Ya han pasado casi dos semanas desde aquella noche. La que debía ser el mejor cambio en mi vida, pues había sido correspondida, pero luego de verlo, pienso que sólo me dejó más destrozada de lo que ya estaba.
Ni siquiera quiero verlo de nuevo, así que como Sakura e Ino están siendo entrenadas por la Quinta Hokage, decidí unírmeles. Las tres nos hemos llevado muy bien, aunque ese par tengan sus peleas y competencias por ver quién es la mejor, debo admitir que aprenden rápido, pero debemos enfocarnos igualmente en la práctica, lo que es muy agotador. No llevamos mucho progreso pero tenemos los conocimientos básicos para revivir a un pez y defensas en batalla para un ninja médico. Sakura lo consiguió después de días y días concentrándose en ese pescado, es fantástico ver cómo lo ha logrado. Ino y yo aún seguimos tratando de averiguar qué es lo que nos hace falta para hacerlo, así que seguido nos vamos las tres juntas a estudiar a la biblioteca.
Es muy tedioso pasar horas y horas sentada frente a pilas de libros, cuando pasa tanto tiempo se siente muy tedioso y me pongo inquieta -Agh, ya me quemé mucho el cerebro por hoy. Estoy tan cansada...- cierro el libro que estaba leyendo y me tiro sobre él -¿No quieren ir por algo de comer como descanso?-.
-¿Ya te cansaste tan rápido de nuevo, ____? Lady Tsunade nos dijo que debemos leer todo el tomo clínico, y no llevas ni la mitad- me responde la pelirosa viendo los libros que me faltan por leer.
-Es mucho para mi pobre cerebro. Vamos, hay que ir a estirar las piernas un rato ¿Si?- exagero unas cuantas cosas y pongo mis ojos de cachorro tierno esperando que caiga.
Ino cierra de golpe su libro y nos abraza por el cuello -Ya se me está entumiendo el trasero ¿Qué les parece si vamos por Onigiri relleno, o Taiyaki?- nos quedamos viendo a Sakura al ver qué ya somos dos contra una. Suelta un suspiro en seña de derrota -Bien, bien. Pero no hay que tardarnos mucho-.
Salto de la emoción ¡Ya podré salir a ver la luz de nuevo! De repente viene la bibliotecaria y nos dice que guardemos silencio. Entre pequeñas risas salimos y vamos directo a los puestos de comida, me entró un hambre que podría retar a Chouji a una pelea de comida ¡Huele muy bien siempre está zona de la aldea!
De no haber sido porque decidí salir de mi casa y preguntarle a la Hokage si podía ser su discípula, estaría tirada en la cama sin haber podido comer algo decente en días. Por esa parte estoy muy orgullosa de mí, aunque si me la pasé muy mal al principio, me doy palmadas en la espalda por no abandonarme a mí misma por un idiota. Y, si no fuera por mis amigas, no sería capaz de mantenerme concentrada en el entrenamiento ni el estudio, siempre me ayudan a seguir adelante y también me explican cuando no me salen las prácticas. Empiezo a ver más allá del abismo donde estaba atascada.
Llegamos al local y pedimos nuestros platillos, ya me estaba mareando de tantas palabras, es bueno cambiar de aires en ratos -Se ve tan bien el paisaje cuando no está lleno de letras- suspiro aliviada de ver un panorama que no sean libreros enormes.
Ino se ríe y agrega -Tienes razón, si fuera por la frente de marquesina nos hubiéramos quedado hasta la noche ahí adentro-.
-¡No es cierto! Mmh, bueno... ¿Eso tiene algo de malo?- pregunta apenada la peligrosa dado a qué ya ha pasado antes.
-Vamos, Sakura. No puedes estar metida ahí todo el tiempo por más que te guste estudiar. Si siguieras así, te convertirás en una rata de biblioteca- me burlo de mi amiga y la Yamanaka empieza a molestarla, de nuevo comienza otra de sus tontas peleas habituales y yo sólo me limito a ver el show mientras llega la comida.
Después de una hora, terminamos nuestros platillos ¡Estuvieron deliciosos! Pagamos la cuenta y nos dirigimos a la aburrida biblioteca, pero entre nuestra plática del camino, Ino me habla dudosa -Oye, ____. Estaba pensando, cuando estábamos en la academia, a Sakura y a mí junto con todas las niñas nos gustaba Sasuke, pero nunca supe que a tí te gustará alguien-.
-E-eh, bueno. En la academia no me gustaba nadie-.
-¿Gustaba? ¿Quieres decir que ya te gusta alguien?- pregunta exaltada la pelirosa prestando atención justo a esa palabra.
-¿Te gusta alguien, ____? ¡Tienes que decirnos todo!- siento como están a punto de tirarse encima de mí para soltarles la sopa. Pero no puedo decirles que me había gustado Kakashi, MI SENSEI. Mucho menos Sakura porque al ser la más allegada a él podrían haber los problemas que tanto me fanfarroneaba el Hatake. Aunque, no lo he visto desde hace semanas y esté enojada con él, sé que muy dentro de mí, sigo queriéndolo.
-¡N-no! Quiero decir, en las misiones si habrá algunos chicos que me parecen lindos pero, no que me gusten de gustar, ya saben...- intento safarme de su infinito interrogatorio de chicas pero estos temas me ponen nerviosa. Será mejor que cambie de tema -Mi-miren, ya hemos llegado. De repente ya tengo muchas ganas de estudiar, la última en entrar tiene que hacer enojar a Lady Tsunade- y tan pronto como lo dije corrimos las tres a la entrada. Me salvé.
Me encanta cómo podemos llevarnos tan bien y a la vez apoyarnos cuando necesitamos ayuda en alguna lección.
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Ya es de mañana, anoche llegué tarde a casa porque tuvimos que sacar a Sakura cargando de la biblioteca, se quedó dormida en la pila de libros médicos que estaba repasando y, no es pesada, pero fue un problema llevarla hasta su casa porque quedaba al otro lado de la aldea. Siempre es lo mismo con ella y los libros, no se despega de ellos por querer aprender cada vez más.
Me alisté como siempre, dejé alimento y agua para Cielo junto con mimos y besos en su pelaje como cada mañana. Hoy tengo que ir a hacer unas prácticas con Shizune que nos encargó después de leer las montañas de libros de ayer. Serán algo pesadas porque se tratará de medicamentos, sus diferentes usos y reacciones.
Caminaba tranquilamente al lugar acordado cuando -¡_____!- escucho que gritan mi nombre y busco con la mirada algún rostro conocido para ver quién me ha llamado. Corre hacia mí una Hinata agitada -¡____, la Hokage te necesita de urgencia!-.
-¿La Hokage? ¡Enseguida!- corro lo más rápido posible hacia la torre Hokage, la Hyuga me sigue el paso. Nunca me habían mandado a hablar con urgencia, ¿qué habrá pasado?
Llego a las oficinas de la abuela Tsunade y abro sin tocar la puerta -¡Aquí estoy, Lady Tsunade!-.
-Me alegro que hayas llegado tan pronto al llamado. Tenemos una emergencia de último minuto, ____- se para de su silla y se apoya en el escritorio -El equipo Guy estaba regresando de su misión exitosa cuando fueron emboscados con dardos envenenados cerca de la aldea. Ya hemos llevado a Neji, Tenten y Guy al hospital pero, Lee está tan cubierto de esos dardos que es peligroso para su salud moverlo, el veneno podría irse por accidente a alguna arteria llevando la sustancia por todo su cuerpo, siendo una muerte segura. Nuestros ninjas médicos están haciendo estudios y analizando a los otros tres, pero no hay ninguno disponible para supervisar correctamente el traslado de Lee a la aldea-.
-Oh por dios... Lee... ¡¿Sigue allá afuera en esa condición?!-.
-¡No te exaltes así, mocosa! Debes mantener la calma ¡¿Qué no te he enseñado ya eso?!- seguido de sus gritos me golpea la cabeza con su puño. Antes no me mueve las neuronas y me deja más tarada de lo que estoy.
-¡Auch! Ya está bien, está bien. Perdón, siga- me sobo en el chichón que me acaba de dejar.
-Bien, aún sigues preparándote en tu entrenamiento pero te he llamado a tí porque has mostrado ser quién mejor desarrollada está en las autodefensas durante la batalla. Tu misión es traer sano y salvo a Lee hasta el hospital lo más pronto posible. No tienes que alistar nada de equipaje, sólo tienes que hacerlo rápido, como una ninja médico lo haría- me entrega un mapa indicando en qué parte encontraron a mis compañeros, no está lejos pero hay que darse prisa.
-¡Entendido! Con su permiso me retiro- salgo de la oficina a toda velocidad y voy camino a la entrada de la aldea.
Aguanta, Lee. Ya voy.
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Yo lo sabía, y no dije nada | Kakashi Hatake
FanficCasi todo el tiempo me la paso siendo torpe y desubicada, pero tampoco quiere decir que deje de ser amable con todos mis amigos de la aldea. Siempre he celado a mis compañeros de equipo. No es por nada en especial pero me gusta poder sentir que los...