capitulo 3

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Los cálidos rayos del sol hicieron que el adolescente moreno se levantara de la cama. Caminó hasta su baño y se dedicó a hacer sus necesidades y lavado corporal.

Al cabo de unos cuantos minutos, el chico bajó hasta su cocina, encontrándose a su madre haciendo el desayuno.

- ¿Que paso?, ¿Te caíste de la cama? -contestó la señora mccall con gracia. - Aún queda media hora para entrar a la escuela.

Sirve un poco del huevo que tenía en el sartén en un plato y lo pone justo en el lugar donde Scott iba a tomar asiento.

- Lo se. Lo que pasa es que quiero hacer una cosa importante. -habló mientras daba un bocado a su desayuno.

- ¿Algo como qué? -su mamá lo miró de reojo.

- Stiles ha estado comportándose muy raro conmigo mamá. -posa sus ojos en su madre.

- ¿Stiles?, ¿Por qué dices que Stiles ha estado raro contigo? -toma asiento y observa a su hijo.

- Pues, justo ayer estábamos hablando tan tranquilos, pero llegó un momento en el que se apagó completamente. Como si algo lo hubiese incomodado o molestado...

- ¿Dijiste o hiciste algo que no le haya agradado tanto? -la señora mccall entrecierra sus ojos y observa detenidamente las facciones de scott.

- Por supuesto que no. Solo recuerdo... Haber visto a Allison... -se queda analizando la situación.

- No creo que Stiles se haya enojado solo por eso. Lo conozco. Se que es un muchacho amable y no puedo imaginarlo deseando algún mal a nadie. ¿Crees que el sienta algo por... Ella? -se queda mirando a su hijo con un poco de confusión en su rostro.

- Eso es algo que pienso averiguar hoy. -scott se levanta de la mesa y busca su mochila.

- ¿Le vas a preguntar? -la señora mccall se queda viendo los movimientos de su hijo desde su asiento.

- No. Voy a robarle alguna cosa que lleve su olor. -le da el último bocado a su desayuno.

- Oh, Claro. Siempre es buena idea allanar cosas que no son tuyas y no ser directo y sincero con las personas que tienen tu confianza. -le dio una mirada fulminante a su hijo.

Scott se acercó a su mamá y le dio un beso de despedida en la frente antes de irse. Su mamá le advirtió con la mirada de que ese plan iba a resultar muy mal. Su hijo hizo caso omiso y se fue de su casa.

Pasó de largo de su moto y decidió usar su velocidad para llegar a la casa de Stiles.

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Mientras tanto con nuestro pálido amigo; El día recién empezaba para él. Se despegó de su linda almohada y con gran pereza se sentó en el borde del colchón.

Talló sus ojos con desgane y soltó un gran bostezo. Luego de ir recobrando lentamente sus sentidos, vio tan tranquilo la hora de su teléfono.

Aun era muy temprano, pensó, pero siempre quiere ganarle al tiempo, así que se estiró en su mismo lugar y estaba por levantarse de la comodidad que le brindaba su cama, cuando un chico brincó por su ventana abierta y entró tan bruscamente a la habitación, que Stiles se tapó con las sábanas y gritó del susto.

Al darse cuenta de que era Scott, su mejor amigo, relajo el cuerpo pero los nervios aún los tenía de punta.

- ¡¿Que demonios te sucede?!, ¿Acaso quieres matarme de un infarto?, ¡Tarado! - Stiles le reclama exaltado a Scott.

- Ayer te fuiste sin mi, así que, para evitar que eso vuelva a ocurrir, no me Despegaré de ti hasta el fin de semana. -el moreno se acerca lentamente a su amigo.

Scott se sienta suavemente en el colchón de Stiles y se lo queda viendo. Stiles luchaba duramente contra él mismo para no descontrolarse en ese momento. Scott lo hacía perder el control, y tenerlo así de cerca le resultaba simplemente algo difícil de manejar, pero lo logró.

- Por lo menos me hubieras avisado. Entrar de esa manera a casas ajenas no esta bien, Scott. -le da un pequeño empujón.

Ambos se rieron por el hecho, y mientras seguían en eso, Scott desvío la mirada a dónde se supone Stiles recargaba su cabeza para dormir.

- ¿Esa no es mi camisa de Lacrosse? -señala el lugar.

Stiles sintió como su alma abandonó su cuerpo luego de eso. Lo había olvidado por completo.

Giró lentamente como si aquel hecho lo hubiera sorprendido, pero evidentemente ese no era el caso. Stiles se moría y se maldecía por dentro al mismo tiempo.

- O-oh, Creo que si. Ayer regué un poco de refresco sobre la cama y mi funda se ensució. Al final tuve que poner una de mis camisas como funda y creo que tome la tuya. -agradecía que su mente fuera lo suficientemente activa para pensar eso en cuestión de segundos.

- Y, ¿Por qué tienes una camisa mía? - scott le mira asombrado pero extrañado al mismo tiempo.

- ¿Recuerdas la primera vez que el entrenador nos dejó jugar nuestro primer partido de Lacrosse? - Stiles se acomoda en su lugar.

- Si. Perdimos doce a una. -scott responde un poco avergonzado.

- Pues Si, pero cuando llegamos a casa lo festejamos como locos. Fue la primera vez que tú y yo jugamos de verdad en el campo, y aunque perdimos, lo celebramos mojándonos con las pistolas de agua. Recuerdo que tú te quitaste la camisa y corriste para mojarme, te tropezaste con una roca y al final te llevaron al hospital, y tu camisa mojada se quedó en mi cesto de ropa sucia.

Los recuerdos habían llegado a la mente de Scott y finalmente pudo entender el porque Stiles aún conservaba esa camisa.

- Amigo... -habló Scott haciendo que Stiles lo mire atentamente.

Stiles pensó lo peor. Se Imaginó un sin fin de escenarios desastrosos dónde Scott dejaba de ser su amigo solo por haber descubierto que usa su camisa como funda, pero...

- Necesito comprarte más fundas de almohadas para tu cumpleaños... -finalmente culminó su oración.

Y Stiles logró descansar. Le daba gracias al cielo por tener un amigo... Como Scott. Suspiró aliviado y se rió por el comentario de su compañero.

- Entonces... ¿Me llevas a la escuela? -scott vuelve a tomar la palabra.

- Corriste medio kilómetro para llegar a mi casa, ¿Crees que necesitas una Jeep descompuesta para llegar a clase a tiempo? -Stiles le dedicó una risa.

- Si eso significa llegar juntos e irnos juntos, si. -habló Scott con convicción.

Ambos se miraban sin despegar la vista de la mirada del otro. Stiles era el más emocionado en ese momento.

- Está bien. - colocó su mano en el hombro de scott. - dame unos minutos para bañarme y nos vamos en la jeep.

Scott asintió y dejó pasar a su amigo de lunares. Stiles se levantó y quitó su camisa enfrente de su amigo. Scott le silbó como forma de piropo y Stiles se giró indignado pero con una sonrisa en el rostro.

- Oh, Cierra la boca. -le avienta su camisa en la cara.

Scott se quitó la camisa del rostro mientras no dejaba de reír y vio como Stiles ingresaba en su baño para darse una ducha.

Cuando finalmente se aseguró que Stiles no iba a salir pronto, tomó la camisa que había soltado su amigo con anterioridad y la metió en su mochila.

'' lo siento, amigo. Necesito saber que te ocurre..." pensó para si mismo.

JENNY - ScilesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora