La manta negra de la obscuridad había cubierto el pequeño pueblo de Beacon Hills.
Sus habitantes se encontraban durmiendo y descansando para despertar mañana con toda la energía; sin embargo, entre toda esa multitud, destacaban un par de adolescentes.
Ambos amigos se encontraba jugando un título de guerra. Tenían pizza, refresco, algunas pastillas para mantenerse despiertos. En fin, solo eran ellos dos.
- Stiles, ¡Tengo personas atrás! -le informó Scott a su compañero para que lo cubriera.
- Tranquilo. Yo te protejo, Amigo. -correspondió a su llamada de auxilio.
Eran bastantes enemigos por derrotar, pero nada era imposible para este dúo dinámico. Scott se abría paso para avanzar mientras Stiles le cuidaba las espaldas. Ambos se complementaban bastante bien.
Finalmente llegaron a su destino y terminaron la misión. Se alegraron y chocaron las palmas con euforia.
- ¡Amigo, ya casi acabamos el juego! -Stiles se emocionó por esta hazaña.
- ¡Lo se! Creeme, no lo habría logrado sin tu ayuda. Gracias. -scott coloca su mano en el hombro de su mejor amigo.
Stiles le muestra una sonrisa como forma de agradecimiento y le da unas palmadas en el pecho a Scott.
- Bien. ¡Sigamos! -toma el control con determinación.
Scott hizo lo mismo y estaban dispuestos a terminar la campaña, cuando el sonido de alguien tocando la puerta hace que los dos adolescentes detengan todo. Scott se levanta y abre la puerta de su habitación.
- ¿Que creen que hacen? -habló la mamá de Scott en un tono algo molesto. - ¿No saben la hora que es?
Scott y Stiles se miraron asombrados y negaron con la cabeza. La señora Mccall sacó su teléfono y les dijo la hora en voz alta.
- Es la una de la madrugada. ¿No tienen escuela hoy? -mostró la pantalla del teléfono a su hijo.
Este se quedó impactado ya que el sintió que apenas llevaban jugando media hora.
- Lo siento mamá. Estábamos jugando y- -intentó justificarse pero fue interrumpido.
- Nada, Scott. No quiero tener que volver a ir con el director porque te quedas dormido en media clase. -la señora Mccall se cruza de brazos.
Scott bajó la cabeza apenado por qué su mamá tenía razón.
- Quiero que descansen. El juego no irá a ningún lado. Pueden terminarlo cuando lleguen de la escuela.
- Si, Señora Mccall. -Stiles se levanta del suelo.
Scott al ver que Stiles tomaba su sudadera y estaba por irse, se para enfrente de él para detenerlo.
- Oye, es muy tarde para que salgas ahora. ¿Por qué no te quedas a dormir aquí? -lo mira a los ojos.
Stiles se quedó sin saber que decir por un momento. Hace mucho tiempo que no se quedaba en la casa de su mejor amigo. Ambos miraron a la mamá de Scott para saber si le permitía pasar la noche aquí.
La señora Mccall mostró una cara de escepticismo, obviamente no iba a negarle a Stiles pasar la noche en su casa.
- Oh. Saben que no hay ningún problema, siempre y cuando me hagan caso y se duerman. -les regala una sonrisa.
Scott abrazó a su mamá y se giró con su mejor amigo para chocar las manos.
- Bien. Yo me voy a dormir por qué tengo que levantarme a las cinco de la mañana. Ustedes dos metanse a la cama y no hagan otra cosa más que dormir, ¿Entendido? -se retira no sin antes advertirlos con una mirada amenazadora.
Ambos adolescentes asintieron y la señora mccall desapareció del marco de la entrada. Scott cerró la puerta y se dirigió hacia Stiles nuevamente.
- Bien. Solo tengo que avisarle a mi papá que me voy a quedar a dormir en tu casa, ¿bien? -mete su mano al bolsillo de su sudadera.
Stiles sacó su teléfono pero accidentalmente dejó caer algo al suelo. Los dos chicos bajaron la cabeza para ver qué había Sido ese objeto. Era un inhalador.
- Amigo, sabes que ya no ocupo esas cosas. ¿Por qué la llevas contigo? -scott se tomó aquello cómo una broma.
Stiles levanta el inhalador algo apresurado y lo mete nuevamente a su sudadera.
- Desde que te dio ese ataque de pánico no he vuelto a salir de casa sin un inhalador. Lo llevo conmigo a todas partes, solo por si las dudas.
Scott no era tonto, o bueno, no tanto como parece. El corazón de Stiles dio un pequeño salto cuando dijo las palabras '' solo por si las dudas ''. Extraño, pero decidió dejar el tema hasta ahí.
- ¿Quieres que te preste algo de ropa? -preguntó Scott mientras se quitaba su remera.
- No, Amigo. Así estoy bien. -stiles le respondió mientras caminaba hasta la cama de Scott.
Se sentó sutilmente en el borde del colchón y fue liberando las agujetas de sus converse. Mientras Scott fue quitando sus pantalones y poniéndose una remera más holgada y quedándose así.
Stiles se acostó en la cama y estaba por cubrirse con la cobija, pero se detuvo al ver que su amigo se dirigía a su pequeño sofá que tenía al lado.
- ¿Que crees que haces? -levantó ligeramente su cuerpo.
Scott se quedó estático antes de tomar asiento en su sofá.
- ¿No es obvio? Voy a dormir.
- Creí que dormirías en tu cama.
Scott se desorientó por un momento.
- Oh. Pues... ¿No tienes ningún problema? -hizo una pregunta muy absurda.
Stiles miro a su amigo con los ojos entrecerrados y una cara de incredulidad.
- Scott, ¿Eres tonto? Hemos dormido juntos antes y no habíamos tenido ningún problema. además, tenemos confianza, ¿no?
Scott se dio cuenta de su estupidez y le regaló a su mejor amigo una sonrisa nerviosa. Dio un gran salto hacia su cama y se acostó al lado de Stiles.
Ambos se taparon con la sábana y se dieron la espalda.
- Descansa, Amigo. -habló Scott cerrando los ojos.
- igualmente. -sonrió a pesar de que Scott no podía verlo.
Stiles se acomodó más en su lugar y dio un pequeño suspiro. Llevó sus ojos hasta su sudadera que había dejado apoyada en el sofá y no pudo evitar pensar en lo de hace un momento.
~ Oh. Si tan solo supieras lo que realmente hago con ese inhalador... ~ pensó mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por el sueño.
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JENNY - Sciles
Fiksi Penggemar💙✨ (chingesumadre) Actualización:Todos los dias. ✨💙 (Historia basada en la canción del mismo nombre) esta es una pequeña historia que se centrará en dos adolescentes: Scott Mccall y Stiles Stilinski. ambos son mejores amigos y lo han sido desde qu...