Amor de hermanos TMI FanFic (J/C/S)

Capítulo 2

Sebastián llevó al trío a la habitación de Jace, donde sabía que Clary estaría más cómoda. No le entusiasmaba la idea de compartir a su reina, pero la conexión entre él y Jace duplicaba el placer que sentía. Sin embargo, con el placer también llegaba la necesidad y los ruidos que su hermanita se esforzaba por no hacer lo hacían tensar contra sus pantalones, incluso más de lo que ya estaba. 

Ni siquiera todo el autocontrol que el bastardo de su padre les había enseñado pudo contenerlo, especialmente cuando miró hacia atrás para verla en los brazos de Jace. El vestido de seda con el que la habían vestido se había levantado, mostrando sus largas piernas que se balanceaban perezosamente en el aire y Sebastian quería pasar la lengua por su suave piel y besar cada centímetro de su cuerpo.

Llegaron a la habitación y Jace la depositó suavemente en la cama, observando cómo sus ojos esmeralda miraban nerviosos a sus hermanos. Ella jugueteaba con las manos, retorciendo y girando los dedos y Jace se mordió un gemido al pensar en esas manos sobre él. Siguió estudiándola y su lujuria se hizo a un lado al ver el miedo en ella. Se arrodilló junto a la cama, tomando sus manos entre las suyas, y le preguntó con la mayor sinceridad posible. "¿Quieres esto?"

Clary giró la cara para evitar su mirada indiscreta mientras una gota caía de sus ojos. No podía admitir que, de hecho, quería esto. Lo quería todo y más, pero estaba mal en muchos sentidos. No debería desearlo, pero ¿cómo iba a decírselo a su corazón? No era sólo que fuera su hermano lo que ella deseaba tanto. Eran sus hermanos, los dos. Era inútil tratar de ocultarlo ahora.

Sebastián estaba a su lado tan rápido que ni siquiera captó el movimiento, aunque no sabía por qué eso la sorprendía. Ella sabía que él podía moverse más rápido que un rayo si quería. Sebastian le cogió la cara con las manos y le secó las lágrimas. 

"¿Qué pasa, mi amor?"

La dulzura de su voz la sorprendió al principio, pero luego la ira sustituyó a su tristeza, tan rápidamente que podría haber sufrido un latigazo.

 Estaba enfadada consigo misma por sentirse así, con ellos por hacerla sentir así, ¡con todo el maldito mundo por hacer su vida un desastre!

¡Su padre no tenía que ser un psicópata, homicida, científico loco que experimenta con sus propios hijos! Estos hombres frente a ella, que la miraban con tanto deseo en los ojos de Sebastian y amor en los de Jace, no tenían que ser sus hermanos. 

"Eso es lo que está mal. Esto es lo que está mal. Todo lo que hicisteis, especialmente tú", señaló acusadoramente a Sebastian, "estuvo mal". Sus lágrimas ahora fluían libremente. "No debería sentirme así".

Sebastian la levantó en su regazo mientras Jace se hundía a su lado en la cama y juntos consolaban a su ángel llorón. Jace le acarició el pelo mientras ella lloraba en silencio en el cuello de Sebastian.

 "¿Qué me pasa?" Susurró en voz tan baja que casi se les escapa. Sebastian se echó hacia atrás para capturar su rostro entre las manos.

"Absolutamente nada", dijo con seguridad. Las lágrimas se detuvieron al escuchar su voz y por una vez ella vio algo menos que maldad en sus ojos, algo que hablaba de humanidad.
"Te necesitamos más de lo que crees", susurró Jace desde su lado, todavía jugando con su pelo sabiendo que eso la relajaba.

"Déjanos mostrarte lo bien que puede sentirse esto". Sebastian murmuró cerca de su oído.
"Puedes decirnos que paremos cuando quieras, cariño".

Sebastián la colocó de nuevo en la cama y Clary observó cómo los músculos de su pecho se flexionaban mientras él se levantaba y Jace la giraba para mirarlo. Sus labios estaban sobre los suyos antes de que ella se diera cuenta y él la empujaba suavemente hacia la cama. No pudo pensar en nada más cuando las manos de él empujaron el dobladillo de su vestido. Pudo sentir cómo las manos de Sebastian se arrastraban hasta el dobladillo de su ropa interior negra, tirando de ella hacia abajo de sus piernas, mientras Jace la liberaba del vestido.