Amor de hermanos TMI FanFic (J/C/S)

Capítulo 17

Clary se inclina para besarlo una vez más, con la mano en el pelo de él mientras lo atrae hacia el beso. Su otra mano baja hasta la de él mientras agarra el anillo de Morgenstern y se lo quita del dedo. Sólo entonces se retira, guardándolo en el bolsillo, antes de dirigirse a Magnus, cogiendo la espada de su mano.

Inmediatamente pudo sentir su poder cuando cobró vida en su poder. Brillaba con un color dorado, como si su hoja contuviera una especie de fuego indomable. Ella no podía empezar a explicarlo. Todo lo que sabía era que había una nueva determinación en su interior. Algo que estaba cerca de la ira, pero no lo era tanto. Era una locura a la que quería poner fin y sabía que la única manera se encontraría en el filo de la espada.

Necesitaban acabar con todo esto y rápido, antes de que se formaran más dudas y el Sebastián que todos habían llegado a odiar volviera en medio de todo esto. No había manera de que ella ayudara así, pero una vez que lo encontraran, una vez que lo pusieran a salvo una vez más, nadie podría llegar a ellos de nuevo. Si ese es o no el mejor curso de acción, pueden decidirlo más tarde, pero por ahora esto es todo lo que se puede hacer.

Así que se acercó a Jace, sus ojos se clavaron en los de ella mientras colocaba su mano firmemente en su hombro y deslizaba la afilada hoja hacia él. Al principio no podía creer lo fácil que fue. Justo a través de su corazón, donde la runa roja estaba grabada en su piel.

No se resistió ni un segundo, ni siquiera emitió un sonido, salvo un grito de dolor. Fue uno de pánico, de tormento insoportable mientras la runa se quemaba en él. Pudo ver cómo se retorcía en la silla, incluso cuando Jace ya había caído al suelo, tan quieto como puede estar. Jonathan tenía los ojos cerrados, mientras que los de Jace estaban tranquilos, inmóviles. Clary se sintió repentinamente abrumada por una sensación de miedo. Se dejó caer junto a Jace, inclinándose para escuchar los latidos de su corazón.

Casi podía oírlo en su cabeza, el latido familiar y desigual que aumentaba lentamente de velocidad cada vez que ella lo besaba. Pero ahora no estaba allí. No había aliento en sus pulmones. Ninguna señal de vida.

"No." Ella susurró incluso mientras veía el fuego en sus venas continuar por todo su cuerpo. "Despierta, Jace, por favor".

Estaba ardiendo, su piel casi dolía al tacto, pero ella necesitaba ver algo. Las lágrimas empezaron a nublar sus ojos mientras los minutos pasaban y los gritos de Jonathan se apagaban. Parecía una eternidad mientras ella bajaba la cabeza hacia su hombro, sollozando. Susurró su nombre una y otra vez. Su aliento abanicaba su mejilla.

Lo había hecho antes, lo había resucitado de la muerte. Podría hacerlo de nuevo. Pero nada funcionó. Estaba tan quieto como una estatua cuando sintió que su madre estaba de pie detrás de ella, con las manos en el hombro de Clary, tirando de ella y abrazándola. Clary vislumbró a Alec mientras miraba a Jace con una mirada de dolor en los ojos antes de salir de la habitación como si estuviera enfadado. Pudo ver el rostro pálido de Izzy mientras se apoyaba en uno de los pilares de la biblioteca.

"Llevaremos a Jace a la enfermería. Se pondrá bien, Clarissa. No está muerto y no lo estará. Tenemos a Magnus aquí". Magnus se acerca por detrás de ellos, con una mano reconfortante en el hombro de Clary.

"Haré lo que pueda. No te preocupes. Pero ahora tienes que deshacerte de él". Señala detrás de ellos a Jonathan. "Ya no hay razón para que te aferres a él. Ya no hay conexión entre él y Jace".
Clary ignora su comentario por ahora, cansada de las peleas. Coge una cuchilla del cinturón de su madre mientras se acerca a Jonathan. Le hace cortes superficiales en la piel, rompiendo las runas que le atan los brazos y las piernas a la silla y él se levanta, envolviéndola en sus brazos y ella se lo devuelve. Sollozando en su camisa mientras lo rodea con sus brazos, le susurra al oído. "Estará bien. Es Jace, sabes que lo estará".
Le besa la frente y le coge la cara entre las manos mientras la mira a los ojos. "Hagamos esto y podrás volver aquí para cuidar de él".