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Un Haruto con diecisiete años estaba empacando sus cosas junto con su madre, en menos de una semana iban de nuevo a Corea, ya habían pasado los dos años prometidos.

El lobo de Haruto estaba más que feliz, era completamente extraño que se sintiera así, no había nada en especial en un país el cual lo obligaba a dejar atrás a todos sus amigos.

Haruto aprovechando que tenía que guardar las cosas empezó a hacer limpieza y botar ropa que ya no le servía, entre esas prendas había un poleron de cuando era más pequeño, tal vez unos catorce años.

Lo iba a botar cuando ve que un papelito cae de su bolsillo al darlo vuela, curioso por aquel objeto lo toma y lo abre, sorprendido por el contenido de aquel papelito abre sus ojos como nunca antes, todos los recuerdos que alguna vez había olvidado invadieron su cabeza mareandolo por completo. Una parte de él esperaba que su aroma siguiera en aquella prenda, lo cual era netamente imposible pero las esperanzas no se pierden. Acercó su nariz a la prenda y lo sintió, el dulce aroma de frutilla con azúcar. Le parecía increíble que pese a los años el aroma siga ahí, casi inexistente pero está ahí, el aroma de Jeongwoo.

"Haruto, no me olvides por favor   :( te voy a extrañar este tiempo, pero no me olvides. Cuando regreses prometo hacerte un postre con mamá"

-Jeongwoo.















Chao ya no sé cómo diablos saqué las edades.

(edit 30/01/22)

sigo sin saber cmo saqué las edades

ComchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora