Capítulo 6

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Parto del baño y en el momento que me voy aproximando a mi salón el timbre resuena por el pasillo con todos los estudiantes escabulléndose de un sitio a otro. Como que hoy es mi día de suerte ¿No creen?

Me dirijo directamente al comedor, me siento en la mesa de siempre al lado de Chad, específicamente. Saludo a todos los que se encuentran en la mesa, mi atención se posa en Chad.

—¿Qué me ves tanto? Soy guapo ¿Verdad?— ruedo los ojos.

—Eres idiota o ¿Qué?— nos levantamos juntos para buscar nuestra comida.

—Un idiota que amarás y me besarás los pies cuando te cuente que hable con tu chico— levanta ambas cejas, formando cara de "Soy un genio".

—Lo sé— me mira desorientado —Los escuché hablar— alza una ceja —¡Lo siento! Fue inevitable, yo sólo iba pasando, escuché unas voces que se me hacían conocidas, las reconocí y me escondí— hablo pero creo que realmente grité porque algunos chicos nos miraron liados —también que a costa de mí, te conseguiste dinero— bajo la voz elevando una ceja adusta.

—Oye gracias— me abraza —Fue un negocio increíble— ríe tomando su bandeja.

—Imbécil, vividor, descarado, igualado...— exclamo ya a su lado.

—Ya, ya. Sé que amas porque soy un cupido estupendo y pronto obtendrás al chico que te gusta ¿Y gracias a quién? ¡A MIIIIIII!— me saca la lengua sentándose.

—Te agradezco Chad pero que creído eres.— me giro hacia otro lugar de la mesa pero Chad sujeta mi brazo.

—Ya Jade, no te enojes conmigo, por favor— se levanta abrazándome, se aleja un poco mirándome e hizo puchero, yo lo fulmino molesta —por favor ¿Sí?

—Está bien Chad pero no lo vuelvas a hacer.— lo apunto con uno de mis falanges.

—¡Ayyy! Te quiero— me abraza de nuevo.

****

Las clases terminaron ¡Al fin! Salimos al estacionamiento, siento un frío recorrer mi cuerpo, descubro que tal frígido representa que el invierno se acerca, estamos en noviembre y se aproxima mi cumpleaños ¡NOO! No quiero cumplir años, quiero tener 15 años para siempre, quiero ser como Peter Pan ¡Bah! Eso sólo sucede en los cuentos de niños, estamos en la realidad y el presente es que falta poco para cumplir 16 años.

Tengo un ligero frío que me voy a congelar el trasero, si no lo muevo.

Vamos rumbo hacia el autobús, alguien toma mi brazo y automáticamente me giro y suelto el aire contenido al ver de quien se trata, sonrío al pensar en él.

—¡Hola Jade! Emm...— se rasca su nuca —¿Podemos hablar?— me mira con timidez.

—Hola Matt— sonrío como una boba.

¡Contrólate, actúa como una persona normal!

—Sí está bien, sólo déjame avisarle a mis amigas— me giro hacia las dementes.

Camino hacia ellas que me están esperando pero creo que están a gusto hablando con unos chicos.

Carraspeo y ellas automáticamente se rotaron.

—Chicas voy a hablar con Matt, así que no me voy a poder ir con ustedes.— muerdo el interior de mi mejilla.

—No hay problema Jade, por nosotras puedes quedarte todo lo que desees.— dice Samy guiñando el ojo.

Todas se despiden de mí y luego me desean suerte. Camino hacia donde se halla Matt.

—Vamos a un lugar secreto, luego te llevo a tu casa ¿Está bien?

Mi ángel vestido de donjuán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora