Yo lo sabía, y no dije nada | Kakashi Hatake

#19 Tenemos que hablar

Me he puesto nerviosa de sólo pensar en lo que debió haberle dicho Kakashi a Guy sensei. Si antes he querido que me trague la tierra, ahora imploro porque me debore...

—____, ahora mismo no tengo misiones disponibles para tí o tu equipo, y, deberías de tomarte el día para descansar— Habla la Hokage sacándome de mis pensamientos, ya había olvidado por qué estaba aquí, y terminé pensando en todo menos en lo que debía.

—¿Ah? ¡Ah si! Está bien, Lady Tsunade, no hay problema. Perdone por hacerla perder su tiempo— me disculpo dirigiéndome a la puerta y salir de ahí. Debo buscar a Kakashi, aunque seguramente no quiera siquiera toparse conmigo pero, agh, tengo que admitir que debo hablar con él...

Alguien me toma del hombro antes de tocar la perilla de la puerta, me giro para ver a la bestia verde de Konoha a mis espaldas —¿Podemos hablar un momento, ____?— No quisiera lidiar ahora con uno de sus discursos de juventud, debo ir a buscar a Kakashi.

—Tengo algo de prisa...—

—No me tomará mucho tiempo, lo suficiente para antes de irnos los muchachos y yo— me muestra su pulgar arriba con su gran sonrisa de siempre. Espero que esté diciendo la verdad, no quiero que acabe el día y no haya hablado con el peliplata.

Según lo que alcancé a escuchar, el equipo Guy se reunirá en 15 minutos en la entrada. Algunos llegarán antes o poco después pero entre menos tiempo tome, es mejor.

Guy sensei ya tenía lista su maleta y cosas para el viaje de la misión, por lo que ya estaba preparado para tener esa plática conmigo. Lo acompaño a la entrada sin decir aún una palabra por parte de ninguno de los dos. Eso me pone más nerviosa... No me ayuda en nada en mi estado.

Escucho como Guy sensei suspira preparándose para hablar —Sabes que Kakashi y yo somos rivales eternos ¿No? Y aunque seamos rivales, también somos muy buenos amigos— no puede ser, si le contó...

Será mejor que me límite a escuchar lo que tiene que decirme, no quiero hablar de más por tratar de excusarme de algo que tal vez no tiene idea —____, lo que quiero decir es que, Kakashi me contó lo que pasó anoche en tu casa— prosigue el mayor.

Cuando se pone así de serio me da miedo, es como si toda la energía y positivismo de siempre estuviera olvidada en algún lugar recondito que es obligada a quedarse ahí hasta que pase el peligro.

Me quedo callada hasta que él nuevamente decide hablar —Sabes, siempre estoy hablando de la juventud esto y la juventud aquello, pero, también considero que la juventud de cada uno de nosotros es diferente a la de otro. No sé qué es exactamente lo que está pasando, pero debes de tener cuidado, ____. No juegues con fuego que está más allá de tu alcance, y que pueda alcanzar sus llamas a otros—.

Eso... ¿Acaso eso fue una amenaza?

Estoy consiente de que la diferencia de edad, de rango y todo lo demás es notorio y puede ser peligroso como para involucrarnos a los dos. Pero, aunque sea muy joven, no soy tan tonta como para sólo fantasear un cuento de hadas.

—¿Qué fue lo que te dijo?— digo yendo al grano.

—Si tengo que serte sincero, él no me dijo nada en especial. Sólo me mencionó que estaba cansado y pasó por tu casa por algo de agua. Parecía aturdido por algo, por eso pensé en ver lo que tú me decías—

Con qué se tratada de eso. Se hizo el sabelotodo para sacarme la sopa a mí, no tiene la versión de Kakashi aún, y tampoco le pienso dar la mía.

—Bueno pues, eso fue lo que pasó. También cuando llegó a mi casa parecía desorientado pero me imaginé que fue por la misión— Bien, eso deberá bastar para dejarme ir por ahora. O al menos darle algo más en qué pensar.

Dudoso de mi respuesta se acarició la barbilla con los dedos pensando en cómo acomodar las piezas de la historia. Debe preocuparle el peliplata, después de todo es su mejor amigo, lo conoce mejor que nadie.

—¡Guy sensei, ya estoy listo y puesto para ir en marcha, señor!— llega a mis espaldas un emocionado Rock Lee con su equipamento ninja para la misión.

—¡Ese es mi muchacho, listo más rápido que un rayo para el deber!— abraza al cejotas orgulloso de su discípulo.

Entre toda la escena yo trataba de escabullirme, es algo grosero pero ya necesitaba irme. Estaba empezando a oscurecer.

—____— a penas cuando me estaba encaminando a la libertad de esa charla me habla Guy, a lo que volteo para prestarle atención un poco incómoda —Recuerda descansar. Un shinobi debe mantenerse despierto en cualquier momento, y no tengas más preocupaciones, ese no es el camino de la juventud— me guiña el ojo a lo que le agradezco todavía con incomodidad y me despido rápidamente de ellos para irme corriendo de ahí. Finalmente libre.

—Eh, Guy sensei— habla Lee —¿Sobre qué hablaban usted y ____? Si no es muy entrometido de mi parte—

Este se limita a reir ligeramente y alborotar su cabello —Nada en especial, le daba los mejores consejos para dar lo máximo en la flor de su juventud—.

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He recorrido cada calle de la aldea, entré a los restaurantes que se me cruzaban en el camino, incluso casi me echan a patadas de las aguas termales por querer buscarlo ahí... ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo se me ocurre buscar en las aguas termales? ¿Qué esperaba; verlo sin camisa?

...

Bueno, no hubiera sido una mala escena pero... ¡Concéntrate, ____! No dejes que la lujuria te distraiga.

De verdad que no puedo hallarlo por ninguna parte, sólo me falta poner un letrero de 'Se busca' para que dé con él. Agh ¿Por qué tiene que ser tan buen ninja para ocultarse?

Ahora ya el único lugar que me queda por buscar son su casa y, si es que fuera un milagro, mi casa. Me doy prisa antes de que la luz del atardecer sea nula. a parte de que será más complicado dar con él en la oscuridad, puede volverse peligroso.

Entre mis prisas por llegar a mi destino veo de reojo a un padre con su hijo que tiene un corte similar al de Lee, y me recuerda de inmediato las palabras de Guy: "Recuerda descansar... No tengas más preocupacione". Empiezo a razonarlas y, creo que después de todo, antes de enfrentar la situación me puse a pensar en mil y un cosas de lo que peor que pudiera pasar. Creo que me pasé, al estar creando historias absurdas de que ahora nada serie igual o que incluso me podría odiar o... Me caigo mal por especularme historias que nunca pasaron pero igual me afectan...

Hice un drama digno del teatro por algo de lo que no estoy segura que pasará. Tal vez ni piense nada malo o, comprenda que fue un acto sin querer y me perdone.

Necesito hablar con él...

Apresuro más el paso hasta llegar a la puerta de su casa. Descanso apoyándome en mis piernas para tomar aliento antes de tocar la puerta. Estoy nerviosa.

Me armo de valor para tocar la puerta respirando profundamente y, se escucha que la manija se mueve antes que mis nudillos toquen la madera. Me topo con un Kakashi con una playera negra sin mangas y de cuello muy alto para hacerla como mascarilla, deja lucir sus grandes y musculosos brazos, tampoco trae su venda shinobi que cubre su Sharingan. Abre su ojo con asombro, al parecer tampoco esperaba verme.

Guarda su compostura de siempre y apoya su brazo en el marco de la puerta a la altura de su cabeza soltando un pesado suspiro —Justo estaba yendo para platicar contigo, ____—.

¿Eso es una buena señal o empiezo a preocuparme?