Amor de hermanos TMI FanFic (J/C/S)

Capítulo 21

"No puedes pensar que te ama, ¿verdad?" La reina se burla. "¡¿Tú?! ¿Por qué habría de amarte si lo tiene a él?"
Su voz salió de la oscuridad que lo rodea. Está solo, pero había cosas en la oscuridad, cosas que no podía tocar ni oír ni ver, pero que podía sentir.

La oscuridad comienza a cambiar cuando la voz de la Reina llega a él. Ve a Jace en la cama con Clary, con sus brazos rodeándola. Sebastian se da la vuelta para enfrentarse a la oscuridad que se arremolina y la Reina aparece ante él, con la mano extendida hacia su mejilla. "Ella no es tuya. Nunca lo será. Nunca serás el hombre que ella quiere o merece. Acéptalo". Le escupió antes de volver a desaparecer.

"Has hecho daño a todos los que quiero".
La voz viene de detrás de él y se gira de nuevo, cara a cara con la belleza pelirroja. "Clary, yo..." 

"¿Crees que una disculpa es suficiente? Mi madre me odia. Estoy exiliado por mi familia porque soy demasiado bueno para dejar que incluso un monstruo como tú se pudra en el infierno que te has creado". 

Se acerca a él, con la rabia y el odio ardiendo en sus ojos. "Mírate". Ella dice antes de desvanecerse y él se queda mirando un reflejo borroso de sí mismo. 

"Eres un demonio". Ella le susurra al oído mientras él mira fijamente sus ojos negros. "Tu piel está marcada por las cicatrices. ¿Cuántas de ellas provienen de Jace? ¿O de Izzy? ¿O incluso de mí? ¿Cuántas veces te hemos mostrado lo despreciado y no deseado que eres? ¡Y sigues volviendo como un perro enfermo y patético que se abalanza sobre mi pierna!" El espejo se desvaneció y allí estaba Jace detrás, sonriendo a Clary como si Sebastian no estuviera allí. 

"Sus cicatrices lo hacen hermoso porque fueron inmerecidas y tiene un corazón puro. Tú en cambio. Nunca te curarás. Siempre tendrás esa oscuridad. Siempre serás una carga no deseada. Te mereces todo lo que tienes. Cada cicatriz. Cada gramo de dolor. Y eres un iluso si crees que alguna vez seré tuya". 

Sus últimas palabras fueron pronunciadas con mucho veneno. Estaba tan cerca que él pudo sentir su aliento en su cuello justo antes de que ella se apartara y corriera hacia los brazos de Jace que la esperaban, dejándolo solo en la fría oscuridad. 

Se despertó de golpe y sus ojos recorrieron la habitación. Estaba solo. Por supuesto que lo estaba. Apartó las sábanas y miró su cuerpo, todas las nuevas cicatrices que ahora decoraban su piel. Estaba curado, pero su cuerpo estaba sucio. La suciedad y la sangre seca cubrían partes de su pecho y brazos. 

"Yo tampoco dormiría conmigo". Pensó para sí mismo. 

Sebastián se encogió al recordar que prácticamente había saltado sobre ella. Lentamente, se levantó de la cama. Se dirigió al baño y encendió las luces para encontrarse de nuevo con su reflejo en el espejo. Hizo una mueca al ver sus demoníacos ojos negros. Un profundo ceño se dibujó en sus rasgos mientras su sueño se repetía en su mente antes de que se obligara a alejarse del reflejo. 

Entró en la ducha y puso el agua a una temperatura hirviente. Le escocía la piel, pero lo necesitaba. Para quemar la suciedad y el toque de la Reina Seelie. Necesitaba quemar la oscuridad que había en él, pero eso no era posible. 

Lo único que podría haberlo curado de eso era la espada que Clary usó en Jace. Lo habría matado. Habría quemado la oscuridad en él y sólo quedaría una cáscara. Él lo sabe muy bien, todos deberían saberlo. Magnus tenía razón. No quedaba nada bueno en él y ella tiene que darse cuenta. Ya no le da más vueltas ni le permite pensar de otra manera. 

Sebastian salió de la ducha con la mente puesta. Se acabó el intentar ser algo que no es. Volvió a mirar el reflejo y se burló mientras se colgaba la toalla en la cintura y salía de la habitación.