les sería útil recordar, pues en un momento de la noche una tensión inigualable se instaló en ellos, cosa que no les permitía hablar tan cómodamente.

Haruto sin poder evitarlo más, se acercó a Jeongwoo para besar sus labios con movimientos suaves y tímidos, pero que con el tiempo empezaron a subir de intensidad, no lo suficiente para tornarse algo a mayores, pero que sí expresaba la necesidad del contrario ante sentir un toque distinto.

Al cabo de minutos se habían separado por falta de aire, sus respiraciones estaban agitadas y sus frentes juntas, ninguno quería decir algo así que Jeongwoo juntó nuevamente sus labios, solamente que está vez era más tranquilo.

-Eres mi destino Jeongwoo.

-No digas tonteras.

-No son tonteras, realmente lo siento así y mi lobo también.

-La verdad es que el mío también y desde hace mucho tiempo atrás.

-¿Por qué nunca lo dijiste?

-Supongo que tenía miedo, no quiero que me vuelvas a dejar como aquella vez.

-Créeme que no, así que... ¿Aceptas salir con este tonto alfa?

-Acepto.

















Y listo :D

Fin, ya está, es todo

Ya, sí mgtó un poquito

La verdad es q ya tenía q dar de baja el libro porq me estaba quedando sin ideas por mucha imaginación q tenga en estos momentos

Ya si igual es muy limdo todo

Ya chao no ma, nos vemos en otro libro o en algún extra, no lo sé

ComchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora