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El goteo del agua, las ligeras ondas en ella, sus respiraciones y el chasquido de sus bocas al juntarse.

JungKook giraba su rostro ligeramente por sobre su hombro queriendo ver a su amante, mordiendo su labio y mirando con deseo hacia atrás, donde yace TaeHyung bajo él, acariciaba sus caderas y sintiendo su piel en sus palmas y dedos, amando cada centímetro de su cuerpo.

Era impensable que a este punto de su relación llena de dramas y romance, las incontables veces que se unieron por la pasión, el amor y el deseo, incluso después de grandes luchas como perderse entre ellos mismos, ellos en este momento, aun sintiendo el tacto y la presencia del otro como si fuera la primera vez.

Querían que así fuese por más 50 años estando juntos.

Jóvenes y llenos que aquella ansia por tener al otro entre sus brazos, el menor, en un día tan esperado y especial, no pudo desear otra cosa en ese instante que dejarse llevar por las dulces manos de su amante junto con su cariñosa y profunda voz.

Podían ser ingenuos algunas veces, podían ser astutos otras, pero al unirse como Alfa y Gamma, no importaban las cosas que tenían, que les faltaban y deseaban, no había ser mas perfecto en la Tierra que aquel que formaban juntos.

Y como fruto de ello, tenían un increíble y único cachorro, que heredaría sus dones y sus faltas, sus mas grandes logros en estas tierras y el mas profundo amor.

El cumpleañero mantenía el control de los movimientos dentro del agua y el rubio le daba soporte con sus manos sujetadas firmemente en sus caderas, ambos disfrutaban de eso, podía decirse que era lento y tortuoso, pero no tenían prisa.

-podrías dejar de hacer eso..? -tras murmurar eso, Tae gruñe frustrado cuando el contrario se mofa mirándole nuevamente por sobre su hombro, dándole una mirada coqueta y divertida.-

-hacer que? -se hace el tonto, hablando con un tono burlesco mientras ríe ligeramente-

Durante sus pequeñas charlas, JungKook se mantuvo constante, pero cada ciertos movimientos, su parte inferior se movía de manera brusca con duros saltos y apretaba apropósito cuando el rubio se quejaba.

Pero todo eso no era un drama, es bastante cotidiano para ambos situaciones como estas.

JungKook molestando, provocando a Tae entre risas y burlas.

Y TaeHyung quejándose, pero soportando de manera pasiva los caprichos del menor hasta sucumbir.

De todos modos, el resultado final era algo a lo que ambos tenían planeado llegar.

Tras unos instantes bajo el poder del pelinegro, no aguanto mas de aquel tortuoso vaivén, con bastante facilidad, logra dar vuelta al menor y lo apoya sujetándose del borde de la gran tina de mármol, tomando las riendas por completo de todo.

Y no pudo negarlo. Decir que no le gustó aquello era una vil mentira, JungKook disfrutaba de los toques brutos y autoritarios de TaeHyung en momentos así. Le gustaba duro.

Los movimientos se tornaron más rápidos y profundos, sus voces comenzaron a sonar cada vez mas en el baño junto con el movimiento del agua y el chapoteo de sus cuerpos chocando, JungKook comenzó a liberar su aroma, sus feromonas incitando a TaeHyung a seguir mas allá.

Dejando un camino de besos y ligeras mordidas, no podría controlarse por mucho, la piel blanca y brillosa por el agua de Su Gamma lo llamaba, su aroma y apariencia no hacia mas que provocarle un profundo y toxico deseo de marcarlo por completo y proclamarlo suyo, totalmente suyo ante todos, para siempre.

Lo mejor de todo, era que ambos se sentían de la misma manera y eran el uno para el otro, marcados, unidos por el destino de cada uno, como lo planearon los dioses.

Lion Prophecy ×태국/Omegaverse×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora